MONKEY BREAD DE AJO Y PEREJIL
martes, marzo 01, 2016
Ya tengo publicado en el blog un Monkey bread en su versión dulce pero ya tenía ganas de probarlo en la versión salada.
Es un plato ideal para poner en una comida informal, a modo de picoteo. Es un gustazo ir "arrancándole" trocitos con los dedos y comerlos tal y como están o mojándolos en una salsita.
En esta ocasión lo he preparado utilizando una masa de pizza y aderezándolo con una mezcla de ajo, perejil, queso y aceite.
También podríamos poner trocitos de queso o de algún embutido dentro de cada bolita y ya lo dejaríamos más completito.
Yo lo preparé para una comida familiar y algunos que llegaron un poco más tarde de la cuenta se quedaron sin probarlo así que imaginen lo rico que queda.
Los ingredientes que usé fueron:
Para la masa:
Echamos dentro la levadura desecha y removemos para que se disuelva.
En un bol ponemos el harina y la sal y removemos bien.
Hacemos un hueco en el centro y vertemos la leche y el agua con levadura y el aceite.
Amasamos hasta que podamos formar una bola que no se pegue a las manos con la masa.
Puedes empezar con una cuchara de palo y luego continuar con las manos, aunque con un robot con gancho amasador se hace mucho más rápido.
Engrasamos un bol con aceite y ponemos la masa dentro.
Cubrimos con un trapo de cocina y dejamos reposar hasta que la masa doble su volumen, alrededor de hora y media o dos horas.
Pasado ese tiempo, ponemos en la picadora los ajos pelados, el perejil, la sal y el aceite.
Picamos hasta que quede todo bien triturado.
Amasamos un poco la masa, vamos cogiendo pequeñas porciones y formamos una bolita con cada una de ellas.
Yo lo hice a ojo, sin pesarlas, pero no las hice demasiado grandes.
Una vez que las hayamos formado todas las ponemos en un bol amplio.
Le echamos por encima la picada de ajo y perejil y la mozarella rallada.
Mezclamos con una espátula para que se impregnen bien las bolitas con la mezcla.
Engrasamos un molde de corona y colocamos las bolitas de masa dentro.
Las tapamos con un trapo seco y las dejamos que vuelvan a crecer, en este caso estarán listas en una media hora.
Precalentamos el horno a 190º.
Metemos el molde dentro, sobre la rejilla que habremos colocado en el carril que está justo debajo del central. (Es importante que sea sobre la rejilla para que el calor circule bien por la chimenea del molde).
Lo horneamos durante 40 minutos. Si viéramos que se nos empieza a dorar mucho por la superficie lo cubrimos con un trozo de papel de aluminio y continuamos la cocción hasta que se acabe el tiempo.
Dejamos que se temple sobre una rejilla, le damos la vuelta para desmoldarlo y lo dejamos sobre la rejilla.
Podemos aprovechar el hueco central para colocarle un cuenquito con alguna salsa para acompañarlo, en este caso salsa barbacoa, aunque ya les digo que sin salsa está buenísimo.
Vamos "pellizcando" trocitos de pan y disfrutamos de este rico bocado.
Les aseguro que no quedarán ni las migas.
Es un plato ideal para poner en una comida informal, a modo de picoteo. Es un gustazo ir "arrancándole" trocitos con los dedos y comerlos tal y como están o mojándolos en una salsita.
En esta ocasión lo he preparado utilizando una masa de pizza y aderezándolo con una mezcla de ajo, perejil, queso y aceite.
También podríamos poner trocitos de queso o de algún embutido dentro de cada bolita y ya lo dejaríamos más completito.
Yo lo preparé para una comida familiar y algunos que llegaron un poco más tarde de la cuenta se quedaron sin probarlo así que imaginen lo rico que queda.
Los ingredientes que usé fueron:
Para la masa:
- 600 gr. de harina de fuerza.
- 150 ml. de leche templada.
- 150 ml. de agua templada.
- 100 ml. de aceite de oliva virgen.
- Una cucharadita de sal.
- Un cubito de levadura fresca de panadería (25 gr.)
- Media cabeza de ajos.
- Un puñado de perejil fresco.
- Medio vaso de aceite de oliva virgen extra.
- Una cucharadita de sal.
- Un paquete de mozarella rallada (125 gr.)
Echamos dentro la levadura desecha y removemos para que se disuelva.
En un bol ponemos el harina y la sal y removemos bien.
Hacemos un hueco en el centro y vertemos la leche y el agua con levadura y el aceite.
Amasamos hasta que podamos formar una bola que no se pegue a las manos con la masa.
Puedes empezar con una cuchara de palo y luego continuar con las manos, aunque con un robot con gancho amasador se hace mucho más rápido.
Engrasamos un bol con aceite y ponemos la masa dentro.
Cubrimos con un trapo de cocina y dejamos reposar hasta que la masa doble su volumen, alrededor de hora y media o dos horas.
Pasado ese tiempo, ponemos en la picadora los ajos pelados, el perejil, la sal y el aceite.
Picamos hasta que quede todo bien triturado.
Amasamos un poco la masa, vamos cogiendo pequeñas porciones y formamos una bolita con cada una de ellas.
Yo lo hice a ojo, sin pesarlas, pero no las hice demasiado grandes.
Una vez que las hayamos formado todas las ponemos en un bol amplio.
Le echamos por encima la picada de ajo y perejil y la mozarella rallada.
Mezclamos con una espátula para que se impregnen bien las bolitas con la mezcla.
Engrasamos un molde de corona y colocamos las bolitas de masa dentro.
Las tapamos con un trapo seco y las dejamos que vuelvan a crecer, en este caso estarán listas en una media hora.
Precalentamos el horno a 190º.
Metemos el molde dentro, sobre la rejilla que habremos colocado en el carril que está justo debajo del central. (Es importante que sea sobre la rejilla para que el calor circule bien por la chimenea del molde).
Lo horneamos durante 40 minutos. Si viéramos que se nos empieza a dorar mucho por la superficie lo cubrimos con un trozo de papel de aluminio y continuamos la cocción hasta que se acabe el tiempo.
Dejamos que se temple sobre una rejilla, le damos la vuelta para desmoldarlo y lo dejamos sobre la rejilla.
Podemos aprovechar el hueco central para colocarle un cuenquito con alguna salsa para acompañarlo, en este caso salsa barbacoa, aunque ya les digo que sin salsa está buenísimo.
Vamos "pellizcando" trocitos de pan y disfrutamos de este rico bocado.
Les aseguro que no quedarán ni las migas.
13 No te cortes y deja tu comentario.
Desde luego es una idea perfecta para picotear!! Me gusta!! Bss.
ResponderEliminarEso de ir arráncandole trocitos con los dedos ya me ha conquistado por completo, que rico Carol, me ha encantado la idea.
ResponderEliminarBesiness
Hola guapa, espero que ya te encuentres mucho mejor.
ResponderEliminarMe ha encantado en la versión salada, que buena cena para un finde, tanto como gusta en mi casa hacer las cenitas de esas noches de pizzas, empanadas, ect. Me lo anoto que lo tengo que hacer. Besinos preciosa.
Hola Carolina, me lo creo totalmente que no sobrarán ni las migas, porque tiene una pinta estupenda.
ResponderEliminarEn versión dulce tengo ganas de hacerlo hace tiempo, pero vamos, que la salada me ha dejado ojiplática. Menudo dilema ahora.
Eres una artista !!!
Besotes gordos mi niña.
Me lo guardo si o si que delicia....
ResponderEliminarA mi no me lo pongas delante que tampoco quedarían ni las miguitas. Qué rico!!! Una idea de presentación diferente, me encanta! Besiños.
ResponderEliminarNi siquiera he probado la versión dulce todavía, ahora me quedo con ganas de los dos, pero esta me ha gustado mucho, se ve una miga muy rica.
ResponderEliminarBesos.
Bueno, Carolina, que maravilla, que me la pienso llevar ahora mismo, creo que nos va a encantar en casa.
ResponderEliminarBesos. Lola
Una idea muy novedosa, me gusta la forma de hacerla, me recordo mi pizzas de bolas, algun dia la preparare pero tendre que tener a la familia en casa, si no es mucho para dos, un besito
ResponderEliminarMenuda pintaza,se ve delicioso. Un besazo.
ResponderEliminares una receta que tengo muchas ganas de hacer¡¡
ResponderEliminaresta tuya se ve de lo mas apetecible, en cuanto tenga una ocasión la haremos.
besos crisylaura.
Aún no he hecho un monkey bread pero tengo muchas ganas y en versión salada me llama mucho la atención :)
ResponderEliminarbesos
Madre mia Carolina que cosa mas rica, me lo apunto.
ResponderEliminarUn beso
Muchísimas gracias por dejar tu comentario.