Hoy vamos con un plato de estilo oriental, en el que usaremos fideos chinos y salsa teriyaki. Ambos ingredientes los podemos encontrar sin ningún tipo de problema en cualquier gran superficie.
Además de que es muy fácil de preparar es muy sano, al estar combinado con verduras. Es un plato completo que está buenísimo.
Los ingredientes que usé son:
Empezamos quitando las posibles grasas a la pechuga de pollo y la cortamos en tiras.
La ponemos en un plato y le ponemos dos o tres cucharadas de la salsa. Removemos y dejamos reposar al menos durante media hora.
Pelamos la cebolla, raspamos las zanahorias, quitamos las nervaduras y semillas de los pimientos.
Picamos toda la verdura en tiras.
En el wok o en una sartén profunda ponemos un poco de aceite y salteamos el pollo a fuego fuerte, removiendo o meneando el wok.
Sacamos el pollo y lo reservamos en un plato.
Añadimos la verdura al wok. Si es necesario, añadimos antes un poco de aceite, pero muy poca. Dejamos que se vaya haciendo, removiendo de vez en cuando.
Mientras vamos preparando los fideos.
Ponemos a calentar agua con sal en un caldero.
Cuando rompa a hervir añadimos los fideos y apagamos el fuego.
Los vamos separando con un tenedor y los dejamos el tiempo que indique el fabricante.
Vertemos un chorro generoso de salsa teriyaki y dejamos unos minutos, mientras que vamos removiendo para que se mezclen bien todos los sabores. (No me he olvidado de la sal. La salsa ya le da bastante sabor).
Servimos espolvoreado con un poco de perejil seco y ya lo podemos disfrutar.
Si se atreven los pueden comer con palillos chinos, aunque en nuestro caso sólo sirven para la foto.
Riquísimo y sin ninguna complicación.
Además de que es muy fácil de preparar es muy sano, al estar combinado con verduras. Es un plato completo que está buenísimo.
Los ingredientes que usé son:
- Una pechuga de pollo. (Si lo prefieres puedes usar pavo o ternera).
- 250 gr. de fideos chinos de trigo.
- Una cebolla.
- Medio pimiento verde.
- Medio pimiento rojo.
- Una o dos zanahorias.
- Salsa teriyaki.
- Aceite de oliva.
Empezamos quitando las posibles grasas a la pechuga de pollo y la cortamos en tiras.
La ponemos en un plato y le ponemos dos o tres cucharadas de la salsa. Removemos y dejamos reposar al menos durante media hora.
Pelamos la cebolla, raspamos las zanahorias, quitamos las nervaduras y semillas de los pimientos.
Picamos toda la verdura en tiras.
En el wok o en una sartén profunda ponemos un poco de aceite y salteamos el pollo a fuego fuerte, removiendo o meneando el wok.
Sacamos el pollo y lo reservamos en un plato.
Añadimos la verdura al wok. Si es necesario, añadimos antes un poco de aceite, pero muy poca. Dejamos que se vaya haciendo, removiendo de vez en cuando.
Mientras vamos preparando los fideos.
Ponemos a calentar agua con sal en un caldero.
Cuando rompa a hervir añadimos los fideos y apagamos el fuego.
Los vamos separando con un tenedor y los dejamos el tiempo que indique el fabricante.
Cuando la verdura esté cocinada a nuestro gusto, añadimos al wok el pollo y removemos.
Escurrimos los fideos y los incorporamos a la sartén.Vertemos un chorro generoso de salsa teriyaki y dejamos unos minutos, mientras que vamos removiendo para que se mezclen bien todos los sabores. (No me he olvidado de la sal. La salsa ya le da bastante sabor).
Servimos espolvoreado con un poco de perejil seco y ya lo podemos disfrutar.
Si se atreven los pueden comer con palillos chinos, aunque en nuestro caso sólo sirven para la foto.
Riquísimo y sin ninguna complicación.