El otro día, cuando les traje la Hamburguesa de pollo con calabacín les adelanté que también había hecho el pan de hamburguesa. De esa manera conseguiremos comernos una hamburguesa 100% casera.
Pero antes de empezar con la receta, yo les dejo una duda "existencial" del tipo "¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?".
En este caso les planteo ¿Qué fue primero, el pan de hamburguesa o el relleno de la hamburguesa?. ¿Alguien hizo una vez un pan con forma redondita y pensó que sería ideal hacer una mezcla de carne picada para ponerla en su interior? ¿O fue al revés?. ¿Alguien hizo una mezcla de carne picada con forma redonda y aplastada y pensó que sería genial hacer un pan redondito para meterla dentro?
Como quiera que sea, es una comida que gusta a casi todo el mundo pero que no todo el mundo se "permite el lujo" de comer, sobre todo en determinadas cadenas de alimentación, porque no tienen muy claro lo que contiene.
Así que con la receta de la Hamburguesa de Pollo del otro día y esta de los panecillos de hoy, podemos prepararla en casa y sabemos exactamente lo que nos comemos, además de que queda riquísima.
Los ingredientes que usé fueron:
Añadimos el sobre de levadura y removemos.
En un bol amplio ponemos el harina, el azúcar y la sal y mezclamos bien.
Hacemos un hueco en el centro y vertemos el buttermilch, el huevo y el aceite.
Empezamos a amasar, primero con una cuchara de palo y luego con la mano, hasta que consigamos que la masa se despegue de las paredes del bol.
Enharinamos la encimera y volcamos nuestra masa en ella.
Vamos amasando hasta que consigamos una masa que no se pegue a las manos. Hay que evitar añadir más harina para que no se nos queden unos panecillos muy densos, así que hay que hacerlo con paciencia.
Engrasamos un bol con un poco de aceite y ponemos nuestra masa dentro.
Cubrimos con un paño limpio y dejamos reposar alrededor de una hora y media, hasta que doble su volumen.
Ponemos un poco de harina en la encimera, volcamos la masa y la amasamos para que pierda el aire del interior.
Dividimos la masa en nueve partes, de unos 90-100 gr. cada una.
Con cada porción de masa formamos una bola.
Colocamos las bolas en una bandeja de horno con papel sulfurizado, dejando separación entre ellas.
Las volvemos a cubrir con un paño y las dejamos reposar una hora, hasta que doblen su tamaño.
Batimos el otro huevo y pintamos los panecillos, ayudados de una brocha de silicona.
Si queremos podemos espolvorear unas semillas de sésamo sobre los panecillos o, como en mi caso, con unos copos de avena.
Metemos en el horno, que habremos precalentado a 190º, durante 20 minutos.
Los colocamos sobre una rejilla y los dejamos enfriar totalmente.
Miren que aspecto tan delicioso que tienen.
Aquí lo tenemos preparadito para rellenar con lo que más nos apetezca. Ya les digo que con unas hojitas de lechuga, unas rodajas de tomate y un poco de jamón serrano están de vicio.
Y aquí, como no, relleno con la hamburguesa de pollo y calabacín, además de con queso, huevo, lechuga, tomate y sus salsitas. Lo que viene siendo una hamburguesa "especial" en toda regla.
Como ven, sí que es posible comer una hamburguesa y estar comiendo sano.
*Por cierto, para que no "pierdan el sueño" por mi culpa, parece ser que primero fue el interior de carne y posteriormente a alguien se le ocurrió meterlo dentro del pan.
Pero antes de empezar con la receta, yo les dejo una duda "existencial" del tipo "¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?".
En este caso les planteo ¿Qué fue primero, el pan de hamburguesa o el relleno de la hamburguesa?. ¿Alguien hizo una vez un pan con forma redondita y pensó que sería ideal hacer una mezcla de carne picada para ponerla en su interior? ¿O fue al revés?. ¿Alguien hizo una mezcla de carne picada con forma redonda y aplastada y pensó que sería genial hacer un pan redondito para meterla dentro?
Como quiera que sea, es una comida que gusta a casi todo el mundo pero que no todo el mundo se "permite el lujo" de comer, sobre todo en determinadas cadenas de alimentación, porque no tienen muy claro lo que contiene.
Así que con la receta de la Hamburguesa de Pollo del otro día y esta de los panecillos de hoy, podemos prepararla en casa y sabemos exactamente lo que nos comemos, además de que queda riquísima.
Los ingredientes que usé fueron:
- 250 ml. de buttermilch o suero de leche (De venta en Lidl).
- Un sobre de levadura seca de panadería (Yo uso de la marca Maizena).
- 15 gr. de azúcar.
- Dos huevos, uno para la masa y otro para pintar los panecillos.
- 525 gr. de harina de fuerza.
- Ocho gramos de sal.
- 50 gr. de aceite de oliva suave.
- Copos de avena o semillas de sésamo.
Añadimos el sobre de levadura y removemos.
En un bol amplio ponemos el harina, el azúcar y la sal y mezclamos bien.
Hacemos un hueco en el centro y vertemos el buttermilch, el huevo y el aceite.
Empezamos a amasar, primero con una cuchara de palo y luego con la mano, hasta que consigamos que la masa se despegue de las paredes del bol.
Enharinamos la encimera y volcamos nuestra masa en ella.
Vamos amasando hasta que consigamos una masa que no se pegue a las manos. Hay que evitar añadir más harina para que no se nos queden unos panecillos muy densos, así que hay que hacerlo con paciencia.
Engrasamos un bol con un poco de aceite y ponemos nuestra masa dentro.
Cubrimos con un paño limpio y dejamos reposar alrededor de una hora y media, hasta que doble su volumen.
Ponemos un poco de harina en la encimera, volcamos la masa y la amasamos para que pierda el aire del interior.
Dividimos la masa en nueve partes, de unos 90-100 gr. cada una.
Con cada porción de masa formamos una bola.
Colocamos las bolas en una bandeja de horno con papel sulfurizado, dejando separación entre ellas.
Las volvemos a cubrir con un paño y las dejamos reposar una hora, hasta que doblen su tamaño.
Batimos el otro huevo y pintamos los panecillos, ayudados de una brocha de silicona.
Si queremos podemos espolvorear unas semillas de sésamo sobre los panecillos o, como en mi caso, con unos copos de avena.
Metemos en el horno, que habremos precalentado a 190º, durante 20 minutos.
Los colocamos sobre una rejilla y los dejamos enfriar totalmente.
Miren que aspecto tan delicioso que tienen.
Aquí lo tenemos preparadito para rellenar con lo que más nos apetezca. Ya les digo que con unas hojitas de lechuga, unas rodajas de tomate y un poco de jamón serrano están de vicio.
Y aquí, como no, relleno con la hamburguesa de pollo y calabacín, además de con queso, huevo, lechuga, tomate y sus salsitas. Lo que viene siendo una hamburguesa "especial" en toda regla.
Como ven, sí que es posible comer una hamburguesa y estar comiendo sano.
*Por cierto, para que no "pierdan el sueño" por mi culpa, parece ser que primero fue el interior de carne y posteriormente a alguien se le ocurrió meterlo dentro del pan.