POLOS CREMOSOS DE COCO Y CHOCOLATE

viernes, julio 30, 2021

Estamos en pleno verano a ahora lo que más apetece son los helados.

Estos que les traigo hoy combinan dos sabores que casan a la perfección, el coco y el chocolate.

No les voy a decir que saben a esas famosas chocolatinas que combinan chocolate y coco, pero sí les digo que se les parece bastante.

Nos pueden servir perfectamente como postre o como una merienda fresquita, sabiendo que estamos alimentándonos además de refrescándonos.

Los ingredientes que usé fueron:

La parte sólida de una lata de leche de coco (Para poder obtenerla tienen que poner la lata en la nevera el día anterior).
125 gr. de yogur griego o algún yogur denso (Yo usé el proteico de Mercadona).
Dos cucharadas de sirope de agave (También podemos poner miel).
Una cucharada de aceite de coco derretido.
Tres o cuatro cucharadas de coco rallado.
200 gr. de chocolate al 70% y una cucharada de aceite de coco para el baño.

En una jarra o el vaso de la batidora ponemos la parte espesa de la leche de coco.

La obtendremos abriendo la lata, sin agitar, y retirando con una cuchara la parte sólida que se queda en la parte de arriba. Son unos 200 gr. más o menos.

Añadimos el yogur, el aceite de coco, el sirope de agave y dos cucharadas de coco rallado.

Trituramos bien con el brazo de la batidora, con las cuchillas.

Añadimos una o dos cucharadas más de coco, eso al gusto, y mezclamos con una espátula.

En mi caso, para poner la mezcla en los moldes la puse en una manga pastelera para que fuera más fácil y limpio.

Rellenamos los moldes con la mezcla. Me salieron cuatro polos pequeños y cuatro barritas.

Llevamos al congelador al menos cuatro horas.

Para el baño, ponemos en un tarro el chocolate con el aceite de coco y llevamos al micro en intervalos de 30 segundos hasta que se funda. Dejamos templar.

Sacamos los polos de los moldes y los vamos sumergiendo en el chocolate.

Al estar congelados, el chocolate se solidifica rápidamente.

Los vamos colocando en una bandeja con papel de horno y, una vez los tengamos todos, los volvemos a llevar al congelador hasta el momento de consumirlos.

Cuando los vayamos a consumir, los sacamos unos 8 o 10 minutos antes para que pierdan la dureza.

Miren qué aspecto tienen. A ver quién dice que no los hemos comprado.

Y así de rico se ve al morderlo.

Un poco más de cerca para que aprecien la textura.

Una forma deliciosa y sana de refrescarnos.

Carolina López Rodríguez

Las recetas que he ido seleccionando para este blog han sido las que he considerado más sencillitas y rápidas, aunque de vez en cuando me atrevo con alguna un poco más elaborada.
Espero que les gusten y si a alguien les son útiles me alegraré mucho.