GALLETAS DECORADAS DE MINNIE MOUSE
viernes, octubre 17, 2014
Probablemente es un poco osado por mi parte publicar esta receta, teniendo en cuenta la de maravillas que se ven por la red y habiendo como hay blogs prácticamente especializados en este tipo de galletas. De hecho estuve pensando en no publicarlas.
Sin embargo, me he decidido porque me gustaría compartir mi experiencia y, además, resaltar el valor que tienen.
Cuando vamos a comprar este tipo de galletas nos solemos alarmar cuando nos piden dos o tres euros por cada una de ellas, pero yo les digo, después de hacerlas y de comprobar el trabajo que tienen, que desde luego lo valen. A nosotros nos toca decidir si estamos dispuestos o no a pagar lo que valen, pero desde luego que son un trabajo de artesanía.
Es cierto que hacer la galleta en sí no es de gran dificultad. Simplemente se trata de encontrar una buena receta y ya está.
Pero eso de decorarlas, una por una, con sus detalles, ya es otro cantar. Lleva su tiempo y su dedicación.
Estas que yo he hecho son bastante sencillas, pero les aseguro que hay auténticas obras de arte.
Para elaborarlas he probado tres recetas distintas, tanto para la masa de las galletas como para el glaseado. Finalmente, las que más me gustaron de las tres fueron las de Julia, de Postreadicción. Si pinchas aquí podrás ver su receta de galletas y aquí la del glaseado. Además tiene en youtube algunos vídeos explicativos que son de mucha utilidad.
Por supuesto, estas galletas fueron el acompañamiento perfecto para la Tarta Minnie Mouse que le hice a mi princesa para su cumpleaños y con las que agasajamos a los invitados.
Me resulta bastante divertido como la primera reacción es mirarla y remirarla y el comentario de "da pena comérsela". Luego una vez que la muerden ya no pueden parar de comerla.
Los ingredientes que usé fueron:
Para la masa de galletas:
Ponemos la mantequilla, ablandada a temperatura ambiente, en un bol. La batimos hasta que esté cremosa.
Tamizamos el azúcar glass a través de un colador. (El color rosa es un efecto de la luz que entraba por mi ventana. En realidad es blanca).
Vamos añadiendo el azúcar a cucharadas mientras seguimos batiendo a velocidad baja. No debemos introducir aire en la masa, por eso lo de trabajar a baja velocidad.
En un bol batimos el huevo y la yema ligeramente.
Lo añadimos a la mezcla y seguimos batiendo hasta que esté bien integrado.
Tamizamos también el harina, dejándola caer en un bol.
La vamos añadiendo poco a poco, batiendo despacio.
Una vez añadida toda la harina, acabamos de mezclar con las manos o una espátula, hasta obtener una masa que no se pegue a las paredes del bol.
Sacamos la masa del bol, formamos una bola con ella y la cortamos en dos trozos.
Con cada uno de los trozos, formamos un rulo alargado, que pondremos sobre un papel de horno.
Colocamos otro papel encima y estiramos con el rodillo hasta conseguir un rectángulo. Ponemos en los laterales unas varillas de madera para asegurarnos que todas las galletas quedan del mismo grosor.
Hacemos lo mismo con la otra porción de masa y las colocamos en una bandeja.
Las metemos en la nevera durante tres horas. (Julia recomienda que no se tenga más de tres horas porque se resecarían).
Antes de empezar a cortar las galletas, precalentamos el horno a 170º-180º, con calor arriba y abajo y sin aire.
Cortamos las formas con un cortador de galletas.
Al estar la masa fría, la galleta se quedará en el cortador, por lo que será fácil trasladarla a la bandeja.
Las vamos colocando en la bandeja del horno, sin papel, dejando separación entre ellas.
Los recortes que nos vayan quedando, los vamos juntando y los volvemos a estirar.
Julia en su receta decía que no era necesario volver a enfriar la masa, pero en mi caso, supongo que debido al clima, cada placa que volvía a estirar se quedaba demasiado blanda así que la metía en el congelador mientras se estaban horneando las galletas anteriores.
Horneamos unos doce minutos en la parte central del horno, hasta que veamos que los bordes de las galletas se están poniendo doraditos.
Dejamos entibiar un poco, hasta que se despeguen con facilidad de la bandeja y las dejamos que se enfríen completamente en una rejilla.
Hay que tener en cuenta que tienen que estar completamente frías cuando las vayamos a decorar por lo que tienen que prepararlas al menos el día antes.
Para la decoración tenemos que preparar el glaseado.
Empezaremos tamizando el azúcar glass en un bol y lo reservamos.
Ponemos el merengue en polvo y el agua en un bol.
Lo batimos durante 8 segundos con varillas, hasta que adquiere este aspecto espumoso.
Añadimos todo el azúcar glass de una vez.
Batimos con la pala hasta que se monte.
Obtendremos un glaseado denso, que nos servirá para delinear detalles.
En mi caso, sólo aparté dos cucharaditas en dos boles que teñí con colorante rosa y amarillo y que serviría para los lazos finales de la decoración.
El resto del glaseado lo "transformé" en glaseado de relleno.
Para ello vamos añadiendo agua a poquitos y mezclando con una espátula, intentando que no entre aire en la mezcla, hasta que consigamos una consistencia más fluida.
Una vez que tengamos la glasa preparada sólo nos queda teñirla en los colores que vayamos a usar. En mi caso amarillo, rosa y negro.
Cada vez que vayamos a trabajar con un color debemos poner parte de la glasa en una manga con boquilla del tres, que utilizaremos para dibujar los contornos, y otra parte mayor en un biberón para rellenar la galleta.
A la hora de poner el glaseado en la galleta, primero, con la manga, tendremos que dibujar el contorno de la superficie a rellenar, en este caso, la zona de las orejas de Minnie.
Luego con el biberón rellenamos el interior, procurando no poner demasiado para que no se nos rebose por los lados.
Agitamos un poco la galleta para que el glaseado "corra" por la superficie.
Como creo que esto es algo muy difícil de explicar con fotografías, mejor les pongo un enlace con un vídeo explicativo, donde la propia Julia explica como hacerlo.
Pincha aquí y podrás ver cómo se hace.
En mi caso, como ven, rellené de negro la parte de las orejas y, la parte inferior, la combiné con rosa y amarillo, de acuerdo a la tarta y la decoración de la mesa.
Luego, con la glassa que había teñido al principio les hice los lacitos.
Aún me queda mucho por practicar, pero creo que quedaron bastante bien.
Sin embargo, me he decidido porque me gustaría compartir mi experiencia y, además, resaltar el valor que tienen.
Cuando vamos a comprar este tipo de galletas nos solemos alarmar cuando nos piden dos o tres euros por cada una de ellas, pero yo les digo, después de hacerlas y de comprobar el trabajo que tienen, que desde luego lo valen. A nosotros nos toca decidir si estamos dispuestos o no a pagar lo que valen, pero desde luego que son un trabajo de artesanía.
Es cierto que hacer la galleta en sí no es de gran dificultad. Simplemente se trata de encontrar una buena receta y ya está.
Pero eso de decorarlas, una por una, con sus detalles, ya es otro cantar. Lleva su tiempo y su dedicación.
Estas que yo he hecho son bastante sencillas, pero les aseguro que hay auténticas obras de arte.
Para elaborarlas he probado tres recetas distintas, tanto para la masa de las galletas como para el glaseado. Finalmente, las que más me gustaron de las tres fueron las de Julia, de Postreadicción. Si pinchas aquí podrás ver su receta de galletas y aquí la del glaseado. Además tiene en youtube algunos vídeos explicativos que son de mucha utilidad.
Por supuesto, estas galletas fueron el acompañamiento perfecto para la Tarta Minnie Mouse que le hice a mi princesa para su cumpleaños y con las que agasajamos a los invitados.
Me resulta bastante divertido como la primera reacción es mirarla y remirarla y el comentario de "da pena comérsela". Luego una vez que la muerden ya no pueden parar de comerla.
Los ingredientes que usé fueron:
Para la masa de galletas:
- 250 gr. de mantequilla a temperatura ambiente (yo usé sin sal).
- 175 gr. de azúcar glass.
- Un huevo normal y una yema.
- 550 gr. de harina normal.
- Esencia (en mi caso puse una cucharada de postre de vainilla líquida).
- 45 gr. de merengue en polvo (en las tienda Party fiesta se consigue fácilmente).
- 160 gr. de agua.
- 950 gr. de azúcar glass (icing sugar, más fina que el azúcar glass normal)
- Colorantes en pasta negro, rosa y amarillo.
Ponemos la mantequilla, ablandada a temperatura ambiente, en un bol. La batimos hasta que esté cremosa.
Tamizamos el azúcar glass a través de un colador. (El color rosa es un efecto de la luz que entraba por mi ventana. En realidad es blanca).
Vamos añadiendo el azúcar a cucharadas mientras seguimos batiendo a velocidad baja. No debemos introducir aire en la masa, por eso lo de trabajar a baja velocidad.
En un bol batimos el huevo y la yema ligeramente.
Lo añadimos a la mezcla y seguimos batiendo hasta que esté bien integrado.
Tamizamos también el harina, dejándola caer en un bol.
La vamos añadiendo poco a poco, batiendo despacio.
Una vez añadida toda la harina, acabamos de mezclar con las manos o una espátula, hasta obtener una masa que no se pegue a las paredes del bol.
Sacamos la masa del bol, formamos una bola con ella y la cortamos en dos trozos.
Con cada uno de los trozos, formamos un rulo alargado, que pondremos sobre un papel de horno.
Colocamos otro papel encima y estiramos con el rodillo hasta conseguir un rectángulo. Ponemos en los laterales unas varillas de madera para asegurarnos que todas las galletas quedan del mismo grosor.
Hacemos lo mismo con la otra porción de masa y las colocamos en una bandeja.
Las metemos en la nevera durante tres horas. (Julia recomienda que no se tenga más de tres horas porque se resecarían).
Antes de empezar a cortar las galletas, precalentamos el horno a 170º-180º, con calor arriba y abajo y sin aire.
Cortamos las formas con un cortador de galletas.
Al estar la masa fría, la galleta se quedará en el cortador, por lo que será fácil trasladarla a la bandeja.
Las vamos colocando en la bandeja del horno, sin papel, dejando separación entre ellas.
Los recortes que nos vayan quedando, los vamos juntando y los volvemos a estirar.
Julia en su receta decía que no era necesario volver a enfriar la masa, pero en mi caso, supongo que debido al clima, cada placa que volvía a estirar se quedaba demasiado blanda así que la metía en el congelador mientras se estaban horneando las galletas anteriores.
Horneamos unos doce minutos en la parte central del horno, hasta que veamos que los bordes de las galletas se están poniendo doraditos.
Dejamos entibiar un poco, hasta que se despeguen con facilidad de la bandeja y las dejamos que se enfríen completamente en una rejilla.
Hay que tener en cuenta que tienen que estar completamente frías cuando las vayamos a decorar por lo que tienen que prepararlas al menos el día antes.
Para la decoración tenemos que preparar el glaseado.
Empezaremos tamizando el azúcar glass en un bol y lo reservamos.
Ponemos el merengue en polvo y el agua en un bol.
Lo batimos durante 8 segundos con varillas, hasta que adquiere este aspecto espumoso.
Añadimos todo el azúcar glass de una vez.
Batimos con la pala hasta que se monte.
Obtendremos un glaseado denso, que nos servirá para delinear detalles.
En mi caso, sólo aparté dos cucharaditas en dos boles que teñí con colorante rosa y amarillo y que serviría para los lazos finales de la decoración.
El resto del glaseado lo "transformé" en glaseado de relleno.
Para ello vamos añadiendo agua a poquitos y mezclando con una espátula, intentando que no entre aire en la mezcla, hasta que consigamos una consistencia más fluida.
Una vez que tengamos la glasa preparada sólo nos queda teñirla en los colores que vayamos a usar. En mi caso amarillo, rosa y negro.
Cada vez que vayamos a trabajar con un color debemos poner parte de la glasa en una manga con boquilla del tres, que utilizaremos para dibujar los contornos, y otra parte mayor en un biberón para rellenar la galleta.
A la hora de poner el glaseado en la galleta, primero, con la manga, tendremos que dibujar el contorno de la superficie a rellenar, en este caso, la zona de las orejas de Minnie.
Luego con el biberón rellenamos el interior, procurando no poner demasiado para que no se nos rebose por los lados.
Agitamos un poco la galleta para que el glaseado "corra" por la superficie.
Como creo que esto es algo muy difícil de explicar con fotografías, mejor les pongo un enlace con un vídeo explicativo, donde la propia Julia explica como hacerlo.
Pincha aquí y podrás ver cómo se hace.
En mi caso, como ven, rellené de negro la parte de las orejas y, la parte inferior, la combiné con rosa y amarillo, de acuerdo a la tarta y la decoración de la mesa.
Luego, con la glassa que había teñido al principio les hice los lacitos.
Aún me queda mucho por practicar, pero creo que quedaron bastante bien.
Como la quería como detallito del cumple, lo que hice fue meterlas en bolsitas individuales y presentarlas en una cajita de metal de Minnie Mousse, acorde a la temática de la fiesta.
Es cierto que me dieron un trabajo increíble, pero es una satisfacción ver como gustan. Y no me refiero sólo a su aspecto, que ya resultan muy llamativas sino que al comerlas están riquísimas.
9 No te cortes y deja tu comentario.
Ains, niña! Tenías razón! son monísimas! te quedaron preciosas. Muy bonitas. Qué dominio de la glasa!!!
ResponderEliminarUn besazo!
te quedaron preciosas¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarDespués de tanto trabajo, no te da pena que se coman¿?
¿Y porqué no las ibas a publicar? Si además de que te quedaron muy bonitas cada uno puede hacer lo que quiere y enseñarlo, claro. A mi también me gusta mucho hacerlas, precisamente le tengo que hacer a mi ahijada para su cumple, que este año me las pidió antes de que yo se lo dijera, jeje. Son un detalle precioso para regalar. Un besiño, buen finde.
ResponderEliminarTe quedaron preciosas Carolina, yo no sé si tendría tanta paciencia por eso aplaudo tanto este tipo de preparaciones y decoraciones, llevan su tiempo, su trabajo, pero merece la pena sobre todo al final cuando ves las caritas de los peques al comérselas.
ResponderEliminarUn besin guapa
que bonitas, Carol !como ibas a dejar estas galletas en borradores, ni hablar! estan preciosas y tienes razon dan trabajo y lleva mucho tiempo el prepararlas con tanto mimo, pero el resultado merece la pena solo por ver la carita de los peques cuando las ven. Bicos
ResponderEliminarQue lindas te han quedado Carolina, con tu permiso se las voy a pasar a mi hija para el proximo cumple de mi nieta, que le encanta minnie mouse, un besito tesoro
ResponderEliminarQue bonitas!! =)
ResponderEliminarYo os admiro a todos los que sois capaces de hacer estas maravillas, ¡con lo manazas que soy, sería incapaz ni de pintar un lunar, jajajaja!.
ResponderEliminarEstas galletas tuyas me parecen monísimas, a mí me gustan mucho. Y, sobre todo, tienen el valor de lo artesanal, de lo hecho a mano.
Un besote.
Mi querida amiga, seguro que tu Princesa disfruto de lo lindo, no se por que dices que tenias duda en publicarlas son preciosas, y estan muy bien hechas, ademas hechas con todo el cariño del mundo, asi que mil gracias por publicarlas, por que tu todo lo que haces lo haces bonito. Un abrazo enorme cielo mio
ResponderEliminarMuchísimas gracias por dejar tu comentario.