El queque que les traigo hoy no está bueno, no. Está increíblemente bueno.
No es nada complicado de preparar, pero entre la mezcla de especias y el glaseado de caramelo se consigue una combinación extremadamente rica.
Los ingredientes que usé fueron:
Tamizamos con un colador el harina, la levadura, el jengibre, la canela, la nuez moscada, el clavo y la sal.
Batimos hasta que esté bien cremosa la mezcla.
Vamos añadiendo los huevos de uno en uno y seguimos batiendo. No añadiremos un huevo nuevo hasta que el anterior esté integrado.
Vamos alternando los ingredientes secos con la leche, es decir, primero añadimos un tercio de los ingredientes secos, luego la mitad de la leche, otro tercio de ingredientes secos, el resto de la leche y el resto de los ingredientes secos.
Entre unos y otros seguiremos batiendo.
Terminamos de integrar con la espátula, rebañando los laterales y el fondo del bol, para asegurarnos que está todo bien integrado.
Engrasamos bien el molde que vayamos a usar.
Repartimos la mezcla en el molde, alisándola con una espátula.
Al final damos unos golpes al molde sobre la encimera para que se quede bien repartido.
Metemos en el horno y dejamos cocinar entre 50 y 60 minutos, hasta que al pinchar con un palo de brocheta salga limpio.
Dejamos reposar sobre una rejilla quince minutos.
Desmoldamos dando la vuelta al molde y dejamos enfriar completamente sobre la rejilla.
Para el glaseado ponemos la nata y el azúcar en un calentador.
Lo ponemos a fuego medio y dejamos que se vaya haciendo sin dejar de remover. Cuanto más tiempo esté, más espesito quedará.
Dejamos que se tibie un poco.
Glaseamos el bizcocho, en mi caso lo fui pintando con una brocha de silicona, y lo tenemos preparado.
Miren ese caramelo como luce sobre el queque.
Y este es el maravilloso corte que tiene. Súper jugoso y con un sabor muy especial.
Desde luego este es un queque para disfrutar.
No es nada complicado de preparar, pero entre la mezcla de especias y el glaseado de caramelo se consigue una combinación extremadamente rica.
Los ingredientes que usé fueron:
- 425 gr. de harina de trigo.
- 225 gr. de mantequilla a temperatura ambiente.
- 330 gr. de azúcar.
- Cuatro huevos talla L.
- 250 ml. de leche.
- Una cucharadita y media de levadura tipo Royal (de las de postre).
- Una cucharadita de jengibre molido (de las de café).
- Una cucharadita de canela en polvo (de las de café).
- Media cucharadita de nuez moscada (de las de café).
- Una puntita de clavo molido.
- Una pizca de sal.
- 200 ml. de nata líquida para montar.
- 100 gr. de azúcar moreno.
Tamizamos con un colador el harina, la levadura, el jengibre, la canela, la nuez moscada, el clavo y la sal.
Removemos para que se mezclen bien.
Éstos serán los ingredientes secos.
En un bol amplio ponemos el azúcar y la mantequilla.Batimos hasta que esté bien cremosa la mezcla.
Vamos añadiendo los huevos de uno en uno y seguimos batiendo. No añadiremos un huevo nuevo hasta que el anterior esté integrado.
Vamos alternando los ingredientes secos con la leche, es decir, primero añadimos un tercio de los ingredientes secos, luego la mitad de la leche, otro tercio de ingredientes secos, el resto de la leche y el resto de los ingredientes secos.
Entre unos y otros seguiremos batiendo.
Terminamos de integrar con la espátula, rebañando los laterales y el fondo del bol, para asegurarnos que está todo bien integrado.
Engrasamos bien el molde que vayamos a usar.
Repartimos la mezcla en el molde, alisándola con una espátula.
Al final damos unos golpes al molde sobre la encimera para que se quede bien repartido.
Metemos en el horno y dejamos cocinar entre 50 y 60 minutos, hasta que al pinchar con un palo de brocheta salga limpio.
Dejamos reposar sobre una rejilla quince minutos.
Desmoldamos dando la vuelta al molde y dejamos enfriar completamente sobre la rejilla.
Para el glaseado ponemos la nata y el azúcar en un calentador.
Lo ponemos a fuego medio y dejamos que se vaya haciendo sin dejar de remover. Cuanto más tiempo esté, más espesito quedará.
Dejamos que se tibie un poco.
Glaseamos el bizcocho, en mi caso lo fui pintando con una brocha de silicona, y lo tenemos preparado.
Miren ese caramelo como luce sobre el queque.
Y este es el maravilloso corte que tiene. Súper jugoso y con un sabor muy especial.
Desde luego este es un queque para disfrutar.