TARTA DE POLVITO URUGUAYO
viernes, junio 14, 2019
Hace tiempo que les traje la receta del Polvito uruguayo, un postre bastante típico por estas tierras.
También hace tiempo que tenía yo metida en la cabeza la idea de hacer este postre en formato tarta, pero sin alterarle los ingredientes principales.
Me decidí a hacerla para mi cumpleaños, que fue en abril.
Tengo que reconocer que la hice con el temor de que no se fuera a sostener pero, para mi sorpresa, y sin necesidad de añadirle gelatina, aguantó como una campeona. Eso sí, no tiene precisamente un corte muy limpio, pero les aseguro que ese no es un problema para disfrutar de ella.
Es una tarta muy fácil de hacer, sin necesidad de usar el horno, lo que la hace estupenda para el verano.
Los ingredientes que usé fueron: (para un molde de 20 cm).
Para la base:
En una picadora ponemos las galletas de la base troceadas y las trituramos hasta reducirlas a polvo.
Añadimos la mantequilla, que habremos derretido previamente, y seguimos mezclando hasta que se nos forme una pasta.
Forramos la base y los laterales del molde con la mezcla de galletas, presionando bien para que quede bien compacta. Yo me ayudo de una taza medidora.
Llevamos al congelador mientras preparamos el relleno.
Para el relleno, ponemos la nata y el queso en un bol y los montamos con varillas eléctricas.
Troceamos los suspiros con las manos, dejando trozos de distinto tamaño.
Preparamos la crema en una manga pastelera, el dulce de leche también en una manga. También trituramos las galletas.
Empezando poniendo una capa de crema sobre la base de la tarta.
Espolvoreamos un poco de los suspiros troceados.
Regamos con el dulce de leche y, sobre él, espolvoreamos un poco de la galleta molida.
Seguimos formando capas de la misma manera y terminamos cubriendo la tarta con una capa de galletas trituradas.
Reservamos la crema que nos quede.
Dejamos en la nevera unas cuantas horas.
Desmoldamos nuestra tarta y la decoramos con la crema restante.
En este caso, para la decoración hice unas motas de crema sobre el borde superior de la tarta, pinté cada mota con una gotita de dulce de leche y dibujé unas líneas, también con dulce de leche, sobre la galleta del centro.
Y miren el corte, que aunque no sea limpio resulta de lo más apetecible.
Fácil, rápida y deliciosa.
También hace tiempo que tenía yo metida en la cabeza la idea de hacer este postre en formato tarta, pero sin alterarle los ingredientes principales.
Me decidí a hacerla para mi cumpleaños, que fue en abril.
Tengo que reconocer que la hice con el temor de que no se fuera a sostener pero, para mi sorpresa, y sin necesidad de añadirle gelatina, aguantó como una campeona. Eso sí, no tiene precisamente un corte muy limpio, pero les aseguro que ese no es un problema para disfrutar de ella.
Es una tarta muy fácil de hacer, sin necesidad de usar el horno, lo que la hace estupenda para el verano.
Los ingredientes que usé fueron: (para un molde de 20 cm).
Para la base:
- 300 gr. de galletas tipo digestive.
- 120 gr. de mantequilla.
- 500 ml. de nata vegetal bien fría. (Puedes comprarla en La cocinita cupcakes).
- 150 gr. de queso mascarpone.
- Dulce de leche (dos o tres cucharadas).
- Suspiros (seis o siete).
- Galletas trituradas (10 o 12).
En una picadora ponemos las galletas de la base troceadas y las trituramos hasta reducirlas a polvo.
Añadimos la mantequilla, que habremos derretido previamente, y seguimos mezclando hasta que se nos forme una pasta.
Forramos la base y los laterales del molde con la mezcla de galletas, presionando bien para que quede bien compacta. Yo me ayudo de una taza medidora.
Llevamos al congelador mientras preparamos el relleno.
Para el relleno, ponemos la nata y el queso en un bol y los montamos con varillas eléctricas.
Troceamos los suspiros con las manos, dejando trozos de distinto tamaño.
Preparamos la crema en una manga pastelera, el dulce de leche también en una manga. También trituramos las galletas.
Empezando poniendo una capa de crema sobre la base de la tarta.
Espolvoreamos un poco de los suspiros troceados.
Regamos con el dulce de leche y, sobre él, espolvoreamos un poco de la galleta molida.
Seguimos formando capas de la misma manera y terminamos cubriendo la tarta con una capa de galletas trituradas.
Reservamos la crema que nos quede.
Dejamos en la nevera unas cuantas horas.
Desmoldamos nuestra tarta y la decoramos con la crema restante.
En este caso, para la decoración hice unas motas de crema sobre el borde superior de la tarta, pinté cada mota con una gotita de dulce de leche y dibujé unas líneas, también con dulce de leche, sobre la galleta del centro.
A pesar de lo sencilla que es, queda con una presencia increíble.
Miren que bonita se ve esa base de galletas y esa decoración. Y además mucho más estable de lo que en principio pueda parecer.Y miren el corte, que aunque no sea limpio resulta de lo más apetecible.
Fácil, rápida y deliciosa.
1 No te cortes y deja tu comentario.
Es cierto que muchas veces las fotos no le hacen justicia a los platos pero solo con ver los ingredientes y la foto del corte ya me tienes salibando.
ResponderEliminarSe ve divinisimaaaaaaa y no dudo ni un segundo que este de rexupete.
Con tu permiso me llevo tu receta a mi larguisima lista de pendientes.
Bicos mil y feliz finde wapa.
Muchísimas gracias por dejar tu comentario.