Mañana, 30 de mayo, celebraremos aquí el Día de Canarias.
Desde hace unos años, para la ocasión, me gusta traerles algún postre. Más que un postre típico siempre me declino por un postre hecho con productos típicos.
En este caso me he atrevido a versionar un postre tan sofisticado como la paulova y elaborarlo con el gofio como sabor fundamental y el toque dulce de la "miel" de palma.
El resultado ha sido un postre riquísimo. La base crujiente del merengue y la cremosidad del relleno, ambos con el sabor del gofio, contrastan con las almendras y el toque de la "miel" de palma.
Si quieren sorprender a los suyos les recomiendo que lo prueben.
Los ingredientes que usé fueron:
Para las bases de merengue:
Ponemos el horno a calentar a 90º.
En un bol ponemos las claras con el azúcar.
Las colocamos sobre un calentador con agua, haciendo un baño maría. Hay que tener en cuenta que el agua no toque el fondo del bol.
Vamos batiendo con varillas hasta que se disuelva bien el azúcar. Para comprobar que está disuelta nos mojamos dos dedos en la mezcla, los frotamos y vemos que no notemos granos de azúcar.
Pasamos la mezcla a un bol amplio y la montamos con varillas eléctricas hasta que consigamos un merengue bien firme.
Tamizamos el gofio sobre el merengue y unimos con una espátula, con movimientos envolventes.
En una bandeja cubierta con papel de horno ponemos montoncitos del merengue, ayudados de un par de cucharas.
Con el dorso de la cuchara vamos formando el hueco del centro.
Con una espátula redondeamos los laterales y, si queremos, les sacamos unos piquitos.
También las podemos formar poniendo el merengue en una manga con boquilla rizada, aunque a mí me gusta más el aspecto rústico.
Llevamos al horno y dejamos que se sequen durante una hora y media o dos horas, aproximadamente. Luego las dejamos que se enfríen completamente dentro del horno.
Para la crema simplemente ponemos en un bol la nata, el queso, el azúcar y el gofio y batimos con varillas eléctricas hasta que tengamos una mezcla firme.
Metemos la mezcla en una manga con boquilla rizada y dejamos reposar en la nevera, al menos una hora.
Rellenamos nuestras paulovas con la crema.
Y para rematarlas, espolvoreamos un poco de crocante de almendras sobre la crema y regamos con unos hilillos de miel de palma.
Reservamos en la nevera hasta el momento de servirlas.
Miren que rico que luce de cerquita. Dan ganas de meterle el diente.
Un postre diferente con los sabores de nuestra tierra.
Desde hace unos años, para la ocasión, me gusta traerles algún postre. Más que un postre típico siempre me declino por un postre hecho con productos típicos.
En este caso me he atrevido a versionar un postre tan sofisticado como la paulova y elaborarlo con el gofio como sabor fundamental y el toque dulce de la "miel" de palma.
El resultado ha sido un postre riquísimo. La base crujiente del merengue y la cremosidad del relleno, ambos con el sabor del gofio, contrastan con las almendras y el toque de la "miel" de palma.
Si quieren sorprender a los suyos les recomiendo que lo prueben.
Los ingredientes que usé fueron:
Para las bases de merengue:
- Tres claras de huevo (eran de huevos L y en total pesaron 125 gr.).
- 200 gr. de azúcar.
- 30 gr. de gofio (yo uso de millo).
- 300 ml. de nata para montar muy fría.
- 150 gr. de queso de untar.
- 90 gr. de azúcar.
- 40 gr. de gofio.
- Cubitos de almendra crocante.
- Miel de palma.
Ponemos el horno a calentar a 90º.
En un bol ponemos las claras con el azúcar.
Las colocamos sobre un calentador con agua, haciendo un baño maría. Hay que tener en cuenta que el agua no toque el fondo del bol.
Vamos batiendo con varillas hasta que se disuelva bien el azúcar. Para comprobar que está disuelta nos mojamos dos dedos en la mezcla, los frotamos y vemos que no notemos granos de azúcar.
Pasamos la mezcla a un bol amplio y la montamos con varillas eléctricas hasta que consigamos un merengue bien firme.
Tamizamos el gofio sobre el merengue y unimos con una espátula, con movimientos envolventes.
En una bandeja cubierta con papel de horno ponemos montoncitos del merengue, ayudados de un par de cucharas.
Con el dorso de la cuchara vamos formando el hueco del centro.
Con una espátula redondeamos los laterales y, si queremos, les sacamos unos piquitos.
También las podemos formar poniendo el merengue en una manga con boquilla rizada, aunque a mí me gusta más el aspecto rústico.
Llevamos al horno y dejamos que se sequen durante una hora y media o dos horas, aproximadamente. Luego las dejamos que se enfríen completamente dentro del horno.
Para la crema simplemente ponemos en un bol la nata, el queso, el azúcar y el gofio y batimos con varillas eléctricas hasta que tengamos una mezcla firme.
Metemos la mezcla en una manga con boquilla rizada y dejamos reposar en la nevera, al menos una hora.
Rellenamos nuestras paulovas con la crema.
Y para rematarlas, espolvoreamos un poco de crocante de almendras sobre la crema y regamos con unos hilillos de miel de palma.
Reservamos en la nevera hasta el momento de servirlas.
Miren que rico que luce de cerquita. Dan ganas de meterle el diente.
Un postre diferente con los sabores de nuestra tierra.