TARTALETA DE NOCILLA Y AVELLANAS

viernes, octubre 26, 2018

Esta rica tarta surgió un domingo por la mañana. De repente me vi en "la necesidad" de preparar un postre para el mediodía, sin demasiado tiempo y con los ingredientes de los que disponía en casa.
Una mirada en la nevera y en la despensa y "voilá", se me ocurrió preparar esta tartaleta que, a pesar de su sencillez, resultó exquisita.
Los ingredientes que usé fueron:
Para la base:

250 gr. de harina.
125 gr. de mantequilla bien fría.
50 gr. de azúcar.
Una pizca de sal.
Dos o tres cucharadas de agua fría.

Para el relleno y la decoración:

400 ml. de nata para montar bien fría.
Una cucharada colmada de queso de untar también frío.
Dos cucharadas de azúcar.
100 gr. de nocilla más un poco para untar la base de la tarta.
Un puñado de avellanas partidas por la mitad.
Salsa de caramelo salado (Pincha aquí para ver la receta).

Ponemos a calentar el horno a 170º.
En un bol ponemos el harina, el azúcar , la pizca de sal y la mantequilla cortada en cubitos.

Mezclamos hasta que consigamos una textura arenosa.

Añadimos el agua fría y seguimos amasando lo justo hasta que podamos formar una bola con la masa.

Ponemos la masa entre dos papeles de cocina y estiramos lo suficiente para que luego podamos cubrir el molde.

Colocamos la masa en el molde y cortamos el excedente. Es muy importante que no estiremos la masa. La acomodamos en el molde presionando.
Metemos el molde con la masa en el congelador unos diez minutos.

Pinchamos la base de la tarta con un tenedor.
Cubrimos con papel de horno y ponemos unos garbanzos secos.
Horneamos durante 30 minutos.

Mientras ponemos la nata en un bol y la empezamos a montar. Cuando empiece a espumar añadimos el azúcar y seguimos batiendo.

Una vez montada, añadimos el queso y seguimos batiendo un poco hasta integrarlo.

Echamos la nocilla sobre la nata y mezclamos con una espátula hasta que consigamos que tenga un color homogéneo.
Guardamos en la nevera hasta el momento de usarla.

Pasados los 30 minutos, sacamos la tartaleta del horno y retiramos el papel y los garbanzos.
Volvemos a meter en el horno y dejamos que se hornee cinco minutos más.
Sacamos y dejamos enfriar.

Una vez fría la tartaleta, pintamos la base con un poco de nocilla.

Rellenamos con la crema que tenemos reservada.

Para terminar, repartimos las avellanas partidas por la mitad sobre la crema y regamos con el caramelo salado. En mi caso, lo metí en una bolsita, a la que le rompí la punta, y dibujé las líneas.

Guardamos nuestra tarta en la nevera hasta el momento de servirla.

Miren que aspecto más rico que tiene, con ese caramelo chorreando.

Y esta es la foto del corte, donde se ve lo estable que queda la crema sin necesidad de usar gelatinas.

Y lo mejor de todo es que estaba buenísima.

Carolina López Rodríguez

Las recetas que he ido seleccionando para este blog han sido las que he considerado más sencillitas y rápidas, aunque de vez en cuando me atrevo con alguna un poco más elaborada.
Espero que les gusten y si a alguien les son útiles me alegraré mucho.