CHEESECAKE CON MANZANA CARAMELIZADA

viernes, noviembre 01, 2019

Aunque el otoño se resiste a hacer acto de presencia por estos lares yo hoy les traigo una rica tarta con aires otoñales.
La mezcla de tarta de queso con la manzana caramelizada resulta simplemente maravillosa.
Los ingredientes que usé fueron: (Para un molde de 15 cm)
Para la manzana caramelizada:

Dos manzanas.
Dos cucharadas de azúcar moreno.
Un trozo de mantequilla como del tamaño de una nuez.
Canela al gusto.

Para la base:

100 gr. de galletas tipo digestive.
40 gr. de mantequilla derretida.

Para la mezcla de queso: (Todos los ingredientes a temperatura ambiente).

300 gr. de queso crema.
85 gr. de azúcar.
Un huevo talla L.
35 gr. de harina.
200 ml. de nata para montar.
Una cucharadita de vainilla.
Dos o tres cucharadas de manzanas caramelizadas.

Empezaremos preparando las manzanas para que vayan enfriando.
En una sartén ponemos las manzanas peladas y cortadas en láminas, la mantequilla, el azúcar y la canela.

Removemos y dejamos cocinar tapado a fuego medio diez minutos.
Luego destapamos y dejamos cocinar más o menos diez minutos más, hasta que la manzana esté blanda pero no se deshaga.
Dejamos enfriar.

Precalentamos el horno a 180º.
Preparamos el molde poniéndole papel en la base y engrasando las paredes.

Trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla derretida hasta que podamos formar una pasta.

La echamos en el molde y la repartimos bien en la base, apretando para que quede bien compactada. Metemos en la nevera mientras preparamos la mezcla de queso.

En un bol ponemos el queso y el azúcar y mezclamos bien con varillas manuales.

Añadimos el huevo y la vainilla y mezclamos bien.

Tamizamos el harina sobre la mezcla y volvemos a mezclar hasta que no queden grumos.

Vertemos ahora la nata y mezclamos hasta que esté todo integrado.

Por último, añadimos dos o tres cucharadas de las manzanas en la mezcla y damos unas vueltas más.

Vertemos la mezcla en el molde y llevamos al horno durante unos 35-40 minutos, hasta que veamos que está dorada e inflada.

Apagamos el horno y dejamos que se enfríe dentro con la puerta entreabierta.
La sacamos y la llevamos a la nevera hasta el día siguiente.

Al día siguiente, desmoldamos la tarta y la pasamos al plato de servir.

Decoramos la parte superior con las manzanas que nos quedaron.

Volvemos a meterla en la nevera hasta el momento de consumirla.

Miren que pinta más estupenda que se ve.

Al cortarla se pueden apreciar los trocitos de manzana en su interior.

Además, miren de cerquita lo cremosa que queda.

Como les dije al principio, una tarta simplemente deliciosa.

Carolina López Rodríguez

Las recetas que he ido seleccionando para este blog han sido las que he considerado más sencillitas y rápidas, aunque de vez en cuando me atrevo con alguna un poco más elaborada.
Espero que les gusten y si a alguien les son útiles me alegraré mucho.