TARTA DE FRUTAS CON CREMA NAMELAKA (9º ANIVERSARIO DESAFÍO EN LA COCINA)
jueves, mayo 20, 2021 La propuesta que hemos hecho este mes a las chicas para celebrar el 9º Aniversario de Desafío en la Cocina es preparar una rica y colorida Tarta de frutas frescas.
Son ya nueve los años que hacen que empezamos en este grupo y para celebrarlo hemos elegido esta tarta por su sencillez, su frescura y su colorido.
Este ha sido un año complicado pero eso no quita que no celebremos que continuemos aquí compartiendo cada mes nuestros Desafíos.
En mi caso me he decidido por una tarta con su típica base de masa sablé, rellena de una rica crema namelaka (un gran descubrimiento para mí) y decorada con algunas de las frutas que podemos encontrar ahora en el mercado, en este caso, nectarinas, albaricoques y fresas.
El resultado a la vista está. Una tarta llena de color y de sabor. La combinación de la masa con la suavidad y sabor de la crema namelaka y la fruta es una combinación maravillosa.
Además, sin habérmelo propuesto en principio, pude comprobar que, sin decorarla, la podemos congelar perfectamente. Cuando la vayamos a consumir la pasamos un día antes a la nevera y al día siguiente la decoramos con la fruta.
Los ingredientes que usé fueron: (Para un molde con base desmoldable de 24 cm).Para la base:
Para la crema, ponemos en un plato con agua las hojas de gelatina para que se hidraten bien.
En un bol ponemos el chocolate troceado y lo derretimos al baño maría.
En un calentador ponemos la leche y la vainilla y las calentamos hasta que llegue al hervor.
- 300 gr. de harina.
- 150 gr. de mantequilla fría.
- 50 gr. de azúcar glass.
- Una pizca de sal.
- Unos 60 ml. de agua bien fría.
- 350 gr. de chocolate blanco.
- 400 gr. de nata para montar.
- 200 gr. de leche entera.
- Cinco gramos de gelatina en hojas (tres láminas en mi caso).
- Un chorrito de vainilla en pasta.
- Dos o tres nectarinas maduras pero firmes.
- Cuatro o cinco albaricoques maduros pero firmes.
- Unas pocas fresas.
- Brillo neutro para tartas. (Pincha aquí para ver cómo hacerlo).
En un bol ponemos la harina, el azúcar, la sal y la mantequilla en trocitos. Vamos trabajando con las manos hasta conseguir una mezcla con aspecto de arena mojada.
Vertemos el agua fría y seguimos amasando.
Amasaremos sólo lo justo hasta que podamos formar una bola con la masa. La ponemos sobre papel film y la envolvemos. Dejamos en la nevera mientras preparamos la crema, una media hora.Para la crema, ponemos en un plato con agua las hojas de gelatina para que se hidraten bien.
En un bol ponemos el chocolate troceado y lo derretimos al baño maría.
En un calentador ponemos la leche y la vainilla y las calentamos hasta que llegue al hervor.
Echamos las hojas de gelatina escurridas y removemos bien para que se disuelvan.
Vertemos una tercera parte de la leche en el chocolate derretido y mezclamos bien con unas varillas.
Vertemos el resto y seguimos mezclando hasta integrar.
Por último, vertemos la nata en el bol y, con el brazo de la batidora, con las cuchillas, mezclamos bien hasta integrar, procurando no meterle aire a la masa.
Vertemos una tercera parte de la leche en el chocolate derretido y mezclamos bien con unas varillas.
Vertemos el resto y seguimos mezclando hasta integrar.
Por último, vertemos la nata en el bol y, con el brazo de la batidora, con las cuchillas, mezclamos bien hasta integrar, procurando no meterle aire a la masa.
El resultado de la mezcla es completamente líquido, así es como es. La cubrimos con papel film pegado en la crema y llevamos a la nevera hasta el día siguiente.
Continuamos ahora con la base. Sacamos la masa de la nevera, la colocamos sobre papel de horno espolvoreado con un poco de harina y le espolvoreamos un poco más por arriba.
Estiramos con el rodillo un poco mayor que el molde que vamos a utilizar.
Aunque no es necesario a mi me gusta forrar el molde con papel de horno remojado para que luego me sea más fácil desmoldar.
Colocamos la masa estirada sobre el molde y la acomodamos en él sin estirar. Luego recortamos el excedente dejando un reborde como de un dedo o dos.
Remetemos el borde por los laterales, por la parte de fuera y luego, con los dedos, le damos la forma.
Aunque no es necesario a mi me gusta forrar el molde con papel de horno remojado para que luego me sea más fácil desmoldar.
Colocamos la masa estirada sobre el molde y la acomodamos en él sin estirar. Luego recortamos el excedente dejando un reborde como de un dedo o dos.
Remetemos el borde por los laterales, por la parte de fuera y luego, con los dedos, le damos la forma.
Cuando esté caliente, sacamos la masa del congelador, le pinchamos la base con un tenedor y cubrimos con papel de horno.
Le colocamos una buena cantidad de garbanzos secos sobre el papel para que no pierda la forma y no nos suba.
Llevamos al horno y cocinamos durante 15 minutos. Sacamos, retiramos los garbanzos y el papel y volvemos a meter en el horno, ahora unos 15-20 minutos hasta que veamos que se empieza a dorar.
Llevamos al horno y cocinamos durante 15 minutos. Sacamos, retiramos los garbanzos y el papel y volvemos a meter en el horno, ahora unos 15-20 minutos hasta que veamos que se empieza a dorar.
Sacamos y dejamos enfriar completamente.
Ya con la base y la crema preparada podemos montar la tarta.
Ya con la base y la crema preparada podemos montar la tarta.
Miren lo cremosa que queda la crema después del reposo.
Vertemos la crema sobre la base y alisamos con una espátula.
Vertemos la crema sobre la base y alisamos con una espátula.
Si queremos ahora la podemos cubrir con papel film y congelarla. Luego la sacamos un día antes a la nevera para que se descongele antes de decorarla.
Si no, la decoramos directamente. La metemos en la nevera mientras preparamos la fruta de la decoración.
Para la decoración lavamos bien la fruta, la abrimos por la mitad y le retiramos las pipas.
Para la decoración lavamos bien la fruta, la abrimos por la mitad y le retiramos las pipas.
Luego las cortamos en cuartos y cada uno lo laminamos fino ayudándonos de un cuchillo afilado. Mantenemos junto cada "abanico" de frutas.
Una vez tengamos la fruta cortada ya podemos decorar la tarta.
Sacamos la tarta de la nevera y vamos colocando de manera aleatoria los abanicos de nectarina y albaricoque, mezclándolos entre ellos.
Finalizamos colocando unas fresas cortadas a la mitad y con sus hojitas para darles contraste de color.
Una vez tengamos la fruta cortada ya podemos decorar la tarta.
Sacamos la tarta de la nevera y vamos colocando de manera aleatoria los abanicos de nectarina y albaricoque, mezclándolos entre ellos.
Finalizamos colocando unas fresas cortadas a la mitad y con sus hojitas para darles contraste de color.
Con una brocha de silicona pintamos la fruta con el brillo neutro y dejamos en la nevera hasta la hora de consumirla.
Miren qué bonita queda la fruta colocada de esa manera.
Y miren al cortarla. Todo un espectáculo.
La crema namelaka es de una suavidad increíble y queda de maravilla con la masa y las frutas.
Miren qué bonita queda la fruta colocada de esa manera.
Y miren al cortarla. Todo un espectáculo.
La crema namelaka es de una suavidad increíble y queda de maravilla con la masa y las frutas.
Una tarta preciosa a la vista y deliciosa al paladar.
Pues esta es mi aportación para este 9ª Aniversario de Desafío en la Cocina. Ahora les invito a que pasen por nuestro blog para que vean las distintas propuestas que nos han hecho las chicas.
También les recuerdo que el próximo 20 de junio volveremos con un nuevo desafío, en ese caso salado, el último antes de las vacaciones de verano.
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