MUFFINS DE CALABACÍN Y BACON (56º DESAFÍO EN LA COCINA)
viernes, octubre 20, 2017
La propuesta que nos ha hecho M. Luz, de Trasteando en mi cocina, para este 56º Desafío en la cocina, ha sido elaborar Muffins salados.
La propuesta me ha gustado mucho, porque nunca los había hecho y ni siquiera me lo había planteado.
Tengo que confesar que no estaba segura de que me fueran a gustar. Pensar en una textura abizcochada con sabor salado la verdad es que no me atraía mucho de entrada. Sin embargo, la textura no es precisamente esa. Me recuerda más al relleno de una quiché, un poco más denso por el efecto de la harina pero sin llegar a ser como un bizcocho. Es decir, queda muy húmedo y jugoso, supongo que en parte "por culpa" del calabacín.
Los ingredientes que usé fueron:
Quitamos los extremos al calabacín y lo rallamos. Lo dejamos en un colador para que escurra el agua que suelte.
En una sartén, sin nada de aceite, hacemos el bacon hasta que esté bien doradito. Reservamos.
Preparamos una bandeja para magdalenas con cápsulas de papel. En su defecto, podemos engrasar los huecos para luego facilitar el desmoldado. (Aunque en principio puse doce cápsulas, sólo salieron nueve muffins con las cantidades que puse).
Cascamos los huevos en un bol y los batimos.
Vertemos la leche y el aceite y seguimos batiendo hasta que queden bien integrados.
Tamizamos el harina y la levadura sobre la mezcla.
Añadimos una cucharadita de sal y un poco de pimienta negra.
Mezclamos hasta que obtengamos una crema sin grumos.
Echamos en el bol el calabacín rallado, el bacon y la mozarella.
Mezclamos con una espátula hasta que esté todo integrado.
Rellenamos las cápsulas con la preparación. (Yo utilicé un racionador de bolas de helado grandes y en cada una puse una cucharada).
Si queremos, esparcimos unas pocas semillas sobre la masa.
Llevamos al horno y cocinamos durante 30-35 minutos, hasta que al pincharlas con un palo de brocheta éste salga limpio.
Dejamos apenas que tibien un poco y las trasladamos a una rejilla para que se enfríen del todo.
Sólo nos queda disfrutar de tan rico bocado. Nosotros la acompañamos de una rica ensalada.
Aquí les dejo un poquito más de cerca lo ricas que lucen.
Aquí al quitarles el papel. Eso sí, cuando están ya completamente fríos, si no se queda algo pegado.
Y este es el interior. Como les dije, quedan muy húmedas y jugosas.
También les recuerdo que Desafío en la Cocina vuelve el próximo 20 de Noviembre, con una propuesta dulce que propondré yo misma. Si quieren saber qué tengo pensado no se la pierdan.
La propuesta me ha gustado mucho, porque nunca los había hecho y ni siquiera me lo había planteado.
Tengo que confesar que no estaba segura de que me fueran a gustar. Pensar en una textura abizcochada con sabor salado la verdad es que no me atraía mucho de entrada. Sin embargo, la textura no es precisamente esa. Me recuerda más al relleno de una quiché, un poco más denso por el efecto de la harina pero sin llegar a ser como un bizcocho. Es decir, queda muy húmedo y jugoso, supongo que en parte "por culpa" del calabacín.
Los ingredientes que usé fueron:
- Tres huevos L.
- 250 gr. de harina de trigo.
- Una cucharadita y media de levadura tipo Royal.
- 80 ml. de aceite de oliva.
- 120 ml. de leche.
- Un calabacín (pesaba 300 gr.)
- Una cajita de bacon en tiras (100 gr.)
- Tres cucharadas de mozarella rallada.
- Una cucharadita de sal.
- Un poco de pimienta negra.
- Mezcla de semillas para espolvorear (opcional).
Quitamos los extremos al calabacín y lo rallamos. Lo dejamos en un colador para que escurra el agua que suelte.
En una sartén, sin nada de aceite, hacemos el bacon hasta que esté bien doradito. Reservamos.
Preparamos una bandeja para magdalenas con cápsulas de papel. En su defecto, podemos engrasar los huecos para luego facilitar el desmoldado. (Aunque en principio puse doce cápsulas, sólo salieron nueve muffins con las cantidades que puse).
Cascamos los huevos en un bol y los batimos.
Vertemos la leche y el aceite y seguimos batiendo hasta que queden bien integrados.
Tamizamos el harina y la levadura sobre la mezcla.
Añadimos una cucharadita de sal y un poco de pimienta negra.
Mezclamos hasta que obtengamos una crema sin grumos.
Echamos en el bol el calabacín rallado, el bacon y la mozarella.
Mezclamos con una espátula hasta que esté todo integrado.
Rellenamos las cápsulas con la preparación. (Yo utilicé un racionador de bolas de helado grandes y en cada una puse una cucharada).
Si queremos, esparcimos unas pocas semillas sobre la masa.
Llevamos al horno y cocinamos durante 30-35 minutos, hasta que al pincharlas con un palo de brocheta éste salga limpio.
Dejamos apenas que tibien un poco y las trasladamos a una rejilla para que se enfríen del todo.
Sólo nos queda disfrutar de tan rico bocado. Nosotros la acompañamos de una rica ensalada.
Aquí les dejo un poquito más de cerca lo ricas que lucen.
Aquí al quitarles el papel. Eso sí, cuando están ya completamente fríos, si no se queda algo pegado.
Y este es el interior. Como les dije, quedan muy húmedas y jugosas.
Un bocado muy rico, desde luego.
Esta es mi propuesta para nuestro 56º Desafío en la Cocina. Ahora les invito a que visiten nuestro blog, (pinchen aquí para llegar) y así disfrutar con las distintas variaciones que han hecho los miembros del grupo.También les recuerdo que Desafío en la Cocina vuelve el próximo 20 de Noviembre, con una propuesta dulce que propondré yo misma. Si quieren saber qué tengo pensado no se la pierdan.
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Me encantan, tendré que ir probando con estos ingredientes!!!
ResponderEliminarMenuda pintaza la de estos muffins. Se ven de lujo y muy nutritivos. Un besazo.
ResponderEliminarte han quedado preciosos y seguro que muy ricos, una propuesta que me ha encantado, ahora esperando la tuya que me tiene comido el seso, jejejej
ResponderEliminarun gran beso
Rosa
Se ven riquísimos! ! Por cierto imagino que son 250 gramos de harina y no 2500 gramos verdad?
ResponderEliminarUn beso
Siiiii. 250 gr. En cuanto pueda lo corrijo. Gracias.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por dejar tu comentario.