No, no me he vuelto vegetariana ni tampoco me lo estoy planteando. Lo que ocurre es que me gusta probar distintos alimentos y tenía yo mucha curiosidad por la soja texturizada.
Al contrario que el tofu, al que aún no le he cogido el punto, este alimento me ha sorprendido.
Tiene una textura muy parecida al pollo y, combinado con buenos ingredientes, nos sirve como fuente de proteínas en nuestros platos.
En mi caso la he mezclado con las verduras que más habitualmente consumimos en casa y, además, para alegrarlo un poco, le he añadido salsa de soja que le va de lujo.
Los ingredientes que usé fueron:- 80 gr. de soja texturizada (la conseguí en Mercadona).
- Una cebolla.
- Medio pimiento rojo.
- Medio pimiento verde.
- Una zanahoria grandecita.
- Aceite de oliva.
- Seis cucharadas de salsa de soja.
- Cuatro cucharadas de agua.
- Una cucharadita de maicena colmadita.
- Pimienta negra. (No añado sal porque la salsa de soja ya sala bastante).
- Semillas de sésamo para decorar (opcional).
Mientras pelamos la cebolla la cortamos en cuartos y la laminamos.
Raspamos la piel de la zanahoria y quitamos las semillas de los pimientos. Cortamos todo en bastones.
En una sartén con un poco de aceite echamos la cebolla y dejamos que se vaya pochando.
Cuando la cebolla empieza a estar blandita, añadimos el resto de verduras. Dejamos que se vayan cocinando.
Para la salsa, en un bol ponemos seis cucharadas de salsa de soja, cuatro cucharadas de agua, un poco de pimienta negra y la cucharadita de maicena. Removemos bien.
Pasado el tiempo del remojo de la soja la escurrimos bien con un colador.
La incorporamos a la sartén y mezclamos bien.
Vertemos la salsa sobre la soja y las verduras.
Dejamos cocinar durante unos diez minutos, removiendo de vez en cuando.
Servimos y espolvoreamos con unas semillas de sésamos y ya podemos disfrutar.
La verdad es que a simple vista parecen trocitos de pollo.
Una alternativa a la carne que queda deliciosa.