TARTA SELVA NEGRA
viernes, abril 26, 2019
En el Desafío en la Cocina del mes de marzo tuvimos que preparar postres Selva Negra, propuesta que además hice yo al resto del grupo.
En mi caso, publiqué para esa ocasión la Cheesecake Selva Negra, pero no fue la única versión que hice.
No pude resistirme a la tentación y también hice la versión en tarta, que es la que les muestro hoy.
Fue una de las tartas que serví el día de mi cumpleaños. Además, en este caso, probé a congelarla una vez montada. La dejé en la nevera unas 24 horas antes de servirla y se quedó fantástica. La única pega, por ponerle alguna, es que con el congelado la decoración se estropea un poco, pero nada que no se pueda arreglar con unos retoques. En cualquier caso, sí que recomiendo que si optan por congelar una tarta lo hagan con la tarta montada pero sin decorar y una vez descongelada ya la decoran.
Los ingredientes que usé fueron:
Para los bizcochos:
Para el sourcream ponemos la nata en un vaso y añadimos el zumo de limón.
Para el buttermilk ponemos la leche templada y el zumo de limón en un vaso.
Dejamos reposar ambos unos diez minutos.
Mientras vamos preparando los moldes (son de 23 cm), engrasándolos y forrando la base con papel de horno. También ponemos a calentar el horno a 180º.
Añadimos el azúcar y el café soluble y removemos bien. Éstos serán los ingredientes secos.
En otro bol cascamos los huevos y añadimos el aceite, el sourcream, la buttermilk y la vainilla.
Batimos con varillas eléctricas hasta que esté todo integrado.
Vertemos la mezcla sobre el bol de los secos y también echamos el café caliente.
Batimos lo justo hasta que tengamos todo integrado y sin grumos.
Repartimos la mezcla en los tres moldes, tratando que tengan la misma cantidad.
Horneamos cada bizcocho unos 18-20 minutos, hasta que al pincharlo con un palo de brocheta salga limpia.
Dejamos enfriar en el molde durante media hora y luego desmoldamos sobre una rejilla y dejamos enfriar completamente.
Si los vamos a guardar hasta el día siguiente, los envolvemos en papel film y los dejamos a temperatura ambiente.
Para el relleno de cerezas, ponemos en un caldero el azúcar y la maicena y mezclamos bien.
Vertemos el agua y removemos hasta que no queden grumos.
Llevamos al fuego y, sin dejar de remover, esperamos a que se disuelva el azúcar.
Echamos las cerezas congeladas y removemos bien.
Dejamos a fuego medio, removiendo de vez en cuando, hasta que la mezcla espese. Al pasar la cuchara por el fondo tiene que dejar el camino.
Apagamos y cubrimos con papel film, tocando la crema.
Dejamos enfriar a temperatura ambiente y luego en la nevera.
Para la nata montada, ponemos la nata en un bol junto con la vainilla.
Montamos hasta que esté bien firme.
Metemos la nata en una manga con boquilla redonda. Reservamos en la nevera.
Ya con todo preparado, podemos empezar a montar la tarta.
Ponemos uno de los bizcochos sobre una bandeja.
Dibujamos un círculo de nata por el borde exterior.
Rellenamos el interior del círculo con la mezcla de cerezas.
Sobre ellas rellenamos con nata y alisamos con una espátula.
Colocamos el siguiente bizcocho y repetimos la operación y colocamos el último bizcocho.
Damos una primera capa de nata sobre toda la tarta, bien fina, y llevamos a la nevera al menos media hora.
Ahora le damos una segunda capa bien gruesa de nata y la alisamos ayudándonos de una espátula.
Llevamos a la nevera.
Para la cobertura de chocolate, ponemos la nata y el chocolate troceado en un bol y lo derretimos en el microondas en intervalos de 15 o 20 segundos.
Lo metemos en una bolsita para verterlo mejor y lo dejamos enfriar un poco.
Cortamos la puntita de la bolsa y repartimos el chocolate sobre el borde exterior y la parte superior de la tarta.
Con una espátula lo extendemos bien y le podemos hacer unas muescas decorativas.
El resto de la nata la metemos en una manga con boquilla rizada y hacemos unos rosetones sobre la tarta. Sobre cada uno de ellos colocamos una cereza.
Reservamos nuestra tarta en la nevera hasta el momento de servirla. Yo recomiendo hacerla el día antes para que así se asiente bien.
La jugosidad de los bizcochos mezclada con la crema de cerezas y la nata es una combinación maravillosa.
En mi caso, publiqué para esa ocasión la Cheesecake Selva Negra, pero no fue la única versión que hice.
No pude resistirme a la tentación y también hice la versión en tarta, que es la que les muestro hoy.
Fue una de las tartas que serví el día de mi cumpleaños. Además, en este caso, probé a congelarla una vez montada. La dejé en la nevera unas 24 horas antes de servirla y se quedó fantástica. La única pega, por ponerle alguna, es que con el congelado la decoración se estropea un poco, pero nada que no se pueda arreglar con unos retoques. En cualquier caso, sí que recomiendo que si optan por congelar una tarta lo hagan con la tarta montada pero sin decorar y una vez descongelada ya la decoran.
Los ingredientes que usé fueron:
Para los bizcochos:
- 220 gr. de harina.
- 65 gr. de cacao puro sin azúcar.
- 300 gr. de azúcar.
- Dos cucharaditas de bicarbonato.
- Una cucharadita de levadura tipo Royal.
- Una cucharadita de sal.
- Dos cucharaditas de café soluble.
- 120 ml. de aceite de girasol.
- Dos huevos talla L a temperatura ambiente.
- Dos cucharaditas de vainilla.
- 180 gr. de sour cream (200 ml. de nata para montar fría, zumo de medio limón, un poco de sal).
- 120 ml. de buttermilk (120 ml de leche tibia, una cucharadita de zumo de limón).
- 120 ml. de café caliente.
- 500 gr. de cerezas congeladas deshuesadas (las conseguí en 5 océanos).
- 100 gr. de azúcar.
- Cuatro cucharadas rasas de maicena.
- 60 ml. de agua.
- 700 ml. de nata vegetal bien fría. (azucarada)
- Una cucharadita de vainilla líquida.
- 80 gr. de chocolate para fundir y 50 gr. de nata para la cobertura. (A mi particularmente no me gusta que chorree demasiado pero si no es tu caso utiliza la misma cantidad de nata que de chocolate).
- Cerezas para decorar.
Para el sourcream ponemos la nata en un vaso y añadimos el zumo de limón.
Para el buttermilk ponemos la leche templada y el zumo de limón en un vaso.
Dejamos reposar ambos unos diez minutos.
Mientras vamos preparando los moldes (son de 23 cm), engrasándolos y forrando la base con papel de horno. También ponemos a calentar el horno a 180º.
Removemos nuestro sourcream y le añadimos un poco de sal. Seguimos removiendo y lo tenemos listo.
En un bol tamizamos el harina, el cacao, el bicarbonato, la levadura y la sal.Añadimos el azúcar y el café soluble y removemos bien. Éstos serán los ingredientes secos.
En otro bol cascamos los huevos y añadimos el aceite, el sourcream, la buttermilk y la vainilla.
Batimos con varillas eléctricas hasta que esté todo integrado.
Vertemos la mezcla sobre el bol de los secos y también echamos el café caliente.
Batimos lo justo hasta que tengamos todo integrado y sin grumos.
Repartimos la mezcla en los tres moldes, tratando que tengan la misma cantidad.
Horneamos cada bizcocho unos 18-20 minutos, hasta que al pincharlo con un palo de brocheta salga limpia.
Dejamos enfriar en el molde durante media hora y luego desmoldamos sobre una rejilla y dejamos enfriar completamente.
Si los vamos a guardar hasta el día siguiente, los envolvemos en papel film y los dejamos a temperatura ambiente.
Para el relleno de cerezas, ponemos en un caldero el azúcar y la maicena y mezclamos bien.
Vertemos el agua y removemos hasta que no queden grumos.
Llevamos al fuego y, sin dejar de remover, esperamos a que se disuelva el azúcar.
Echamos las cerezas congeladas y removemos bien.
Dejamos a fuego medio, removiendo de vez en cuando, hasta que la mezcla espese. Al pasar la cuchara por el fondo tiene que dejar el camino.
Apagamos y cubrimos con papel film, tocando la crema.
Dejamos enfriar a temperatura ambiente y luego en la nevera.
Para la nata montada, ponemos la nata en un bol junto con la vainilla.
Montamos hasta que esté bien firme.
Metemos la nata en una manga con boquilla redonda. Reservamos en la nevera.
Ya con todo preparado, podemos empezar a montar la tarta.
Ponemos uno de los bizcochos sobre una bandeja.
Dibujamos un círculo de nata por el borde exterior.
Rellenamos el interior del círculo con la mezcla de cerezas.
Sobre ellas rellenamos con nata y alisamos con una espátula.
Colocamos el siguiente bizcocho y repetimos la operación y colocamos el último bizcocho.
Damos una primera capa de nata sobre toda la tarta, bien fina, y llevamos a la nevera al menos media hora.
Ahora le damos una segunda capa bien gruesa de nata y la alisamos ayudándonos de una espátula.
Llevamos a la nevera.
Para la cobertura de chocolate, ponemos la nata y el chocolate troceado en un bol y lo derretimos en el microondas en intervalos de 15 o 20 segundos.
Lo metemos en una bolsita para verterlo mejor y lo dejamos enfriar un poco.
Cortamos la puntita de la bolsa y repartimos el chocolate sobre el borde exterior y la parte superior de la tarta.
Con una espátula lo extendemos bien y le podemos hacer unas muescas decorativas.
El resto de la nata la metemos en una manga con boquilla rizada y hacemos unos rosetones sobre la tarta. Sobre cada uno de ellos colocamos una cereza.
Reservamos nuestra tarta en la nevera hasta el momento de servirla. Yo recomiendo hacerla el día antes para que así se asiente bien.
Miren de cerquita lo bien que luce, con ese chocolate chorreando.
Y aquí el rico corte que tiene.La jugosidad de los bizcochos mezclada con la crema de cerezas y la nata es una combinación maravillosa.
Una tarta deliciosa.
3 No te cortes y deja tu comentario.
Qué maravilla de tarta. Nunca la he probado y tiene que estar super rica.
ResponderEliminarLa presentación muy fina y sencilla. Muy bien explicado. Así no hay excusa para hacerla.
Feliz sábado
Sil
Lostelaresdesil thermomixil
UMMMMMMMMMMMM te quedó genial¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarQué maravilla, eres una artista.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por dejar tu comentario.