El otro día les traje la receta de los Bizcochos de soletilla y hoy, como ya les adelanté, les traigo una manera de usarlos.
Como no podía ser de otra forma se trata de un tiramisú al que le añadimos unas ricas fresas aprovechando que están en temporada.
Lo he hecho tanto en formato pastel como en formato vasito y, de las dos formas, queda estupendo.
Los ingredientes que usé fueron: ( Con estas cantidades salió un pastel como para cuatro personas y dos vasitos).
Batimos con varillas eléctricas hasta que quede todo bien montado.
Lavamos y quitamos el pedúnculo a las fresas y las cortamos en cubitos.
Vamos pasando los bizcochos por la leche (sólo mojarlos, no empaparlos para que no se deshagan) y los colocamos en la base del molde.
Cubrimos con una capa de crema y alisamos con una espátula.
Repartimos una cantidad generosa de fresas picadas sobre la crema.
Volvemos a poner otra capa de bizcochos mojados.
Cubrimos con más crema y llevamos a la nevera, mejor de un día para otro o al menos unas cuatro o cinco horas.
Para los vasitos hacemos lo mismo pero troceamos los bizcochos antes de ponerlos.
En el momento de servir el tiramisú, colocamos unas cuantas fresas laminadas sobre la crema y listo. (Si lo hacemos antes tendremos que pintarlas con mermelada para que no se oxiden por eso preferí ponerlas en el momento de servirlo).
Y así quedaron de monos los vasitos también.
Y este es el corte tan rico que tiene.
Un postre muy sencillo de hacer pero muy resultón.
Como no podía ser de otra forma se trata de un tiramisú al que le añadimos unas ricas fresas aprovechando que están en temporada.
Lo he hecho tanto en formato pastel como en formato vasito y, de las dos formas, queda estupendo.
Los ingredientes que usé fueron: ( Con estas cantidades salió un pastel como para cuatro personas y dos vasitos).
- Bizcochos de soletilla. (Si los quieres caseros pincha aquí para ver cómo hacerlos).
- 250 gr. de mascarpone frío.
- 200 ml. de nata para montar bien fría.
- Dos cucharadas de azúcar.
- La ralladura de medio limón.
- Media cucharadita de vainilla.
- Leche para mojar los bizcochos.
- Fresas.
Batimos con varillas eléctricas hasta que quede todo bien montado.
Lavamos y quitamos el pedúnculo a las fresas y las cortamos en cubitos.
Vamos pasando los bizcochos por la leche (sólo mojarlos, no empaparlos para que no se deshagan) y los colocamos en la base del molde.
Cubrimos con una capa de crema y alisamos con una espátula.
Repartimos una cantidad generosa de fresas picadas sobre la crema.
Volvemos a poner otra capa de bizcochos mojados.
Cubrimos con más crema y llevamos a la nevera, mejor de un día para otro o al menos unas cuatro o cinco horas.
Para los vasitos hacemos lo mismo pero troceamos los bizcochos antes de ponerlos.
En el momento de servir el tiramisú, colocamos unas cuantas fresas laminadas sobre la crema y listo. (Si lo hacemos antes tendremos que pintarlas con mermelada para que no se oxiden por eso preferí ponerlas en el momento de servirlo).
Y así quedaron de monos los vasitos también.
Y este es el corte tan rico que tiene.
Un postre muy sencillo de hacer pero muy resultón.