TARTA HELADA DE YUZU Y MORA (8º ANIVERSARIO DESAFÍO EN LA COCINA)
miércoles, mayo 20, 2020
Pues por aquí estoy de nuevo después de este parón casi que obligado.
Cuando empezamos con esta situación pensé que igualmente seguiría publicando en el blog, pero en mi caso, al contrario que el resto de los mortales, en estos días de confinamiento he cocinado lo justo y básicamente platos muy sencillos y ligeros. Estaba claro que la energía que íbamos a quemar iba a bajar bastante así que he dejado de lado los platos muy elaborados y los dulces, salvo en contadas ocasiones como mi propio cumpleaños.
Bueno, y para la vuelta no podía haber otra excusa que celebrar el 8º Aniversario de nuestro grupo Desafío en la Cocina. Son muchos años ya y no podíamos dejar de celebrarlo aunque fuera de manera sencilla.
Además, también queremos aprovechar este Desafío para hacer nuestro pequeño homenaje a todos los sanitarios de este país, que les ha tocado estar en primera línea luchando contra el virus y, en particular, a nuestra enfermera favorita, M. Luz, del blog Trasteando en mi cocina, una de nuestras Boss como cariñosamente nos llaman las chicas.
Hemos pedido a las chicas que para este Desafío tan especial preparen Tartas Heladas. Ahora que se acerca el buen tiempo es un postre perfecto para rematar una comida.
En mi caso, como la mayoría de las chicas, me he apañado con lo que tenía en mi casa para hacer la tarta.
Tenía en la nevera unos botes de pasta de yuzu y de moras de otras preparaciones y con ellas preparé una tarta muy sencilla pero con una combinación de sabores muy rica y, por supuesto, fresquita.
Ni que decir tiene que podemos utilizar distintas pastas de fruta y, utilizando la receta base, obtener distintos sabores de helado.
Los ingredientes que usé fueron: (Para un molde de 15 cm.)
Para la base:
Forramos los laterales con una tira de acetato ancha o, en su defecto, con papel de horno.
Para la base, troceamos los conos de helado y los ponemos en la picadora. Trituramos.
Añadimos la mantequilla derretida y seguimos mezclando hasta que se forme una pasta.
Llevamos al molde y repartimos bien por toda la base, presionando para que quede apretadita.
Ponemos en el cogelador mientras preparamos las cremas.
Las dos cremas se preparan de igual manera. Prepararemos primero la que queremos que vaya en la parte inferior y luego la que irá en la parte superior.
Ponemos en un bol el queso crema, la leche condensada y la pasta de fruta.
Mezclamos con varillas hasta que esté integrado todo.
En otro bol ponemos la nata y la montamos. No es necesario que nos quede muy firme. Cuando ya vemos que al batir hace surcos es suficiente.
Volcamos la nata sobre el bol con el queso, leche y pasta de fruta.
Removemos con movimientos envolventes hasta que esté homogéneo.
Vertemos la primera crema en el molde, dejando un poco sin añadir. En mi caso lo que hice fue añadir cinco cucharadas medidas con una cuchara de servir helados.
Llevamos al congelador durante unos 30-45 minutos, para que se ponga un poco firme.
Vertemos la segunda crema, reservando también un poco. Alisamos y llevamos al congelador.
Los restos de crema que nos han quedado los ponemos en un bol pequeño de manera alterna. Luego los mezclamos un poco con un palillo. Esta mezcla la utilizaremos para la decoración.
La llevamos al congelador lo suficiente para que coja un poco de cuerpo y la podamos manejar con una manga.
Ponemos la mezcla en una manga con una boquilla de estrella.
Hacemos unos rosetones de la crema alrededor de la tarta. En mi caso se me congeló demasiado y me costó un poco pero lo conseguí.
Llevamos la tarta al congelador hasta el día siguiente para que congele bien.
Cuando la vayamos a servir solamente tendremos que desmoldarla, retirar el acetato y ponerla en un plato de servir.
En mi caso, sobre cada rosetón le coloqué unos arándanos que tenía congelados.
Pues esta es mi propuesta para este Desafío especial del 8º Aniversario.
Ahora les invito a que se pasen por el blog Desafío en la Cocina para que vean las distintas tartas que han preparado las chicas. Van a encontrar un montón de ideas para hacer un rico y fresco postre.
Cuando empezamos con esta situación pensé que igualmente seguiría publicando en el blog, pero en mi caso, al contrario que el resto de los mortales, en estos días de confinamiento he cocinado lo justo y básicamente platos muy sencillos y ligeros. Estaba claro que la energía que íbamos a quemar iba a bajar bastante así que he dejado de lado los platos muy elaborados y los dulces, salvo en contadas ocasiones como mi propio cumpleaños.
Bueno, y para la vuelta no podía haber otra excusa que celebrar el 8º Aniversario de nuestro grupo Desafío en la Cocina. Son muchos años ya y no podíamos dejar de celebrarlo aunque fuera de manera sencilla.
Además, también queremos aprovechar este Desafío para hacer nuestro pequeño homenaje a todos los sanitarios de este país, que les ha tocado estar en primera línea luchando contra el virus y, en particular, a nuestra enfermera favorita, M. Luz, del blog Trasteando en mi cocina, una de nuestras Boss como cariñosamente nos llaman las chicas.
Hemos pedido a las chicas que para este Desafío tan especial preparen Tartas Heladas. Ahora que se acerca el buen tiempo es un postre perfecto para rematar una comida.
En mi caso, como la mayoría de las chicas, me he apañado con lo que tenía en mi casa para hacer la tarta.
Tenía en la nevera unos botes de pasta de yuzu y de moras de otras preparaciones y con ellas preparé una tarta muy sencilla pero con una combinación de sabores muy rica y, por supuesto, fresquita.
Ni que decir tiene que podemos utilizar distintas pastas de fruta y, utilizando la receta base, obtener distintos sabores de helado.
Los ingredientes que usé fueron: (Para un molde de 15 cm.)
Para la base:
- 100 gr. de conos de helado. (En su defecto podemos utilizar galletas tipo digestive o maría).
- 75 gr. de mantequilla derretida.
- 150 gr. de queso crema.
- 150 gr. de leche condensada.
- 50 gr. de pasta de yuzu.
- 200 ml. de nata para montar bien fría.
- 150 gr. de queso crema.
- 150 gr. de leche condensada.
- 50 gr. de pasta de mora.
- 200 ml. de nata para montar bien fría.
Forramos los laterales con una tira de acetato ancha o, en su defecto, con papel de horno.
Para la base, troceamos los conos de helado y los ponemos en la picadora. Trituramos.
Añadimos la mantequilla derretida y seguimos mezclando hasta que se forme una pasta.
Llevamos al molde y repartimos bien por toda la base, presionando para que quede apretadita.
Ponemos en el cogelador mientras preparamos las cremas.
Las dos cremas se preparan de igual manera. Prepararemos primero la que queremos que vaya en la parte inferior y luego la que irá en la parte superior.
Ponemos en un bol el queso crema, la leche condensada y la pasta de fruta.
Mezclamos con varillas hasta que esté integrado todo.
En otro bol ponemos la nata y la montamos. No es necesario que nos quede muy firme. Cuando ya vemos que al batir hace surcos es suficiente.
Volcamos la nata sobre el bol con el queso, leche y pasta de fruta.
Removemos con movimientos envolventes hasta que esté homogéneo.
Vertemos la primera crema en el molde, dejando un poco sin añadir. En mi caso lo que hice fue añadir cinco cucharadas medidas con una cuchara de servir helados.
Llevamos al congelador durante unos 30-45 minutos, para que se ponga un poco firme.
Vertemos la segunda crema, reservando también un poco. Alisamos y llevamos al congelador.
Los restos de crema que nos han quedado los ponemos en un bol pequeño de manera alterna. Luego los mezclamos un poco con un palillo. Esta mezcla la utilizaremos para la decoración.
La llevamos al congelador lo suficiente para que coja un poco de cuerpo y la podamos manejar con una manga.
Ponemos la mezcla en una manga con una boquilla de estrella.
Hacemos unos rosetones de la crema alrededor de la tarta. En mi caso se me congeló demasiado y me costó un poco pero lo conseguí.
Llevamos la tarta al congelador hasta el día siguiente para que congele bien.
Cuando la vayamos a servir solamente tendremos que desmoldarla, retirar el acetato y ponerla en un plato de servir.
En mi caso, sobre cada rosetón le coloqué unos arándanos que tenía congelados.
Además, como estamos celebrando nuestro 8º Aniversario, hice un ocho con un poco de merengue horneado y se lo coloqué en lo alto.
Miren qué rico se ve el corte. La verdad que la combinación de sabores queda deliciosa.Pues esta es mi propuesta para este Desafío especial del 8º Aniversario.
Ahora les invito a que se pasen por el blog Desafío en la Cocina para que vean las distintas tartas que han preparado las chicas. Van a encontrar un montón de ideas para hacer un rico y fresco postre.
9 No te cortes y deja tu comentario.
Sencillamente espectacular!!!
ResponderEliminarMadre mía, que manos tienes, me encantan todas tus tartas. Bu beso muy fuerte,
ResponderEliminarQue bonita.
ResponderEliminarMe gusta el yuzu.
1 saludito
Pintaza tiene esta tarta!!.bonita y rica!! Bs.
ResponderEliminarUna tarta deliciosa!! Madre mía que buena tiene que estar!! Por algo eres la reina de las tartas!!
ResponderEliminarUn besazo!!
Eres una artista. Muchas gracias por seguir adelante con el blog, el cual he descubierto relativamente hace poco tiempo. Mi mujer está superando las secuelas de un tratamiento contra el cáncer y necesita coger peso. Comer dulce le viene bien para ello, pero resulta que con cosas tan simples como un flan, pudding o arroz con leche no puede... Sin embargo las tartas de mousse le entran de maravilla, así que en tu blog he encontrado un filón inagotable. Ya le he hecho algunas de ellas. Gracias de nuevo.
ResponderEliminarMenos mal que está hecha con lo que tenías por casa...tiene una pinta muy buena y. como todas tus tartas, es muy bonita!
ResponderEliminarQue pinta más deliciosa tiene, me encanta!! Un abrazo y espero que estéis todos bien 🙏 un abrazo 😘
ResponderEliminarUna vez mas demuestras lo artista que eres con la manga pastelera, y con todo lo dulce en general. Esta tarta debe de ser increíble. Un beso
ResponderEliminarMuchísimas gracias por dejar tu comentario.