ROSCOS DE VINO

martes, diciembre 17, 2019

En los inicios de este blog yo me resistía a preparar dulces navideños tradicionales, más que nada, porque no eran mis favoritos. Sin embargo, una vez hechos en casa, he cambiado totalmente de opinión. Ya pueden encontrar en el blog Marquesas, Nevaditos y morenitos y Hojaldrinas.
Hoy les traigo unos roscos de vino que ya les adelanto que son una auténtica delicia. Y también les adelanto que no serán los últimos dulces navideños que les traiga.
Los ingredientes que usé fueron:

500 gr. de harina.
200 ml. de aceite de oliva suave.
125 ml. de vino dulce (la receta original era con Málaga virgen y yo usé Pedro Ximénez).
15 gr. de anís dulce (del mono de toda la vida).
100 gr. de azúcar glass.
Ralladura de medio limón.
Piel de medio limón.
30 gr. de sésamo tostado.
Una cucharada de matalauva (anís en grano).
Una cucharada de canela en polvo.
Azúcar glass para rebozar los roscos.

En un calentador ponemos el aceite con la matalauva y la piel de limón. Llevamos al fuego hasta que se caliente, sin que llegue a hervir. Apagamos y dejamos que se enfríe.

Precalentamos el horno a 180º.
En un bol ponemos el harina.

Retiramos la piel de limón del aceite y la echamos, junto con la matalauva, sobre el harina. Removemos bien con una cuchara de madera.

Añadimos ahora el vino, el anís dulce, el sésamo, la ralladura de limón, la canela y el azúcar tamizado.

Primero mezclamos con la cuchara de madera y luego con la mano para juntar bien la masa.

Ponemos la masa sobre papel de horno y la estiramos con un grosor de un 1,5 cm.

Con un cortador o un vaso cortamos los círculos. Cortamos también el círculo central. Yo utilicé un descorazonador de manzanas pero nos puede valer un tapón pequeño.

Colocamos los roscos en la bandeja de horno cubierta con papel o un tapete de silicona.

Llevamos al horno y cocinamos durante 25 minutos, hasta que veamos que están doraditos.
Los sacamos y los dejamos enfriar 5 minutos en la bandeja.

Los vamos rebozando en azúcar glass y los dejamos que se enfríen completamente en una rejilla.

Ya tenemos nuestros ricos roscos listos para disfrutarlos.

Si queremos los podemos envolver con papel de polvorones.

Para conservarlos, que además aguantan muchos días, lo ideal es meterlos en una lata bien tapados.

Miren lo riquísimos que se ven al darles un mordisco.

Quedan muy muy ricos, con el sabor tan particular que les caracteriza.
Fuente: Más dulce que salado

Carolina López Rodríguez

Las recetas que he ido seleccionando para este blog han sido las que he considerado más sencillitas y rápidas, aunque de vez en cuando me atrevo con alguna un poco más elaborada.
Espero que les gusten y si a alguien les son útiles me alegraré mucho.