Hace mucho que no les traigo ninguna tarta por aquí así que para compensar hoy vengo con esta "señora" tarta que preparé para el cumpleaños, en noviembre, de mi Señora Madre.
En ella se combinan unos bizcochos de almendra que parecen mazapán de lo ricos que están, una tarta de queso y turrón y un maravilloso merengue italiano.
El resultado, una imponente tarta con una mezcla de texturas increíble y absolutamente deliciosa. De hecho, cuando la preparé no quedaron ni las migas y le pude sacar una foto al corte de chiripa.
Los ingredientes que usé fueron: (Para una tarta de 15 cm.)Para los bizcochos: (Todos a temperatura ambiente)
- 4 huevos talla L.
- 200 gr. de azúcar.
- 125 ml. de aceite de girasol.
- 60 ml. de leche.
- 250 gr. de almendra molida.
- 100 gr. de harina.
- Dos cucharaditas de levadura química.
- Una pizca de sal.
- Una cucharadita de canela molida.
- Unas gotas de aroma de almendra (opcional).
- 300 gr. de queso crema.
- 60 gr. de azúcar.
- 100 gr. de turrón blando.
- Un huevo y una yema talla L.
- Una cucharada rasa de maicena.
- 200 ml. de nata para montar.
- 80 gr. de azúcar.
- 100 gr. de agua.
- Unas gotas de aroma de almendra.
- Merengue italiano. (Pincha aquí para ver la receta).
- Crocante de almendras.
El día que la vamos a montar preparamos el almíbar y el merengue.
Empezamos por los bizcochos.
Preparamos dos moldes de 15 cm. engrasándolos y forrándolos el fondo con papel. Precalentamos el horno a 180º.
En un bol cascamos los huevos y los batimos hasta que estén espumosos.
Añadimos el azúcar y seguimos batiendo con varillas eléctricas.
Ahora vertemos el aceite, la leche y unas gotas de aroma de almendras. Seguimos mezclando pero a partir de aquí con varillas manuales.
Tamizamos la harina, la levadura y la canela. Las añadimos al bol junto con una pizca de sal y mezclamos.
Por último añadimos la almendra molida y mezclamos, primero con las varillas y finalizamos con una espátula para rebañar bien el fondo.
Repartimos la mezcla en los dos moldes y damos unos golpecitos sobre la encimera.
Llevamos al horno y cocinamos durante unos 35 minutos, hasta que al pincharlos con un palillo salga limpio.
Ahora vertemos el aceite, la leche y unas gotas de aroma de almendras. Seguimos mezclando pero a partir de aquí con varillas manuales.
Tamizamos la harina, la levadura y la canela. Las añadimos al bol junto con una pizca de sal y mezclamos.
Por último añadimos la almendra molida y mezclamos, primero con las varillas y finalizamos con una espátula para rebañar bien el fondo.
Repartimos la mezcla en los dos moldes y damos unos golpecitos sobre la encimera.
Llevamos al horno y cocinamos durante unos 35 minutos, hasta que al pincharlos con un palillo salga limpio.
Los sacamos y los dejamos enfriar sobre una rejilla unos 10 minutos.
Los desmoldamos dando la vuelta sobre la rejilla y los dejamos enfriar completamente. Cuando estén fríos, los envolvemos en film y los reservamos, a temperatura ambiente, hasta el día siguiente.
Vamos ahora con la tarta de queso.
Los desmoldamos dando la vuelta sobre la rejilla y los dejamos enfriar completamente. Cuando estén fríos, los envolvemos en film y los reservamos, a temperatura ambiente, hasta el día siguiente.
Vamos ahora con la tarta de queso.
En un recipiente donde quepa el molde que vamos a utilizar ponemos como una dedo de agua caliente y lo metemos en el horno a 150º.
Forramos el fondo del molde con papel de horno y engrasamos los laterales.
En un bol ponemos el queso, el azúcar y el turrón desmenuzado.
En un bol ponemos el queso, el azúcar y el turrón desmenuzado.
Echamos la maicena y seguimos mezclando.
Finalmente vertemos la nata y mezclamos, primero con varillas y luego con una espátula para rebañar el fondo.
Vertemos la mezcla en el molde y la llevamos al horno, metiéndola en la bandeja con agua.
Cocinamos durante una hora. Apagamos el horno y dejamos 15 minutos con la puerta cerrada. Luego abrimos la puerta un poco, sujetándola con una cuchara de madera, y dejamos 15 minutos más. Pasado ese tiempo la sacamos y la dejamos enfriar por completo sobre la rejilla. Luego la llevamos a la nevera hasta el día siguiente.
Ya el día del montaje preparamos el merengue. Pincha aquí para ver los ingredientes y cómo hacerlo.
Finalmente vertemos la nata y mezclamos, primero con varillas y luego con una espátula para rebañar el fondo.
Vertemos la mezcla en el molde y la llevamos al horno, metiéndola en la bandeja con agua.
Cocinamos durante una hora. Apagamos el horno y dejamos 15 minutos con la puerta cerrada. Luego abrimos la puerta un poco, sujetándola con una cuchara de madera, y dejamos 15 minutos más. Pasado ese tiempo la sacamos y la dejamos enfriar por completo sobre la rejilla. Luego la llevamos a la nevera hasta el día siguiente.
Ya el día del montaje preparamos el merengue. Pincha aquí para ver los ingredientes y cómo hacerlo.
También preparamos el almíbar. Tan solo tenemos que llevar al fuego el agua con el azúcar y el aroma de almendra y dejar hervir unos minutos. Luego dejamos enfriar.
Colocamos uno de los bizcochos sobre el plato de servir y lo pintamos con el almíbar.
Damos una capa muy finita de merengue. Se trata de que nos sirva de pegamento entre capa y capa nada más.
Con todo preparado vamos a montar la tarta.
A cada uno de los bizcochos les cortamos la barriga para que queden bien lisos. (Los trozos se aprovechan para los desayunos).
Damos una capa muy finita de merengue. Se trata de que nos sirva de pegamento entre capa y capa nada más.
Colocamos sobre el bizcocho la tarta de queso.
Pintamos otra vez con merengue y colocamos la otra capa, previamente pintada con almíbar y con la parta más dorada hacia arriba.
Damos una capa bien generosa de merengue por todos los laterales y la parte superior de la tarta. Alisamos un poco. No es necesario que quede lisa del todo porque luego el efecto que hace con el soplete queda muy bien.
Pintamos otra vez con merengue y colocamos la otra capa, previamente pintada con almíbar y con la parta más dorada hacia arriba.
Damos una capa bien generosa de merengue por todos los laterales y la parte superior de la tarta. Alisamos un poco. No es necesario que quede lisa del todo porque luego el efecto que hace con el soplete queda muy bien.
Ponemos el resto del merengue en una manga con boquilla rizada y decoramos la base y el borde superior.
Con un soplete de cocina quemamos el merengue.
Con un soplete de cocina quemamos el merengue.
Y para rematar, echamos crocante de almendras sobre la parte superior de la tarta.
El efecto del merengue tostado me encanta como queda.
Y aquí la foto del corte que, aunque no es muy buena, nos permite ver la jugosidad de los bizcochos, la cremosidad de la tarta de queso y el merengue, ¡ay el merengue!
Llevamos la tarta a la nevera hasta el momento de servirla.
Miren que precioso aspecto que tiene.El efecto del merengue tostado me encanta como queda.
Y aquí la foto del corte que, aunque no es muy buena, nos permite ver la jugosidad de los bizcochos, la cremosidad de la tarta de queso y el merengue, ¡ay el merengue!
Una mezcla de texturas y sabores absolutamente deliciosa.