Esta tarta la preparé con la intención de publicarla en julio, pero por un pequeño inconveniente no pude hacerlo.
Es tan bonita y tan sencilla que merece la pena ver la luz, así que aprovecho ahora para hacerlo, que además es de esas tartas que apetecen ahora; de sabor suave y bien fresquita.
La técnica que he usado para la peculiar "decoración" la vi en un canal koreano de Youtube, aunque a la hora de elaborarla no he seguido su receta.
Por supuesto que también la podemos hacer sin las ondas, simplemente vertiendo la segunda capa de crema sobre la primera, pero la verdad es que es más sencillo de lo que parece y le da un toque muy elegante a la tarta.
Los ingredientes que usé fueron: (Para un molde de 15 cm)
Para la base:
Para la base, troceamos las galletas y las trituramos en la picadora. Vertemos la mantequilla y seguimos triturando hasta que se forme una pasta.
Cubrimos la base del molde con la mezcla de galletas y mantequilla, presionando bien y dejándola bien lisa. Reservamos en la nevera.
Vamos ahora con la mousse de moras.
Ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua unos diez minutos.
En un bol ponemos el yogur, el azúcar y la pasta de moras y mezclamos bien con varillas manuales.
Calentamos la leche y diluimos en ella la gelatina escurrida. Vertemos sobre la mezcla anterior y removemos bien.
En otro bol montamos la nata (no es necesario que quede bien firme).
Vertemos la nata sobre la mezcla de moras y removemos con movimientos envolventes.
La mezcla estará lista cuando tengamos una mezcla con un color uniforme y sin vetas.
Vertemos la mezcla sobre la base de galletas y llevamos a la nevera al menos durante cuatro horas para que cuaje bien. (Yo suelo hacer una parte por la mañana y la otra por la tarde).
Para hacer las ondas de la decoración vamos a necesitar un sacabolas pequeño. Les dejo una foto de "la herramienta" en cuestión. Si no tienen sacabolas quizás podría utilizarse una cucharilla aunque no lo he probado.
Vamos mojando el sacabolas en un vaso con agua caliente, lo secamos y vamos sacando pequeñas porciones por todo el contorno de la tarta.
Tenemos que asegurarnos que la esquina de cada porción se toque con la siguiente para que les quede el efecto.
Cada vez que vamos a usar el sacabolas lo metemos en el agua caliente y lo secamos.
Una vez que los tengamos todos sacados, limpiamos con cuidado los restos que puedan haber quedado pegados en el acetato.
Reservamos en la nevera.
Por supuesto que las bolitas que sacamos no las tiramos. Las vamos poniendo en un vaso que luego con un poco de crema tenemos un vasito de postre.
Vamos ahora con la mousse de yogur.
Igual que antes, ponemos a hidratar las hojas de gelatina.
Ponemos en un bol el yogur, el azúcar y la vainilla y mezclamos bien.
Diluimos la gelatina escurrida en la leche, vertemos sobre la mezcla de yogur y mezclamos.
En otro bol montamos la nata, la echamos sobre la mezcla y removemos con movimientos envolventes.
Vertemos la mezcla sobre la capa de moras y llevamos a la nevera al menos cuatro horas, aunque yo prefiero siempre tenerla toda la noche.
Un poquito de la mezcla de yogur la vertemos sobre las bolitas de mora que habíamos sacado para disfrutar de un postre individual.
A la hora de servirla solamente nos queda desmoldarla, pasarla a un plato de servir y retirar el acetato.
Y este es el interior, donde también se dibujan las ondas.
Una mezcla de sabores muy rica con una presentación muy llamativa.
Es tan bonita y tan sencilla que merece la pena ver la luz, así que aprovecho ahora para hacerlo, que además es de esas tartas que apetecen ahora; de sabor suave y bien fresquita.
La técnica que he usado para la peculiar "decoración" la vi en un canal koreano de Youtube, aunque a la hora de elaborarla no he seguido su receta.
Por supuesto que también la podemos hacer sin las ondas, simplemente vertiendo la segunda capa de crema sobre la primera, pero la verdad es que es más sencillo de lo que parece y le da un toque muy elegante a la tarta.
Los ingredientes que usé fueron: (Para un molde de 15 cm)
Para la base:
- 100 gr. de galletas tipo digestive.
- 50 gr. de mantequilla derretida.
- 225 gr. de yogur griego sin azúcar.
- 150 gr. de nata para montar bien fría.
- 60 gr. de azúcar.
- Tres hojas y media de gelatina (6 gr.)
- Tres cucharadas de leche.
- 30 gr. de pasta de moras (Si no tienen pasta de moras pueden hacerla en casa poniendo a cocer mermelada de moras hasta que reduzca).
- 150 gr. de yogur griego.
- 100 gr. de nata para montar bien fría.
- 40 gr. de azúcar.
- Dos hojas y media de gelatina (4 gr.)
- Dos cucharadas de leche.
- Una cucharadita de vainilla.
Para la base, troceamos las galletas y las trituramos en la picadora. Vertemos la mantequilla y seguimos triturando hasta que se forme una pasta.
Cubrimos la base del molde con la mezcla de galletas y mantequilla, presionando bien y dejándola bien lisa. Reservamos en la nevera.
Vamos ahora con la mousse de moras.
Ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua unos diez minutos.
En un bol ponemos el yogur, el azúcar y la pasta de moras y mezclamos bien con varillas manuales.
Calentamos la leche y diluimos en ella la gelatina escurrida. Vertemos sobre la mezcla anterior y removemos bien.
En otro bol montamos la nata (no es necesario que quede bien firme).
Vertemos la nata sobre la mezcla de moras y removemos con movimientos envolventes.
La mezcla estará lista cuando tengamos una mezcla con un color uniforme y sin vetas.
Vertemos la mezcla sobre la base de galletas y llevamos a la nevera al menos durante cuatro horas para que cuaje bien. (Yo suelo hacer una parte por la mañana y la otra por la tarde).
Para hacer las ondas de la decoración vamos a necesitar un sacabolas pequeño. Les dejo una foto de "la herramienta" en cuestión. Si no tienen sacabolas quizás podría utilizarse una cucharilla aunque no lo he probado.
Vamos mojando el sacabolas en un vaso con agua caliente, lo secamos y vamos sacando pequeñas porciones por todo el contorno de la tarta.
Tenemos que asegurarnos que la esquina de cada porción se toque con la siguiente para que les quede el efecto.
Cada vez que vamos a usar el sacabolas lo metemos en el agua caliente y lo secamos.
Una vez que los tengamos todos sacados, limpiamos con cuidado los restos que puedan haber quedado pegados en el acetato.
Reservamos en la nevera.
Por supuesto que las bolitas que sacamos no las tiramos. Las vamos poniendo en un vaso que luego con un poco de crema tenemos un vasito de postre.
Vamos ahora con la mousse de yogur.
Igual que antes, ponemos a hidratar las hojas de gelatina.
Ponemos en un bol el yogur, el azúcar y la vainilla y mezclamos bien.
Diluimos la gelatina escurrida en la leche, vertemos sobre la mezcla de yogur y mezclamos.
En otro bol montamos la nata, la echamos sobre la mezcla y removemos con movimientos envolventes.
Vertemos la mezcla sobre la capa de moras y llevamos a la nevera al menos cuatro horas, aunque yo prefiero siempre tenerla toda la noche.
Un poquito de la mezcla de yogur la vertemos sobre las bolitas de mora que habíamos sacado para disfrutar de un postre individual.
A la hora de servirla solamente nos queda desmoldarla, pasarla a un plato de servir y retirar el acetato.
Miren qué bonito queda el efecto de las ondas. Aunque no quede perfecto es muy lucido.
Así es como queda al partir una porción.Una mezcla de sabores muy rica con una presentación muy llamativa.