MONT BLANC DE PISTACHO Y CHOCOLATE (44º DESAFÍO EN LA COCINA)
lunes, junio 20, 2016
Este Desafío de final de curso es un desafío especial. En esta ocasión son cinco las propuestas que tenemos y todas son postres individuales.
En mi caso, me ha tocado elaborar unos Mont Blanc, de Francia.
Sacamos sobre una rejilla y retiramos el papel con el peso.
Dejamos que se tibien.
Sacamos las tartaletas de los moldes y las dejamos enfriar completamente.
Estas tartaletas nos sirven para infinidad de preparaciones, incluso las podemos congelar y sacarlas media horita antes de usarlas para tenerlas listas.
Para hacer las trufas, ponemos la nata en un calentador y la llevamos al fuego medio.
Una vez que rompa el hervor, añadimos el chocolate troceado y apagamos el fuego. Dejamos que repose un par de minutos.
Removemos con unas varillas hasta que el chocolate esté completamente derretido he integrado con la nata.
Cubrimos con papel film, pegado sobre la trufa, y dejamos enfriar, primero a temperatura ambiente y luego en la nevera hasta el día siguiente.
A la hora de formar las trufas es importante que la mezcla esté bien fría, así que si quieren la pueden meter al congelador una media hora antes de empezar a hacerlas.
Vamos cogiendo porciones con una cucharilla de postre y rápidamente le damos forma de bola con las manos. Las vamos colocando en una bandeja con papel de horno y las metemos en la nevera hasta el momento de usarlas.
Vamos ahora con la crema de vainilla.
Ponemos la mantequilla en trozos en un bol amplio y la batimos hasta que esté cremosa y pálida.
Añadimos el azúcar glass, tamizándolo primero y seguimos batiendo hasta que esté integrados. Es preferible primero unirlos un poco con una espátula y luego con la batidora, más que nada para que no se nos llene la cocina de una nube de azúcar glass.
Echamos al bol el queso bien frío y la vainilla.
Seguimos batiendo hasta que la crema esté homogénea y bien integrados todos los ingredientes. (Es importante que rebañemos en la parte de abajo del bol para que no se nos queden restos sin unir).
Una vez que tengamos la crema preparada la ponemos en una manga pastelera con boquilla redonda.
La reservamos en la nevera hasta el momento de usarla.
Para la crema de pistacho, procedemos de la misma manera que la de vainilla, pero en este caso, añadiendo la pasta de pistacho cuando ponemos el queso.
Además para darle un tono más "mono" a la crema le añadí dos gotas de colorante verde, aunque esto es opcional.
La crema de pistacho también la metemos en una manga, aunque en este caso vamos a usar dos boquillas distintas, una de estrella pequeña y una de hacer decoraciones tipo césped, por lo que le pondremos un adaptador que nos permita cambiarlas. (Tanto las boquillas como el adaptador los puedes conseguir en La cocinita cupcakes)
Ya tenemos las tartaletas, las trufas y las cremas, así que ya podemos montar nuestros Mont Blanc.
(Hay que tener en cuenta que la crema tiene que tener la consistencia adecuada para manejarla así que si ven que se ha quedado dura en la nevera déjenla al menos 15 o 20 minutos fuera para que se ablande un poco y fluya con suavidad por la boquilla.)
Cubrimos el interior de las tartaletas con crema de vainilla.
Colocamos una trufa en el medio y presionamos un poco para que quede bien fijada.
Ahora, con la crema de pistacho, y con la boquilla rizada, cubrimos alrededor y sobre la trufa, elevando la crema hasta formar una especie de montaña.
Cambiamos la boquilla rizada por la de césped y cubrimos desde abajo hacia arriba. Los haremos repartiendo la mezcla alrededor del pastel, de manera ascendente.
Para finalizar, cogí una de las trufas que sobraron, la dividí en ocho pequeñas trufas y las cubrí con cacao en polvo. Con ellas "coroné" la cima de mis Mont Blanc.
Miren qué preciosidad de corte queda. Cada una de las capas bien definida y esa trufa maravillosa en medio.
Ahora les invito a que pasen por nuestro blog, Desafío en la cocina, y se deleiten con las distintas versiones de este dulce que han hecho mis compañeras, además de las versiones de las otras cuatro propuestas. Van a ver qué de cosas ricas van a encontrar.
También les recuerdo que éste es nuestro último desafío del curso. El grupo Desafío en la cocina se toma vacaciones, pero no se preocupen que aquí estaremos a partir del 20 de septiembre con nuevas y variadas propuestas.
En mi caso, me ha tocado elaborar unos Mont Blanc, de Francia.
El resto de propuestas son:
- Zeppole di San Giuseppe, de Italia.
- Semlor, de Suecia.
- Lamingtons, de Australia.
- Mustikkapiiraat, de Finlandia.
Las elegidas han sido:
- Isabel, del blog Lamboadas de Samhain.
- Lidia, del blog Les Punyetetes de la Li.
- Marilú, del blog Marilú entre pucheros.
- Mar, del blog Mar entre fogones.
- Vivi, del blog O carón da lareira.
Se trata de unos pastelitos individuales, que normalmente se realizan con castaña y que llevan en su decoración una especie de "hilillos" que les dan un aspecto muy peculiar.
En mi caso "he osado" a preparar mi propia versión de este dulce. Basándome básicamente en las imágenes que de este pastel hay por la red he hecho los míos, utilizando dos sabores que me parecen que casan a la perfección, el pistacho y el chocolate.
El resultado, increíble. Además de resultar llamativos están riquísimos.
Los ingredientes que usé fueron:
Para las tartaletas:
- 260 gr. de harina.
- 40 gr. de cacao Valor puro.
- 150 gr. de mantequilla bien fría.
- 100 gr. de azúcar.
- Cinco cucharadas de agua fría.
- 200 ml. de nata para montar.
- 200 gr. de chocolate para fundir.
- 175 gr. de mantequilla a temperatura ambiente.
- 175 gr. de queso de untar (no vale versión light).
- 175 gr. de azúcar glass.
- Una cucharadita de vainilla.
- 200 gr. de mantequilla a temperatura ambiente.
- 200 gr. de queso de untar.
- 200 gr. de azúcar glass.
- Una cucharada de pasta de pistacho (La puedes conseguir en La cocinita cupcakes).
En un bol amplio ponemos el harina, el cacao, el azúcar y la mantequilla en trocitos.
Vamos mezclando hasta que consigamos una textura arenosa. Lo podemos hacer con las manos o con una amasadora.
Añadimos las cucharadas de agua fría.
Seguimos mezclando, lo justo hasta que podamos formar una bola con la masa.
Ponemos la masa entre dos papeles de horno y la estiramos con un rodillo, como con unos cuatro mm.
Con un cortador redondo, cortamos círculos un poco mayores que las tartaletas que vayamos a usar.
Forramos las tartaletas con cada círculo de masa, presionando con los dedos en la base y los laterales. Ojo, es importante que no estiremos la masa, sino que la acomodemos sobre el molde.
Colocamos círculos de papel de horno sobre la masa y ponemos unos pesos sobre ellas. En este caso he utilizado unas bolitas de cerámica que me conseguí en Rocasa, pero antes de tenerlas ponía garbanzos secos. Tenía unos garbanzos especialmente para eso y los utilizaba una y otra vez.
Metemos las tartaletas en la nevera, al menos durante media hora.
Precalentamos el horno a 170º. Una vez caliente, metemos las tartaletas dentro y horneamos durante 17 minutos.Sacamos sobre una rejilla y retiramos el papel con el peso.
Dejamos que se tibien.
Sacamos las tartaletas de los moldes y las dejamos enfriar completamente.
Estas tartaletas nos sirven para infinidad de preparaciones, incluso las podemos congelar y sacarlas media horita antes de usarlas para tenerlas listas.
Para hacer las trufas, ponemos la nata en un calentador y la llevamos al fuego medio.
Una vez que rompa el hervor, añadimos el chocolate troceado y apagamos el fuego. Dejamos que repose un par de minutos.
Removemos con unas varillas hasta que el chocolate esté completamente derretido he integrado con la nata.
Cubrimos con papel film, pegado sobre la trufa, y dejamos enfriar, primero a temperatura ambiente y luego en la nevera hasta el día siguiente.
A la hora de formar las trufas es importante que la mezcla esté bien fría, así que si quieren la pueden meter al congelador una media hora antes de empezar a hacerlas.
Vamos cogiendo porciones con una cucharilla de postre y rápidamente le damos forma de bola con las manos. Las vamos colocando en una bandeja con papel de horno y las metemos en la nevera hasta el momento de usarlas.
Vamos ahora con la crema de vainilla.
Ponemos la mantequilla en trozos en un bol amplio y la batimos hasta que esté cremosa y pálida.
Añadimos el azúcar glass, tamizándolo primero y seguimos batiendo hasta que esté integrados. Es preferible primero unirlos un poco con una espátula y luego con la batidora, más que nada para que no se nos llene la cocina de una nube de azúcar glass.
Echamos al bol el queso bien frío y la vainilla.
Seguimos batiendo hasta que la crema esté homogénea y bien integrados todos los ingredientes. (Es importante que rebañemos en la parte de abajo del bol para que no se nos queden restos sin unir).
Una vez que tengamos la crema preparada la ponemos en una manga pastelera con boquilla redonda.
La reservamos en la nevera hasta el momento de usarla.
Para la crema de pistacho, procedemos de la misma manera que la de vainilla, pero en este caso, añadiendo la pasta de pistacho cuando ponemos el queso.
Además para darle un tono más "mono" a la crema le añadí dos gotas de colorante verde, aunque esto es opcional.
La crema de pistacho también la metemos en una manga, aunque en este caso vamos a usar dos boquillas distintas, una de estrella pequeña y una de hacer decoraciones tipo césped, por lo que le pondremos un adaptador que nos permita cambiarlas. (Tanto las boquillas como el adaptador los puedes conseguir en La cocinita cupcakes)
Ya tenemos las tartaletas, las trufas y las cremas, así que ya podemos montar nuestros Mont Blanc.
(Hay que tener en cuenta que la crema tiene que tener la consistencia adecuada para manejarla así que si ven que se ha quedado dura en la nevera déjenla al menos 15 o 20 minutos fuera para que se ablande un poco y fluya con suavidad por la boquilla.)
Cubrimos el interior de las tartaletas con crema de vainilla.
Colocamos una trufa en el medio y presionamos un poco para que quede bien fijada.
Ahora, con la crema de pistacho, y con la boquilla rizada, cubrimos alrededor y sobre la trufa, elevando la crema hasta formar una especie de montaña.
Cambiamos la boquilla rizada por la de césped y cubrimos desde abajo hacia arriba. Los haremos repartiendo la mezcla alrededor del pastel, de manera ascendente.
Para finalizar, cogí una de las trufas que sobraron, la dividí en ocho pequeñas trufas y las cubrí con cacao en polvo. Con ellas "coroné" la cima de mis Mont Blanc.
Miren qué preciosidad de corte queda. Cada una de las capas bien definida y esa trufa maravillosa en medio.
Ahora les invito a que pasen por nuestro blog, Desafío en la cocina, y se deleiten con las distintas versiones de este dulce que han hecho mis compañeras, además de las versiones de las otras cuatro propuestas. Van a ver qué de cosas ricas van a encontrar.
También les recuerdo que éste es nuestro último desafío del curso. El grupo Desafío en la cocina se toma vacaciones, pero no se preocupen que aquí estaremos a partir del 20 de septiembre con nuevas y variadas propuestas.
13 No te cortes y deja tu comentario.
¡Desafío conseguido! Totalmente de acuerdo contigo, la combinación pistacho-chocolate es fantástica, y además le has dado un colorido estupendo, me encanta.
ResponderEliminarBesitos
Que pasada! Me encantan de principio a fin! Tienes unas manos prodigiosas 😊
ResponderEliminarQue suspiro acabo de dar, Carol!!. Creo que me han oído hasta los vecinos del tercero. Una preciosidad reina, y tienen que estar increíblemente ricos.
ResponderEliminarBesines
Pues esta versión con pistachos también debe estar de rechupete!! que cosa mas rica!! Bs.
ResponderEliminarMadre de Diossss, menuda exquisitez mi Caro !!!
ResponderEliminarEsa combinación tiene que estar para rechupetearse los dedos.
Me encanta , quedan divinos y el corte de infarto golosón.
Besinos.
SENSACIONALES!! jope nena que mano tienes, te quedaron preciosos!!! me encantan los sabores y me encanta el aspecto y me encanta todo!!
ResponderEliminarCarol, siempre me dejas con la boca abierta!!
ResponderEliminarEs un postre muy bonito, un rico y dulce final de curso. El corte es precioso y muy apetecible.
ResponderEliminarBesos.
Divino, y el corte espectacular! para matrícula de honor!
ResponderEliminarEspectacular ese corte ¡¡¡¡¡ me encanta tu blog y cada vez que entro me sorprendes mas, hago mucha de tu cocina y siempre me sale genial .Gracias
ResponderEliminarSensacional Carol es impresionante lo bonito que te ha quedado me encanta feliz verano guapa bst
ResponderEliminarDesde la base al relleno me parece una auténtica maravilla,,, pero con esa cobertura de fideos de pistacho me enamoré. que bien quedan :) Un besito,
ResponderEliminarEl baúl de las delicias
Un delicioso mont blanc con una combinación explosiva, besos.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por dejar tu comentario.