PIZZA DE GARBANZO
martes, junio 23, 2020
¿Habían imaginado alguna vez que se podía hacer una pizza de garbanzo? Yo no, la verdad. Hasta ahora.
La primera vez que vi esta pizza fue durante el confinamiento, en la cuenta de Instagram de @chefbosquet. Pero, investigando un poco sobre la harina de garbanzo, me tropecé con el blog Nadia´s Healthy Kitchen y vi que la tiene publicada desde el 2015 así que no es tan nueva la idea como yo creía.
Ambos utilizan la misma fórmula para hacerla aunque cambian un poco el procedimiento.
Roberto la cocina íntegramente en el horno y Nadia hace una primera cocción en la sartén y luego acaba en el horno.
En mi caso he hecho de dos formas: una cocinada totalmente en el horno y otra totalmente en la sartén y las dos quedan geniales. La única diferencia que veo es que a la de la sartén no le quedan los bordes crujientes pero ni que decir tiene que es una muy buena opción para evitar encender el horno, sobre todo ahora en verano.
La fórmula base es utilizar el mismo peso de harina de garbanzos y de agua añadiéndole un poco de sal. Yo además le he agregado pimentón y orégano lo que hace que el sabor a garbanzo sea apenas perceptible.
Los ingredientes que usé fueron: (Con estas cantidades sale una pizza grande. Se pueden rebajar. En mi caso con 60 gr. de harina y 60 de agua tengo suficiente.)
Para la masa:
Preparamos una bandeja de horno poniéndole papel y pintándolo con aceite, repartiéndolo con una brocha.
Ponemos en un bol la harina de garbanzo, la sal, el pimentón, el orégano y el agua.
Removemos bien hasta que esté todo completamente integrado. Queda una masa fluida. (La masa la preparamos justo en el momento que vamos a usarla. Si la dejamos reposar se quedará más espesa).
Vertemos la masa sobre la bandeja y la repartimos, ayudados de una espátula o con el dorso de una cuchara, dándole forma circular.
Tenemos que intentar que nos quede uniforme y sin huecos.
Pintamos la superficie con tomate frito y espolvoreamos la mozarella.
Ahora le añadimos los ingredientes que más nos gusten. en este caso le puse cebolla, pimiento rojo, unas rodajas de calabacín que pasé por la plancha y unos trocitos de pollo cocido.
Espolvoreamos con orégano.
Llevamos nuevamente al horno y dejamos cocinar unos 10-15 minutos más, hasta que veamos que los bordes están dorados.
Ahora les explico cómo hacerla en la sartén. Primero pintamos la sartén fría con aceite de oliva.
Vertemos la masa y la repartimos por toda la superficie. (Para esta sartén que es de 24 cm utilicé 60 gr. de harina y 60 de agua).
La ponemos a fuego medio (yo al 6 de 9) y dejamos que se cocine unos cuatro o cinco minutos, hasta que veamos que la masa se queda seca y se despega de la base.
Le damos la vuelta y la tenemos lista para rellenar.
En este caso sólo le puse tomate, queso y orégano.
La tapamos y dejamos cocinar unos cinco minutos más, hasta que veamos que el queso está bien fundido.
Esta es la pizza hecha totalmente en el horno.
Miren de cerca que aspecto tan delicioso tiene.
Y miren la porción. La podemos comer perfectamente con las manos.
Y ésta es la cocinada totalmente en la sartén.
Aunque no queden los bordes crujientes queda también perfecta para disfrutarla.
Un gran descubrimiento sin duda, para "pecar" sin remordimientos.
La primera vez que vi esta pizza fue durante el confinamiento, en la cuenta de Instagram de @chefbosquet. Pero, investigando un poco sobre la harina de garbanzo, me tropecé con el blog Nadia´s Healthy Kitchen y vi que la tiene publicada desde el 2015 así que no es tan nueva la idea como yo creía.
Ambos utilizan la misma fórmula para hacerla aunque cambian un poco el procedimiento.
Roberto la cocina íntegramente en el horno y Nadia hace una primera cocción en la sartén y luego acaba en el horno.
En mi caso he hecho de dos formas: una cocinada totalmente en el horno y otra totalmente en la sartén y las dos quedan geniales. La única diferencia que veo es que a la de la sartén no le quedan los bordes crujientes pero ni que decir tiene que es una muy buena opción para evitar encender el horno, sobre todo ahora en verano.
La fórmula base es utilizar el mismo peso de harina de garbanzos y de agua añadiéndole un poco de sal. Yo además le he agregado pimentón y orégano lo que hace que el sabor a garbanzo sea apenas perceptible.
Los ingredientes que usé fueron: (Con estas cantidades sale una pizza grande. Se pueden rebajar. En mi caso con 60 gr. de harina y 60 de agua tengo suficiente.)
Para la masa:
- 100 gr. de harina de garbanzo 100%. (La primera vez la compré en un herbolario pero hace pocas semanas la vi en Mercadona y la compré allí).
- 100 gr. de agua.
- Un cucharilla de sal.
- Una cucharilla de pimentón (yo pongo ahumado).
- Orégano al gusto.
- Aceite de oliva para pintar el papel o la sartén.
- Tomate frito.
- Queso mozarella rallado.
- Todo lo que te apetezca ponerle.
- Orégano.
Preparamos una bandeja de horno poniéndole papel y pintándolo con aceite, repartiéndolo con una brocha.
Ponemos en un bol la harina de garbanzo, la sal, el pimentón, el orégano y el agua.
Removemos bien hasta que esté todo completamente integrado. Queda una masa fluida. (La masa la preparamos justo en el momento que vamos a usarla. Si la dejamos reposar se quedará más espesa).
Vertemos la masa sobre la bandeja y la repartimos, ayudados de una espátula o con el dorso de una cuchara, dándole forma circular.
Tenemos que intentar que nos quede uniforme y sin huecos.
La metemos en el horno y la dejamos cocinar durante cinco minutos. La sacamos, dejamos enfriar un poco, más que nada para no quemarnos, y le damos la vuelta.
Ahora sólo queda rellenarla.Pintamos la superficie con tomate frito y espolvoreamos la mozarella.
Ahora le añadimos los ingredientes que más nos gusten. en este caso le puse cebolla, pimiento rojo, unas rodajas de calabacín que pasé por la plancha y unos trocitos de pollo cocido.
Espolvoreamos con orégano.
Llevamos nuevamente al horno y dejamos cocinar unos 10-15 minutos más, hasta que veamos que los bordes están dorados.
Ahora les explico cómo hacerla en la sartén. Primero pintamos la sartén fría con aceite de oliva.
Vertemos la masa y la repartimos por toda la superficie. (Para esta sartén que es de 24 cm utilicé 60 gr. de harina y 60 de agua).
La ponemos a fuego medio (yo al 6 de 9) y dejamos que se cocine unos cuatro o cinco minutos, hasta que veamos que la masa se queda seca y se despega de la base.
Le damos la vuelta y la tenemos lista para rellenar.
En este caso sólo le puse tomate, queso y orégano.
La tapamos y dejamos cocinar unos cinco minutos más, hasta que veamos que el queso está bien fundido.
Esta es la pizza hecha totalmente en el horno.
Miren de cerca que aspecto tan delicioso tiene.
Y miren la porción. La podemos comer perfectamente con las manos.
Y ésta es la cocinada totalmente en la sartén.
Aunque no queden los bordes crujientes queda también perfecta para disfrutarla.
Un gran descubrimiento sin duda, para "pecar" sin remordimientos.
2 No te cortes y deja tu comentario.
Woww menuda delicia de plato
ResponderEliminarEspectacular Carolina!!
ResponderEliminarYa me ha picado la curiosidad de saber cómo queda, así que no voy a tardar en prepararla.
Besossss
Muchísimas gracias por dejar tu comentario.