¿Les apetece para el fin de semana un postre bien fresquito para sobrellevar el calor?.
Pues esta tarta de hoy, además de ser muy rápida y muy fácil de preparar, no lleva muchos ingredientes y, lo más importante de todo, es que está tremendamente rica.
El verano pasado, mi compi de Desafíos, Mari, del blog Marrón glassé la preparó y me di cuenta que básicamente la tarta se prepara igual que el Helado de vainilla en tres pasos que tengo publicado en el blog, así que me decidí a hacerla y cambiarle un poco el sabor añadiéndole el café y el chocolate.
En este caso, utilicé un molde de 26 cm pero si lo quieren preparar en uno más pequeño, sólo toca poner la mitad de los ingredientes.
Los ingredientes que usé fueron:
En un bol amplio ponemos la nata con el café.
Las galletas las ponemos en la picadora y las picamos. Yo no las reduzco a polvo sino que le dejo que quede con trocitos.
Montamos la nata y el café hasta que esté bien firme.
En otro bol vaciamos los botes de leche condensada.
Volcamos la nata sobre la leche condensada.
Vamos mezclando con la espátula con movimientos envolventes, de abajo hacia arriba hasta que estén integrados.
En la base del molde colocamos una primera capa de galleta triturada.
Ponemos un tercio de la mezcla de helado sobre ella y alisamos con la espátula.
Rallamos chocolate sobre la capa de helado.
Volvemos a poner otra capa de galletas.
Seguimos poniendo capas, hasta que acabemos los ingredientes (tres de cada uno), terminando con el chocolate rallado.
La llevamos al congelador hasta el día siguiente.
En el momento de servir sólo nos queda retirar el aro y el papel y, si se atreven, la pueden pasar a un plato ayudados de unas espátulas. Si no la pueden servir sobre la base.
Miren que bonita presencia tiene.
Eso sí, cuando la vayan a consumir sáquenla unos quince minutos antes para que se ablande un poquito.
Aquí tienen el corte de la tarta.
Les aseguro que queda increíblemente rica y el helado cremosito.
¿Se animan a probarla?
Pues esta tarta de hoy, además de ser muy rápida y muy fácil de preparar, no lleva muchos ingredientes y, lo más importante de todo, es que está tremendamente rica.
El verano pasado, mi compi de Desafíos, Mari, del blog Marrón glassé la preparó y me di cuenta que básicamente la tarta se prepara igual que el Helado de vainilla en tres pasos que tengo publicado en el blog, así que me decidí a hacerla y cambiarle un poco el sabor añadiéndole el café y el chocolate.
En este caso, utilicé un molde de 26 cm pero si lo quieren preparar en uno más pequeño, sólo toca poner la mitad de los ingredientes.
Los ingredientes que usé fueron:
- Un litro de nata para montar muy fría.
- Dos latas de leche condensada.
- Dos sobre de Nescafé descafeinado (4 gr. en total).
- 50 gr. de chocolate Nestlé postres (dos barritas).
- Un rulo de galletas tipo digestive.
En un bol amplio ponemos la nata con el café.
Las galletas las ponemos en la picadora y las picamos. Yo no las reduzco a polvo sino que le dejo que quede con trocitos.
Montamos la nata y el café hasta que esté bien firme.
En otro bol vaciamos los botes de leche condensada.
Volcamos la nata sobre la leche condensada.
Vamos mezclando con la espátula con movimientos envolventes, de abajo hacia arriba hasta que estén integrados.
En la base del molde colocamos una primera capa de galleta triturada.
Ponemos un tercio de la mezcla de helado sobre ella y alisamos con la espátula.
Rallamos chocolate sobre la capa de helado.
Volvemos a poner otra capa de galletas.
Seguimos poniendo capas, hasta que acabemos los ingredientes (tres de cada uno), terminando con el chocolate rallado.
La llevamos al congelador hasta el día siguiente.
En el momento de servir sólo nos queda retirar el aro y el papel y, si se atreven, la pueden pasar a un plato ayudados de unas espátulas. Si no la pueden servir sobre la base.
Miren que bonita presencia tiene.
Eso sí, cuando la vayan a consumir sáquenla unos quince minutos antes para que se ablande un poquito.
Aquí tienen el corte de la tarta.
Les aseguro que queda increíblemente rica y el helado cremosito.
¿Se animan a probarla?