BROWNIE DE CHOCOLATE (Sin gluten ni lactosa)
viernes, octubre 27, 2017
Hoy les traigo un brownie extrajugoso del que podrán disfrutar sin ningún tipo de problema tanto los intolerantes o alérgicos a la lactosa y/o el gluten. Por supuesto que los que no lo son también y, además, no van a echar de menos ninguno de los ingredientes que los llevan.
Queda ríquisimo, con un intenso sabor a chocolate y, como tiene que ser un brownie, con una ligera capa crujiente por fuera y jugoso y húmedo en el interior.
Los ingredientes que usé fueron:
Ponemos en un bol el chocolate troceado y lo fundimos al baño maría. Dejamos que temple.
Cascamos en un bol los huevos y añadimos el azúcar.
Mezclamos bien con varillas.
Vertemos el aceite y seguimos batiendo.
Echamos el chocolate derretido y la vainilla.
Mezclamos hasta que la masa tenga un color homogéneo.
Añadimos la almendra molida, la pizca de sal y el cacao, pasándolo por un colador.
Mezclamos hasta que tengamos una mezcla sin grumos.
Preparamos un molde rectangular forrándolo con papel de horno.
Vertemos la mezcla en el molde. Damos unos golpecitos sobre la encimera para que pierda las posibles burbujas.
Metemos en el horno y cocinamos durante 25 minutos. Al meter un palo de brocheta debe salir un pelín manchado.
Dejamos entibiar y sacamos del molde tirando del papel.
Cortamos en porciones.
Servimos, tibio o frío, y disfrutamos.
Tibio y con una bola de helado de vainilla (en este caso con leche de arroz) es un postre espectacular.
Como les dije; una ligera capa crujiente que esconde un interior húmedo y jugoso.
Un postre de lujo de lo más sencillo.
Queda ríquisimo, con un intenso sabor a chocolate y, como tiene que ser un brownie, con una ligera capa crujiente por fuera y jugoso y húmedo en el interior.
Los ingredientes que usé fueron:
- 150 gr. de chocolate para fundir.
- 100 ml. de aceite de girasol.
- Cuatro huevos talla L a temperatura ambiente.
- 150 gr. de azúcar.
- Una cucharadita de vainilla.
- Una pizca de sal.
- 25 gr. de cacao puro en polvo.
- 50 gr. de almendra molida.
Ponemos en un bol el chocolate troceado y lo fundimos al baño maría. Dejamos que temple.
Cascamos en un bol los huevos y añadimos el azúcar.
Mezclamos bien con varillas.
Vertemos el aceite y seguimos batiendo.
Echamos el chocolate derretido y la vainilla.
Mezclamos hasta que la masa tenga un color homogéneo.
Añadimos la almendra molida, la pizca de sal y el cacao, pasándolo por un colador.
Mezclamos hasta que tengamos una mezcla sin grumos.
Preparamos un molde rectangular forrándolo con papel de horno.
Vertemos la mezcla en el molde. Damos unos golpecitos sobre la encimera para que pierda las posibles burbujas.
Metemos en el horno y cocinamos durante 25 minutos. Al meter un palo de brocheta debe salir un pelín manchado.
Dejamos entibiar y sacamos del molde tirando del papel.
Cortamos en porciones.
Servimos, tibio o frío, y disfrutamos.
Tibio y con una bola de helado de vainilla (en este caso con leche de arroz) es un postre espectacular.
Como les dije; una ligera capa crujiente que esconde un interior húmedo y jugoso.
Un postre de lujo de lo más sencillo.
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