QUEQUE DE VINO BLANCO
viernes, febrero 23, 2018
¡SÍ, SE PUEDE!
Claro que se puede hacer un queque sin necesidad de utilizar huevos. Y además sin lácteos.
Y no, no me refiero a un pseudoqueque o un queque mediocre, no. Me refiero a un queque maravilloso que cualquiera que coma disfrutará sin echar de menos ni lo uno ni lo otro.
Ya hace tiempo les traje el Queque de chocolate y aguacate que tampoco lleva ni huevos ni lácteos y que, sin embargo, es lo que podríamos llamar un queque supremo.
Hoy les traigo este de vino blanco. Como pueden apreciar en las fotos queda un queque fabuloso.
Los que lo comieron decían que sabía a Navidad y que les recordaba al sabor de los clásicos roscos de vino.
Los ingredientes que usé fueron:
En un bol vaciamos la leche de coco y ponemos el azúcar. Batimos con varillas eléctricas para que espume un poco.
Añadimos el vino blanco, el aceite y la vainilla y mezclamos bien.
Sobre esta mezcla de líquidos tamizamos el harina, la levadura, el bicarbonato, la sal, la canela y la nuez moscada.
Mezclamos con una varilla manual hasta que tengamos una mezcla sin grumos.
Vertemos la mezcla en un molde, previamente engrasado. Damos unos golpecitos al molde sobre la encimera para que se asiente la masa.
Llevamos al horno y dejamos que se haga durante unos 50 minutos. Comprobamos que esté hecho pinchándolo con un palo de brocheta que debe salir limpio. Si no, le damos unos minutos más.
Sacamos del horno y dejamos enfriar quince minutos sobre una rejilla.
Desmoldamos dando la vuelta al molde, sobre una rejilla, y dejamos que se enfríe completamente.
Una vez frío, preparamos el glaseado. Ponemos el azúcar y la leche en un bol y removemos bien.
Colocamos un papel de horno bajo la rejilla y vertemos la glasa sobre el queque.
Dejamos secar.
Una vez que el glaseado esté seco, trasladamos el queque a un plato de servir y ya lo tenemos listo.
Miren que aspecto tan increíble tiene.
Y miren ese corte, con esa miga tan rica que tiene.
Sin ninguna duda un "señor" queque.
Fuente: I love bundcakes
Claro que se puede hacer un queque sin necesidad de utilizar huevos. Y además sin lácteos.
Y no, no me refiero a un pseudoqueque o un queque mediocre, no. Me refiero a un queque maravilloso que cualquiera que coma disfrutará sin echar de menos ni lo uno ni lo otro.
Ya hace tiempo les traje el Queque de chocolate y aguacate que tampoco lleva ni huevos ni lácteos y que, sin embargo, es lo que podríamos llamar un queque supremo.
Hoy les traigo este de vino blanco. Como pueden apreciar en las fotos queda un queque fabuloso.
Los que lo comieron decían que sabía a Navidad y que les recordaba al sabor de los clásicos roscos de vino.
Los ingredientes que usé fueron:
- 225 gr. de azúcar.
- 400 gr. de leche de coco.
- 180 ml. de vino blanco de buena calidad.
- 60 ml. de aceite de girasol.
- Dos cucharaditas de vainilla.
- 400 gr. de harina.
- 10 gr. de levadura tipo Royal (dos cucharaditas).
- 5 gr. de bicarbonato (una cucharadita).
- Una cucharadita y media de canela en polvo.
- Una cucharadita de nuez moscada.
- Media cucharadita de sal.
- 100 gr. de azúcar glass.
- Dos cucharadas de leche.
En un bol vaciamos la leche de coco y ponemos el azúcar. Batimos con varillas eléctricas para que espume un poco.
Añadimos el vino blanco, el aceite y la vainilla y mezclamos bien.
Sobre esta mezcla de líquidos tamizamos el harina, la levadura, el bicarbonato, la sal, la canela y la nuez moscada.
Mezclamos con una varilla manual hasta que tengamos una mezcla sin grumos.
Vertemos la mezcla en un molde, previamente engrasado. Damos unos golpecitos al molde sobre la encimera para que se asiente la masa.
Llevamos al horno y dejamos que se haga durante unos 50 minutos. Comprobamos que esté hecho pinchándolo con un palo de brocheta que debe salir limpio. Si no, le damos unos minutos más.
Sacamos del horno y dejamos enfriar quince minutos sobre una rejilla.
Desmoldamos dando la vuelta al molde, sobre una rejilla, y dejamos que se enfríe completamente.
Una vez frío, preparamos el glaseado. Ponemos el azúcar y la leche en un bol y removemos bien.
Colocamos un papel de horno bajo la rejilla y vertemos la glasa sobre el queque.
Dejamos secar.
Una vez que el glaseado esté seco, trasladamos el queque a un plato de servir y ya lo tenemos listo.
Miren que aspecto tan increíble tiene.
Y miren ese corte, con esa miga tan rica que tiene.
Sin ninguna duda un "señor" queque.
Fuente: I love bundcakes
2 No te cortes y deja tu comentario.
Tiene una pinta deliciosa. Me llevo tu receta que a mis hijos seguro que les gusta!!
ResponderEliminarUn besito y feliz día
Seguro que está delicioso. Un besazo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por dejar tu comentario.