¡ADVERTENCIA! Este dulce está tan rico que tiene que ser pecado, así que si lo hacen y van al infierno no me hago responsable.
Esta especie de caramelos son una auténtica delicia. La textura es parecida a un caramelo de nata, de los blanditos, y la mezcla de la vainilla con las especias lo hace muy especial.
Los ingredientes que usé fueron: (Para un molde de 20x20)
Ponemos al fuego, al baño maría, y vamos removiendo hasta que se derrita todo el chocolate.
Pasamos a otro calentador más o menos la mitad de la mezcla. Yo pasé 400 gr.
A la parte que dejamos en el primer calentador le añadimos la vainilla y removemos bien.
A la parte que pasamos al otro calentador le añadimos los 50 gr. restante de chocolate, la melaza y las especias.
Ponemos al baño maría hasta que se funda e integre todo bien.
Ahora empezamos poniendo una capa de la mezcla de vainilla en el molde. Si se nos quedó un poco dura la calentamos un poco al baño maría.
Ponemos una capa de la mezcla con especias.
Volvemos a poner la mezcla de vainilla y acabamos con la mezcla de especias.
Si queremos no tenemos que hacer las capas enteras, sino poner la primera de vainilla (esa sí que es necesaria) y luego vamos añadiendo de manera aleatoria partes de masa de especias y de vainilla.
Con una palillo de dientes hacemos unos surcos por toda la masa para que se mezclen entre sí.
Cubrimos con papel de aluminio y dejamos enfriar en la nevera al menos cuatro horas.
Pasado el tiempo, desmoldamos tirando del papel y lo despegamos.
Con un cuchillo lo cortamos en porciones del tamaño de un caramelo.
No creo que se conformen con un sólo mordisco, créanme.
Esta especie de caramelos son una auténtica delicia. La textura es parecida a un caramelo de nata, de los blanditos, y la mezcla de la vainilla con las especias lo hace muy especial.
Los ingredientes que usé fueron: (Para un molde de 20x20)
- Una lata de leche condensada (396 gr.)
- 600 gr. de chocolate blanco.
- Una cucharadita de vainilla en pasta.
- Tres cucharadas soperas de melaza (miel de caña).
- Una cucharadita de canela en polvo.
- Media cucharadita de jengibre en polvo.
- Cuarto de cucharadita de nuez moscada.
- Una puntita de clavo molido.
Ponemos al fuego, al baño maría, y vamos removiendo hasta que se derrita todo el chocolate.
Pasamos a otro calentador más o menos la mitad de la mezcla. Yo pasé 400 gr.
A la parte que dejamos en el primer calentador le añadimos la vainilla y removemos bien.
A la parte que pasamos al otro calentador le añadimos los 50 gr. restante de chocolate, la melaza y las especias.
Ponemos al baño maría hasta que se funda e integre todo bien.
Ahora empezamos poniendo una capa de la mezcla de vainilla en el molde. Si se nos quedó un poco dura la calentamos un poco al baño maría.
Ponemos una capa de la mezcla con especias.
Volvemos a poner la mezcla de vainilla y acabamos con la mezcla de especias.
Si queremos no tenemos que hacer las capas enteras, sino poner la primera de vainilla (esa sí que es necesaria) y luego vamos añadiendo de manera aleatoria partes de masa de especias y de vainilla.
Con una palillo de dientes hacemos unos surcos por toda la masa para que se mezclen entre sí.
Cubrimos con papel de aluminio y dejamos enfriar en la nevera al menos cuatro horas.
Pasado el tiempo, desmoldamos tirando del papel y lo despegamos.
Con un cuchillo lo cortamos en porciones del tamaño de un caramelo.
En mi caso, los coloqué en pequeñas cápsulas de papel y los puse en una lata. Entre piso y piso los separé con un círculo de papel de horno.
Miren que pinta más rica que tienen.No creo que se conformen con un sólo mordisco, créanme.
Para conservarlos recomiendo que lo hagan en un sitio fresco o en la nevera. Aguantan perfectamente un par de semanas en la lata aunque no creo que les duren tanto.
Aprovecho esta entrada para desearles a todos
¡FELIZ NAVIDAD!
Fuente: Sally´s Baking Addiction