CREMA DE ESPINACAS
martes, febrero 23, 2016
Por aquí la semana pasada llegó por fin el frío. Hemos tenido un invierno bastante cálido pero estos días atrás se han desplomado las temperaturas e incluso ha nevado en las cumbres de las islas más altas.
Es por eso por lo que el cuerpo te pide platos calentitos. Uno de los que me gustan a mí son las cremas.
En esta ocasión me he decidido por una crema "verde". Sí, cargadita de espinacas. Te tomas una crema de éstas como primer plato o para cenar y se te queda el cuerpo entonadito.
Los ingredientes que usé fueron:
Deshojamos las espinacas y las lavamos bien.
Picamos la cebolla y el ajo.
Ponemos un poco de aceite en un caldero y rehogamos la cebolla y el ajo durante unos minutos.
Mientras troceamos la papa y el calabacín.
Los añadimos al caldero y le damos unas vueltas.
Incorporamos las espinacas y rehogamos unos minutos, removiendo, hasta que pierdan volumen.
Echamos agua que cubra apenas las verduras y ponemos sal.
Llevamos a hervir, bajamos a fuego medio y dejamos cocinar tapado hasta que la papa esté cocinada, unos 20 minutos.
Trituramos con el brazo de la batidora.
Añadimos los quesitos y seguimos triturando.
Llevamos al fuego nuevamente y le damos un hervor, removiendo.
Sólo nos queda servirla bien calentita, en este caso acompañada con un poco de queso rallado, y disfrutarla.
Me encanta el color que se le queda a esta crema, pero sobre todo el saborcito tan rico que tiene.
Una manera muy sana de entrar en calor.
Es por eso por lo que el cuerpo te pide platos calentitos. Uno de los que me gustan a mí son las cremas.
En esta ocasión me he decidido por una crema "verde". Sí, cargadita de espinacas. Te tomas una crema de éstas como primer plato o para cenar y se te queda el cuerpo entonadito.
Los ingredientes que usé fueron:
- Cinco manojos de espinacas.
- Un calabacín mediano.
- Una papa mediana.
- Una cebolla.
- Un diente de ajo.
- Dos o tres quesitos en porciones, tipo Caserío.
- Sal.
- Aceite de oliva.
Deshojamos las espinacas y las lavamos bien.
Picamos la cebolla y el ajo.
Ponemos un poco de aceite en un caldero y rehogamos la cebolla y el ajo durante unos minutos.
Mientras troceamos la papa y el calabacín.
Los añadimos al caldero y le damos unas vueltas.
Incorporamos las espinacas y rehogamos unos minutos, removiendo, hasta que pierdan volumen.
Echamos agua que cubra apenas las verduras y ponemos sal.
Llevamos a hervir, bajamos a fuego medio y dejamos cocinar tapado hasta que la papa esté cocinada, unos 20 minutos.
Trituramos con el brazo de la batidora.
Añadimos los quesitos y seguimos triturando.
Llevamos al fuego nuevamente y le damos un hervor, removiendo.
Sólo nos queda servirla bien calentita, en este caso acompañada con un poco de queso rallado, y disfrutarla.
Me encanta el color que se le queda a esta crema, pero sobre todo el saborcito tan rico que tiene.
Una manera muy sana de entrar en calor.
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Las espinacas siempre tengo que comerlas camufladas, Carol. No me van mucho que digamos, así que esta cremita me viene de perlas.
ResponderEliminarBesines
Qué poquitas cremas estamos comiendo este año, con estas temperaturas casi se apetece más un plato fresquito.
ResponderEliminarPero vamos que a una crema como esta no iba a decirle que no, rica y nutritiva.
Besos.
A mí las sopas y cremas siempre me apetecen por la noche... son un "must". Sean de lo que sean, incluso espinacas :)
ResponderEliminarbesos guapa
Holaaa, que riquísima la crema de espinacas, hace un siglo que no la hago. Pero esta tuya encima está enriquecida con calabacín, que lujo!
ResponderEliminarMe alegro de volver a bloguear y de veros a todos!
Un besooo
Lo que me gustan a mí las cremas... y las de espinacas son una debilidad. Lástima que en casa no triunfan nada de nada...
ResponderEliminarMuchísimas gracias por dejar tu comentario.