Tomillo, laurel y otras cosas de comer.: enero 2019

ORECCHIETTE CON SALCHICHAS FRESCAS Y ESPINACAS

martes, enero 29, 2019

TARTA DE MASCARPONE Y TURRÓN

viernes, enero 25, 2019

Hoy les traigo una tarta que está deliciosa.
Es estupenda para cualquier celebración, ya sea un cumpleaños como una comida familiar. Incluso para disfrutarla en una merienda. En mi caso la hice para celebrar el cumpleaños de una de mis hermanas.
La combinación de los bizcochos con la crema de mascarpone y turrón es una maravilla.
Para la decoración utilicé unos merengues que había horneado con unas claras que me habían sobrado de otra receta.
Los ingredientes que usé fueron:
Para los bizcochos: (Todos a temperatura ambiente).

420 gr. de harina.
300 gr. de azúcar.
Cinco huevos L.
300 ml. de aceite de girasol.
250 ml. de nata.
Tres cucharaditas de levadura Royal.
Una pizca de sal.
Una cucharada de pasta de vainilla.

Para la crema de mascarpone y turrón: (Todos los ingredientes fríos).

700 ml. de nata para montar.
200 gr. de azúcar glass.
500 gr. de queso mascarpone.
50 gr. de pasta de turrón (Puedes comprarla en La cocinita cupcakes)
Crema de turrón para el montaje (Yo consigo una de la marca Trabel. Si no la consigues puedes hacerla triturando media pasta de turrón blando con un par de cucharadas de nata, hasta que te quede una textura untable)
Granillo crocante de almendra y merengues horneados para la decoración final.

Empezaremos preparando los bizcochos.
Engrasamos tres moldes, de 22 cm., y colocamos papel de horno en la base.
Ponemos el horno a calentar a 170º.

Cascamos los huevos en un bol y añadimos el azúcar.
Batimos con varillas manuales hasta que veamos que espuman un poco.

Añadimos el aceite, la nata y la vainilla y mezclamos bien.

Tamizamos sobre la mezcla el harina, la levadura y la pizca de sal.
Mezclamos hasta que obtengamos una mezcla sis grumos.

Repartimos la mezcla en los tres moldes intentando que todos tengan la misma cantidad de masa.

Horneamos cada bizcocho entre 25-27 minutos. Comprobamos que está listo pinchándolo con un palillo que deberá salir limpio.
Sacamos del horno y dejamos templar un par de minutos en el molde.
Luego le damos la vuelta sobre una rejilla, retiramos el papel de horno y dejamos enfriar completamente.
Si no vamos a montar la tarta el mismo día, envolvemos los bizcochos en papel film y los dejamos a temperatura ambiente.

Para la crema, ponemos en un bol el mascarpone, la mitad del azúcar glass tamizado y la crema de turrón.

Trabajamos con una espátula hasta que tengamos una mezcla cremosa.

En otro bol ponemos la nata y el resto del azúcar glass también tamizado. Batimos hasta que esté medio montada.

Añadimos la mezcla de mascarpone y seguimos batiendo hasta que esté bien montada.
Reservamos en la nevera hasta el momento de utilizarla.

Para el montaje, manchamos un poco con crema la base que vayamos a usar.

Recortamos la posible "barriga" que haya sacado el bizcocho y lo colocamos sobre la base.

Con la crema en una manga pastelera, dibujamos un anillo de crema por el borde el bizcocho.
Untamos sobre el resto del bizcocho la crema de turrón.

Rellenamos el resto con más crema de mascarpone (sobre la crema de turrón) y alisamos con una espátula.

Colocamos el segundo bizcocho y volvemos a hace lo mismo.
Acabamos colocando el tercer bizcocho.

Cubrimos la tarta con una capa fina de crema y dejamos en la nevera al menos media hora.

Ahora cubrimos con una capa bien gruesa de crema.

Con una rasqueta alisamos los bordes. En mi caso, utilicé una rasqueta dentada para hacer el dibujo y sobre la parte superior hice unas muescas con una espátula.

En el borde inferior de la tarta repartimos crocante de almendra, todo alrededor.

En la parte superior espolvoreamos unas pocas almendras más y colocamos los merengues horneados. También podemos hacer unas rosetas con la propia crema de mascarpone.

Ya la tenemos lista para disfrutarla. La reservamos en la nevera hasta el momento de consumirla.

Y esta es la foto del corte, con unos bizcochos jugosos que combinan muy bien con la crema.

Una tarta estupenda para triunfar en cualquier celebración.

Panes y masas

PAN INTEGRAL CON SALVADO Y SEMILLAS

martes, enero 22, 2019

Por si a alguien aún le queda dudas, me encanta cocinar. Disfruto mucho haciéndolo y sobre todo compartiendo las cosas que cocino.
Pero una de las cosas con las que más disfruto es haciendo pan. Muy lejos de ser una experta, me maravilla como se transforma la masa y sobre todo, ese olor a pan recién horneado que se queda en toda la casa.
En esta ocasión me he decidido a preparar unos panes con una mezcla de harina integral, enriquecido con el salvado de trigo y la mezcla de semillas.
Queda genial para preparar bocatas y, además, congela muy bien. Sacándolo un par de horas antes de consumirlo del congelador lo tenemos listo para disfrutarlo.
Los ingredientes que usé fueron:

245 gr. de harina de fuerza.
245 gr. de harina integral.
50 gr. de salvado de trigo.
300 ml. de agua tibia.
15 gr. de levadura fresca de panadería.
10 gr. de miel.
30 gr. de aceite de oliva.
10 gr. de sal.
45 gr. de mezcla de semillas más unas pocas más para espolvorear los panes.

Empezamos disolviendo la levadura en el agua.

En un bol ponemos los dos tipos de harina, el salvado y la sal.

Mezclamos bien para que se integre todo y formamos un pequeño volcán en el centro.

Añadimos las semillas y vertemos el agua con levadura, la miel y el aceite de oliva.

Vamos amasando hasta que tengamos una masa que no se pegue a las paredes del bol.

Formamos una bola con la masa y la ponemos en un bol, previamente engrasado.

Lo cubrimos con un trapo y lo dejamos reposar hasta que la masa doble su volumen. Dependerá de la calidez del ambiente. La mía tardó unas dos horas.

Sacamos la masa del bol y la estiramos con un rodillo, dándole forma rectangular.

Dividimos la masa en seis partes iguales (yo tuve que rehacer la masa y volverla a estirar porque como ven en la foto me quedaron muy desiguales los trozos).

Con cada porción damos forma a los panes, básicamente dándoles una forma un poco ovalada.

Cubrimos nuevamente con un trapo y dejamos que doblen su tamaño. Este levado es más corto, entre media hora y 45 minutos.

Calentamos el horno a 190º.
Pintamos los panes con un poco de agua y les espolvoreamos unas pocas semillas sobre la parte superior.

Metemos en el horno y cocinamos durante unos 25-30 minutos, dependiendo de los más o menos dorado que nos guste el pan. En cualquier caso para comprobar que están hechos, al golpearlos en la base debe sonar hueco.