PLUMCAKE CON FRUTAS CONFITADAS

viernes, marzo 16, 2018

A pesar de que ya estemos en marzo no es de extrañar que aún nos quede por la despensa algún "restillo" navideño.
En mi caso era una bote de frutas escarchadas al que había que darle salida, así que qué mejor que un clásico plumcake con frutas. Es una opción estupenda para un desayuno o una merienda.
En cualquier caso, no es necesario que nos haya quedado frutas de la Navidad, como en mi caso. Podemos adquirirla sin ningún problema en estas fechas también.
Los ingredientes que usé fueron:

Cinco huevos talla L a temperatura ambiente.
250 gr. de mantequilla en pomada.
250 gr. de harina.
250 gr. de azúcar.
Un sobre de levadura tipo Royal.
Una pizca de sal.
La ralladura de un limón.
Un bote de frutas escarchadas (en Mercadona se consigue durante todo el año).
Azúcar glass y agua para el glaseado y naranjas confitadas para decorar (opcional).

Ponemos el horno a calentar a 170º y preparamos un molde de plumcake con papel de horno.

Cascamos los huevos separando las yemas de las claras.

En un bol ponemos la mantequilla con el azúcar y la ralladura de limón.

Batimos bien hasta que esté bien cremoso.

Vamos añadiendo las yemas, de una en una, batiendo bien hasta que se mezclen, sin añadir la siguiente antes de que la anterior esté integrada.

Tamizamos sobre el bol el harina, la levadura y la sal.

Mezclamos con una espátula hasta que se integre bien.

Montamos a punto de nieve las claras, con una varillas eléctricas.

Las volcamos sobre la mezcla anterior.

Vamos incorporándolas con la espátula, con movimientos envolventes para evitar que se bajen.

Antes de continuar les enseño las frutas que yo utilicé.

Picamos las frutas en trocitos bien pequeños.

Los añadimos a la masa y mezclamos con la espátula.

Repartimos la mezcla en el molde, alisándola para que quede bien repartida.

Metemos en el horno y cocinamos durante 50-55 minutos, o hasta que al pincharlo salga limpio.
Dejamos enfriar diez minutos en el molde.

Desmoldamos ayudados del papel y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.

Una vez frío podemos simplemente espolvorearlo con azúcar glass o, como en mi caso, prepararle un glaseado.
Ponemos tres o cuatro cucharadas colmadas de azúcar glass en un bol y vamos añadiendo, poco a poco, dos o tres cucharadas de agua, hasta que tengamos la consistencia deseada.

Vertemos el glaseado sobre el bizcocho y dejamos que se seque.

En mi caso, como también tenía unas naranjas confitadas las coloqué por encima a modo de decoración.

Miren que aspecto más rico tiene con esos trocitos de fruta.

Una merienda de lujo.

Carolina López Rodríguez

Las recetas que he ido seleccionando para este blog han sido las que he considerado más sencillitas y rápidas, aunque de vez en cuando me atrevo con alguna un poco más elaborada.
Espero que les gusten y si a alguien les son útiles me alegraré mucho.