TARTA FÁCIL DE OREOS
viernes, septiembre 17, 2021
Como todavía nos queda bastante calor, hoy les traigo esta rica tarta que no necesita horno para su preparación y, además de ser muy fácil de hacer, queda muy vistosa y deliciosa.
Para la base:
- 100 gr. de galletas oreo.
- 40 gr. de mantequilla derretida.
- 300 gr. de queso crema.
- 200 ml. de nata para montar bien fría.
- 40 gr. de azúcar.
- Cuatro hojas de gelatina (9 gr.)
- Dos cucharadas de agua.
- 50 gr. de galletas oreo.
- 200 ml. de nata para montar bien fría.
- 6 galletas mini oreo.
- Galletas mini oreo para rodear la tarta y para cubrir la parte superior.
Ponemos las galletas troceadas, con crema y todo, en la picadora y las trituramos.
Añadimos la mantequilla derretida y seguimos triturando hasta formar una pasta.
En el molde, al que previamente hemos forrado su base con papel de horno y los laterales con acetato, echamos la mezcla y aplastamos para formar la base. Llevamos a la nevera mientras preparamos el relleno.
Para el relleno, ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua durante unos cinco minutos.
En un bol ponemos el queso, el azúcar y las galletas troceadas.
En el molde, al que previamente hemos forrado su base con papel de horno y los laterales con acetato, echamos la mezcla y aplastamos para formar la base. Llevamos a la nevera mientras preparamos el relleno.
Trituramos bien con el brazo de la batidora.
Escurrimos las hojas de gelatina y las ponemos en un bol con dos cucharadas de agua. Le damos unos 20-25 segundos en el microondas para que se disuelvan.
Vertemos la gelatina en la mezcla de queso y removemos bien.
En otro bol semimontamos la nata.
Escurrimos las hojas de gelatina y las ponemos en un bol con dos cucharadas de agua. Le damos unos 20-25 segundos en el microondas para que se disuelvan.
La vertemos sobre la crema de queso.
Integramos con movimientos envolventes hasta que la crema tenga un color homogéneo.
Vertemos la crema en el molde y llevamos a la nevera al menos unas cuatro o cinco horas aunque lo mejor es hasta el día siguiente.
Para la crema ponemos la nata y las galletas en un bol. No le añadimos azúcar para evitar que nos quede demasiado dulce.
Primero trituramos con el brazo de la batidora y luego montamos con varillas eléctricas hasta que esté firme, pero con cuidado de no pasarnos y se nos corte.
Desmoldamos la tarta y la pasamos al plato de presentación.
Metemos la crema en una manga con boquilla estrellada y hacemos topos sobre todo el borde superior.
También alrededor de la base podemos decorar.
Colocamos una minioreo sobre cada uno de los topos de crema.
Ahora en una bolsa ponemos unas dos galletas y las aplastamos con un martillo de cocina o similar.
Aquí se ve de cerca lo bonita que queda la decoración.
Y así queda al cortarla.
Queda con una textura estupenda y un sabor fantástico, sin llegar a ser demasiado dulce.
Ese polvo de galleta lo echamos sobre la parte superior de la tarta y ya la tenemos lista para disfrutarla.
La conservamos en la nevera hasta el momento de servirla.
Una tarta fácil, vistosa y deliciosa.
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