GALLETAS DE CASTAÑA Y CHOCOLATE
viernes, octubre 30, 2020
Mañana, 31 de octubre, se celebra en Canarias la fiesta de los Finaos (finados). Se trata de una fiesta popular en la que se recordaban a las personas fallecidas, con anécdotas y cantares, mientras se compartía una merienda a base de castañas asadas, nueces y almendras y buen vino.
La verdad es que poco queda ya de esas tradiciones aunque sí que hay algunos pueblecitos que las conservan.
En mi caso, y como guiño a esa tradición nuestra, me he animado a preparar unas galletas que no sólo tienen la forma de las castañas, sino que además están elaboradas con harina de castañas. Las he preparado para llevarlas hoy a la clase de mi hija y así recordar esta tradición.
La forma de las castañas las había visto por la red pero para hacer las galletas lo que he hecho es coger la receta que tengo publicada de las galletas tipo María y hacerles unas cuantas modificaciones para hacer éstas.
El resultado les aseguro que es espectacular. Quedan unas galletas crujientes, muy muy ricas y con el saborcito a castaña.
- 250 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
- 180 gr. de azúcar muscovado claro (les dejo una foto. La consigo en Carrefour).
- Un huevo talla L a temperatura ambiente.
- Tres cucharadas de leche a temperatura ambiente.
- Tres gotas de aroma de almendra dulce.
- 300 gr. de harina simple de trigo.
- 250 gr. de harina de castaña (aquí la conseguí en Spar Natural).
- Una pizca de sal.
- 250 gr. de chocolate negro.
- 250 gr. de chocolate con leche.
- Dos cucharadas y media de aceite de girasol.
Vamos cogiendo cada porción estirada y cortamos círculos de 5cm. Los colocamos en una bandeja con papel de horno o con una lámina microperforada como en mi caso.
Con los dedos, y con paciencia, vamos dando forma de castaña a los círculos, haciendo la forma del pico inferior y la parte superior más chata.
Llevamos al horno y cocinamos unos 12 minutos, hasta que veamos que los bordes estén dorados. Dejamos enfriar una par de minutos en la bandeja.
Luego las pasamos a una rejilla y dejamos que se enfríen.
Como ven, a medida que vamos cogiendo el truco la forma nos queda mejor lograda.
Los recortes los vamos juntando, los volvemos a estirar, enfriar y cortar.
Una vez que hayamos horneado todas las galletas, las tenemos dejar que se enfríen por completo antes de hacerles el baño de chocolate.
Para el baño, fundimos al baño maría los dos tipos de chocolate con el aceite.
Vamos introduciendo cada galleta, sin llegar a la parte superior y las movemos de un lado hacia otro para que se forme la curva de arriba. Dejamos escurrir el exceso de chocolate y las ponemos en un bandeja con papel de horno. Las metemos en la nevera para que solidifique bien el chocolate.
Quedan con una forma muy lograda.
Además, como les dije, con un sabor increíble y una textura perfecta.
Para conservarlas, las metemos en una lata metálica y, si hace aún calor como aquí, las metemos en la nevera para que no se derrita el chocolate. Aún estando en la nevera se mantienen bien crujientes.
Y ya tenemos nuestras preciosas galletas terminadas y listas para disfrutarlas.
Unas galletas que enamoran por su apariencia y por su sabor.
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2 No te cortes y deja tu comentario.
Bueno, bueno, menuda delicattessen de galletas y con esa forma que les has dado me encantan !!!
ResponderEliminarUna docenita ya me llevaba bien agusto ja ja.
Un besín Caro y cuidaos mucho.
Seguro que tienen un sabor espectacular. Un besazo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por dejar tu comentario.