QUEQUE DE ACEITE DE OLIVA Y ALMENDRA CON LIMA Y CARDAMOMO
viernes, febrero 17, 2023
Las tardes por aquí están para quedarse en casita al calor del hogar. Y no hay nada mejor que acompañar estas tardes de un trozo de queque y un café o chocolate calentito, así que hoy les traigo una propuesta hecha con aceite de oliva y almendra molida y, a su vez, aromatizado con lima y cardamomo molido, lo que le da un sabor delicioso.
- Cuatro huevos talla L.
- 200 gr. de harina.
- 150 gr. de azúcar.
- 100 gr. de almendra molida.
- 150 gr. de aceite de oliva suave.
- La ralladura y el zumo de una lima.
- Media cucharadita de cardamomo molido.
- Un sobre de levadura tipo Royal.
- Una pizca de sal.
- Azúcar glass, leche y granillo de almendra para la decoración (opcional).
Ponemos el horno a calentar a 180º y engrasamos bien el molde que vayamos a usar.
Cascamos los huevos en un bol y los batimos bien con varillas eléctricas hasta que estén bien espumosos.
Añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta que tripliquen su volumen.
Vertemos el aceite, la ralladura y el zumo de la lima y mezclamos. (Yo a partir de aquí lo hago con varillas manuales).
Tamizamos la harina y la levadura.
La añadimos al bol junto con la almendra molida y la pizca de sal.
Mezclamos hasta que tengamos una mezcla sin grumos. Terminamos con espátula para asegurarnos que no nos queda nada sin integrar en el fondo del bol.
Vertemos en el molde y damos un par de golpes sobre la encimera.
Llevamos al horno y cocinamos durante 35-40 minutos, hasta que al pinchar con un palillo salga limpio.
Sacamos y dejamos enfriar durante quince minutos.
Desmoldamos y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.
Para hacer el glaseado ponemos dos o tres cucharadas de azúcar glass en un bol y añadimos leche muy poco a poco, hasta que tengamos la textura deseada.
Vertemos el glaseado sobre el queque ya frío.
Antes de que se seque el glaseado espolvoreamos un poco de granillo de almendra y ya lo tenemos listo.
Miren de cerca el color tan bonito que tiene.
Nos cortamos un pedazo y disfrutamos.
Miren de cerca lo rico que luce la miga.
Vertemos el glaseado sobre el queque ya frío.
Un queque perfecto para disfrutar cualquier tarde de frío.
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