TARTA MOUSSE DE YOGUR Y MANZANA VERDE CON REDUCCIÓN DE CLIPPER DE FRESA EN GELATINA
viernes, agosto 21, 2015
Si hay un refresco que la mayoría de los canarios han tomado al menos una vez en su vida ese es el Clipper de fresa.
Probablemente, muchas de esas personas además tendrán algún recuerdo de su vida en la que este refresco está presente: ir a comprar llevando la botella retornable de cristal, tomarlo acompañando la comida del domingo (único día en el que se tomaba refresco), esa noche de juerga en la que acababas de amanecida en la churrería comiendo chocolate con churros y rematado con un vaso de clipper de fresa,...
En mi caso, el recuerdo que me viene a la memoria son esas tardes de domingo cuando íbamos al cine de tres a cinco para ver películas de tarzán. Cuando era el intermedio (sí hubo una época en la que en el cine se hacía un intermedio) íbamos todos a la cantina del cine a pillarnos un vaso de clipper de fresa congelado.
La segunda parte de la película iba acompañada de los sorbos al clipper helado. Cuando se quedaba blanco te tanto "churrupetear" le dábamos la vuelta y seguíamos en ello. Luego, al acabarlo, nos levantábamos e íbamos dejando los vasos apilados en una de las columnas de la sala de cine. Lo que siempre me pregunté es si volverían a reutilizar los vasos o los tirarían a la basura.
Pues bien, yo en ese afán de utilizar productos "autóctonos" en mis tartas, esta vez me he decidido por el clipper de fresa.
El resultado, una tarta con un contraste de sabores genial y el sabor del clipper acentuado al reducirlo al fuego.
Los ingredientes que usé fueron:
Para la base:
Para la base derretimos la mantequilla a fuego lento.
Ponemos las galletas en la picadora y trituramos hasta que quede bien fina.
Vertemos la mantequilla derretida y seguimos mezclando hasta que se forma una pasta.
Lo echamos sobre el plato y cubrimos toda la base, presionando bien y sellando bien los laterales.
Reservamos en la nevera mientras preparamos la mousse.
Ponemos la gelatina a hidratar en agua fría, durante cinco minutos.
Calentamos la leche pero sin que llegue a hervir.
Escurrimos la gelatina y la añadimos a la leche, ya fuera del fuego.
Removemos bien para que se disuelva y dejamos templar.
En un bol amplio ponemos los yogures, el azúcar y la pasta de manzana.
Lo trituramos con la batidora con el accesorio de cuchillas.
Vertemos la leche con gelatina y seguimos batiendo.
Ponemos la nata en otro bol y la montamos con varillas eléctricas.
Volcamos la nata en el bol de la mezcla de yogur.
Vamos removiendo con movimientos envolventes hasta que esté todo integrado. (Yo primero lo hago con varillas manuelas y acabo con espátula de silicona).
Vertemos la mousse sobre la base de galletas y dejamos cuajar en la nevera al menos seis horas.
Para la reducción de Clipper, ponemos éste en un caldero.
Lo ponemos al fuego y dejamos que hierva. Lo ponemos a fuego medio alto y dejamos que vaya reduciendo.
Tenemos que dejar al fuego hasta que sólo nos quede un tercio de líquido, es decir, medio litro. Una vez conseguido lo apagamos.
Dejamos ENFRIAR COMPLETAMENTE a temperatura ambiente. (Esto es muy importante para que no nos estropee la mousse).
Una vez fría, la vertemos sobre la mousse, dejándola caer primero sobre una cuchara.
Podría ocurrir que algún poco de gelatina se nos cuele por los laterales ( a mí me ocurrió). No pasa nada, se le coloca alrededor papel de cocina enrollado para que lo absorba. Mientras cuaja en la nevera dejará de salir.
La reservamos en la nevera hasta el día siguiente o al menos unas cuatro horas. (Siempre queda mejor al día siguiente).
A la hora de servir, abrimos el aro y retiramos con cuidado el papel y ya tenemos lista nuestra deliciosa tarta.
Tiene un contraste de sabores estupendo.
Aquí les dejo la foto del corte que, como pueden ver, casi no me dejan hacerlo.
Y les pongo esta foto bien cerquita para que vean la textura de la mousse al meterle la cuchara.
Una delicia de tarta, créanme.
Probablemente, muchas de esas personas además tendrán algún recuerdo de su vida en la que este refresco está presente: ir a comprar llevando la botella retornable de cristal, tomarlo acompañando la comida del domingo (único día en el que se tomaba refresco), esa noche de juerga en la que acababas de amanecida en la churrería comiendo chocolate con churros y rematado con un vaso de clipper de fresa,...
En mi caso, el recuerdo que me viene a la memoria son esas tardes de domingo cuando íbamos al cine de tres a cinco para ver películas de tarzán. Cuando era el intermedio (sí hubo una época en la que en el cine se hacía un intermedio) íbamos todos a la cantina del cine a pillarnos un vaso de clipper de fresa congelado.
La segunda parte de la película iba acompañada de los sorbos al clipper helado. Cuando se quedaba blanco te tanto "churrupetear" le dábamos la vuelta y seguíamos en ello. Luego, al acabarlo, nos levantábamos e íbamos dejando los vasos apilados en una de las columnas de la sala de cine. Lo que siempre me pregunté es si volverían a reutilizar los vasos o los tirarían a la basura.
Pues bien, yo en ese afán de utilizar productos "autóctonos" en mis tartas, esta vez me he decidido por el clipper de fresa.
El resultado, una tarta con un contraste de sabores genial y el sabor del clipper acentuado al reducirlo al fuego.
Los ingredientes que usé fueron:
Para la base:
- 200 gr. de galletas tipo Digestive.
- 100 gr. de mantequilla.
- 750 gr. de yogur griego (6 unidades de 125 gr.) En mi caso los usé sin azucarar.
- 500 ml. de nata para montar muy fría.
- 250 gr. de azúcar.
- 50 gr. de pasta de manzana.(La puedes comprar aquí)
- 12 hojas de gelatina (20 gr.).
- Medio vaso de leche.
- Un litro y medio de Clipper de fresa (Si tienes la "desgracia" de no conseguir este refresco puedes probar con otro de fresa pero asegúrate que tenga un sabor intenso).
- Seis hojas de gelatina (10 gr.)
Para la base derretimos la mantequilla a fuego lento.
Ponemos las galletas en la picadora y trituramos hasta que quede bien fina.
Vertemos la mantequilla derretida y seguimos mezclando hasta que se forma una pasta.
Lo echamos sobre el plato y cubrimos toda la base, presionando bien y sellando bien los laterales.
Reservamos en la nevera mientras preparamos la mousse.
Ponemos la gelatina a hidratar en agua fría, durante cinco minutos.
Calentamos la leche pero sin que llegue a hervir.
Escurrimos la gelatina y la añadimos a la leche, ya fuera del fuego.
Removemos bien para que se disuelva y dejamos templar.
En un bol amplio ponemos los yogures, el azúcar y la pasta de manzana.
Lo trituramos con la batidora con el accesorio de cuchillas.
Vertemos la leche con gelatina y seguimos batiendo.
Ponemos la nata en otro bol y la montamos con varillas eléctricas.
Volcamos la nata en el bol de la mezcla de yogur.
Vamos removiendo con movimientos envolventes hasta que esté todo integrado. (Yo primero lo hago con varillas manuelas y acabo con espátula de silicona).
Vertemos la mousse sobre la base de galletas y dejamos cuajar en la nevera al menos seis horas.
Para la reducción de Clipper, ponemos éste en un caldero.
Lo ponemos al fuego y dejamos que hierva. Lo ponemos a fuego medio alto y dejamos que vaya reduciendo.
Tenemos que dejar al fuego hasta que sólo nos quede un tercio de líquido, es decir, medio litro. Una vez conseguido lo apagamos.
Ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua fría.
Una vez hidratadas, las escurrimos y la añadimos al clipper. Removemos bien para que se disuelvan.Dejamos ENFRIAR COMPLETAMENTE a temperatura ambiente. (Esto es muy importante para que no nos estropee la mousse).
Una vez fría, la vertemos sobre la mousse, dejándola caer primero sobre una cuchara.
Podría ocurrir que algún poco de gelatina se nos cuele por los laterales ( a mí me ocurrió). No pasa nada, se le coloca alrededor papel de cocina enrollado para que lo absorba. Mientras cuaja en la nevera dejará de salir.
La reservamos en la nevera hasta el día siguiente o al menos unas cuatro horas. (Siempre queda mejor al día siguiente).
A la hora de servir, abrimos el aro y retiramos con cuidado el papel y ya tenemos lista nuestra deliciosa tarta.
Tiene un contraste de sabores estupendo.
Aquí les dejo la foto del corte que, como pueden ver, casi no me dejan hacerlo.
Y les pongo esta foto bien cerquita para que vean la textura de la mousse al meterle la cuchara.
Una delicia de tarta, créanme.
5 No te cortes y deja tu comentario.
No conocía este refresco... y le has dado una utilidad estupenda!! qué color!!!
ResponderEliminarBesos y buen fin de semana!!!
Yo tampoco conocía ese refresco. La tarta de lujo¡¡¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarYo nunca había visto ese refresco! Aunque claro, también pasa que no me gustan los refrescos en general jajajaja me parecen muy dulzones, pero que curioso ese cuajado que le has plantado a tu tarta!
ResponderEliminarTampoco conocía este refresco, la tarta te ha quedado muy bonita. Cada vez preparo mas este tipo de tartas fáciles, sin hornos y que dan tan buen resultado. Feliz fin de semana
ResponderEliminarHolaaa, ya estoy de vuelta por aquí, a ponerme al día toca!
ResponderEliminarQue magnífica tarta, veo que sigues en tu línea, dulces espectaculares. Este refresco no lo había oído mencionar nunca pero tiene un color preciosísimo, llama poderosamente la atención. Tiene que estar super buena, no lo dudo ni por un momento.
Me alegro de volver a verte!
UN besoooo
Muchísimas gracias por dejar tu comentario.