TARTA DE QUESO Y CREMA CATALANA (80º DESAFÍO EN LA COCINA)

jueves, febrero 20, 2020

La propuesta que nos ha hecho Rocío, de Chismes y Cacharros, para este 80º Desafío en la Cocina es que preparemos Tartas de queso.

Solamente nos ha dado una premisa y es que la tarta tiene que ser horneada. No nos valen las tartas de queso cuajadas en frío.

En mi caso me he tenido que devanar un poco los sesos porque ya son unas cuantas las tartas de queso que tengo publicadas en el blog. Incluso, algunos de los Desafíos pasados, los he versionado en tartas de queso como es el caso de la Baklava Cheesecake o la Cheesecake Selva Negra.

Tengo que confesar que eso no ha sido un problema para mí porque las adoro.

En esta ocasión me la he jugado un poco porque no estaba segura de que el experimento funcionara. Pero funcionó y vaya que si funcionó.

Queda una tarta con una textura muy cremosa y un sabor espectacular. Les aseguro que la que les traigo hoy es una de las tartas de queso más rica que he hecho.

Los ingredientes que usé fueron: (Para un molde de 15 cm)

Para la crema catalana: Pincha aquí para ver como prepararla

Medio litro de leche.
Dos yemas de huevo L.
100 gr. de azúcar.
Una cucharada sopera de maicena.
Un palo de canela.
Piel de limón.

Para la base:

100 gr. de galletas tipo digestive.
40 gr. de mantequilla derretida.

Para la tarta de queso: (Todos los ingredientes a temperatura ambiente).

300 gr. de queso crema.
50 gr. de azúcar.
Un huevo.
35 gr. de harina.
200 ml. de crema catalana.

Para la cobertura:

El resto de la crema catalana.
Una cucharada de postre de maicena.
Un poco de leche.
Azúcar para espolvorear y quemar (opcional).

Lo primer que haremos será preparar la crema catalana porque necesitamos que esté fría cuando vayamos a usarla. Pincha aquí para ver como hacerla.
Una vez esté lista, la cubrimos con papel film, pegado a la crema y dejamos que se enfríe.

Ponemos el horno a calentar a 180º.
Preparamos el molde, engrasando los laterales y forrando la base con papel de horno.

Ponemos las galletas troceadas en la picadora y las trituramos.
Añadimos la mantequilla derretida y seguimos triturando hasta que se forme una pasta.

La echamos en el molde y la aplastamos con las manos, cubriendo toda la base.
Reservamos en la nevera mientras preparamos el resto.

Vamos ahora con el interior de la tarta. A mi me gusta hacerlo a mano.
En un bol ponemos el queso con el azúcar y batimos con varillas manuales hasta que esté cremoso.

Añadimos el huevo y seguimos batiendo hasta que se integre.

Tamizamos el harina sobre el bol y mezclamos hasta que no hayan grumos.

Por último vertemos los 200 ml. de crema catalana y mezclamos bien.

Echamos la mezcla en el molde y damos un golpecito para eliminar las posibles burbujas.

Llevamos al horno y cocinamos durante 40-45 minutos, hasta que vamos que se ha hinchado y está dorada por los bordes.
Apagamos el horno y dejamos la puerta entreabierta sujeta con una cuchara de madera. Dejamos que se enfríe por completo en el interior del horno.
Luego la llevamos a la nevera hasta el día siguiente. Es importante que al menos esté ocho horas en la nevera.

Para la cobertura, calentamos la crema catalana que nos quedó.
Disolvemos en un poco de leche la maicena, la echamos en la crema y llevamos al fuego nuevamente, sin dejar de remover, para que espese. Cubrimos con papel film a piel y dejamos que se enfríe, primero a temperatura ambiente y luego en la nevera.
Este paso lo podemos hacer cuando preparamos la crema al principio. Preparamos la crema, apartamos los 200 ml. del relleno y espesamos el resto. Yo lo hice así porque fue luego que me dí cuenta que la crema de la cobertura necesitaba un poco más de cuerpo para que aguantara bien.

Una vez la tarta reposada en frío, la sacamos, la desmoldamos y la pasamos al plato de servir.

Batimos un poco con varillas manuales la crema de la cobertura. La metemos en una manga con boquilla de estrella y la repartimos sobre la tarta.

Como primera opción la podemos dejar así, tal cual.

Como segunda opción, podemos espolvorear un poco de azúcar por la superficie y quemarla con un soplete de cocina, hasta que haga costra. En mi caso no hizo demasiada porque mi soplete se quedó sin gas.

Miren qué presencia más bonita tiene.

Y así queda cuando la cortamos.

Queda con una textura muy cremosa y un sabor muy muy rico.

Si quieren probarla no tienen más que abrir la boca.

Pues esta es mi propuesta para este 80º Desafío en la Cocina. Ahora les invito a que pasen por nuestro blog, pinchando aquí, para que vean las ricas tartas de queso que han preparado nuestras compañeras. Van a tener un buen muestrario donde elegir.
Además les recuerdo que el próximo 20 de marzo volverá el Desafío con una propuesta salada que nos vendrá de la mano de M. Luz, de Trasteando en mi cocina.

Carolina López Rodríguez

Las recetas que he ido seleccionando para este blog han sido las que he considerado más sencillitas y rápidas, aunque de vez en cuando me atrevo con alguna un poco más elaborada.
Espero que les gusten y si a alguien les son útiles me alegraré mucho.