De vez en cuando me gusta comprar algún paquete de pasta fresca, sobre todo rellena, porque le preparas una salsita rica y tienes solucionado un almuerzo de manera fácil y rápida.
En este caso utilicé unos ravioli rellenos de pollo, pero pueden utilizar el que más les guste. Incluso podemos preparar esta salsa para acompañar simplemente a unos espaguetti o unos macarrones.
- Un paquete de pasta fresca (en este caso ravioli rellenos de pollo)
- Media cebolla.
- Un diente de ajo pequeño.
- Una lata de champiñones.
- Un puñado de guisantes (60 gr.)
- 200 ml. de nata ligera para cocinar.
- Sal.
- Pimienta.
- Nuez moscada.
- Aceite de oliva.
Lo ponemos en una sartén con un poquito de aceite y lo dejamos que suelte su aroma.
Mientras pelamos y picamos la cebolla.
La añadimos a la sartén y dejamos que se vaya pochando.
Cuando la cebolla esté transparente, añadimos los champiñones escurridos y los guisantes congelados (también podemos utilizar de lata).
Vertemos la nata y echamos una cucharadita de sal, pimienta negra al gusto y un poco de nuez moscada.
Removemos y dejamos que se vaya cocinando.
Cocinamos la pasta en agua con sal el tiempo que indique el fabricante.
Cogemos un cucharón del agua de cocer la pasta y lo echamos en la salsa.
Removemos bien y dejamos que se cocine unos minutos, hasta que reduzca un poco.
Escurrimos la pasta y la pasamos a la salsa. Dejamos cocinar un minutito más para que se mezclen bien los sabores.
Miren de cerca lo rico que se ve.
¿Si gustan?
Servimos inmediatamente y disfrutamos.
Un plato sencillísimo, rápido y delicioso.
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