"PITISÚS"
viernes, mayo 16, 2014
Pertenezco a una familia de ocho hermanos, en el que el único que trabajaba era mi padre. Mi madre siempre ha tenido que hacer malabarismos para poder sacarnos adelante con miles de sacrificios.
Sin embargo, nunca tuve la sensación de que me faltara nada.
Nunca me faltó la comida. Si había nocilla, pues se comía nocilla. Si no había, pues mantequilla con azúcar o con cola cao.
Nunca me faltó la ropa. Mi madre se iba al mercadillo, "rebuscaba en los montones" y encontraba cositas para nosotras. Luego las arreglaba y modificaba para darles un toque y listo y si no, con un retalito de tela nos hacía un vestido.
Recuerdo que solamente teníamos un par de calcetines para el cole. Desde que llegábamos tocaba quitarse el uniforme y lavarse cada una sus calcetines para tenerlos listos al día siguiente. Como no te los lavaras te tocaba ponértelos sucios.
Nunca me faltaron los juguetes. El día de reyes nunca venía nada de lo que pedía, pero yo no sé cómo se las arreglaba que siempre quedábamos tan contentas.
Una de las maneras que tuvo mi madre durante una época de sacarse unas "perrillas" extra fue vendiendo dulces una o dos tardes a la semana.
Iba a una pastelería industrial, compraba los dulces, los ponía en el maletero del Seat 127 que tenía por entonces y allá que íbamos por los barrios a venderlos.
Mi hermana y yo la acompañábamos y era yo, megáfono en mano, quién anunciaba la mercancía: "¡Hay dulces variados, cinco dulces cien pesetas!".
Me lo pasaba genial, no era consciente del sacrificio que suponía para mi madre. Para mí era un juego hasta divertido.
Luego llegó la adolescencia y entonces me avergonzaba que me recordaran ese pasaje de mi vida. "Por favor, una vendedora ambulante, ¡qué horror!".
Ahora sin embargo lo recuerdo con mucho orgullo.Primero porque valoro enormemente el esfuerzo que tuvo que hacer mi madre para sacarnos adelante.Y segundo porque debe ser que, teniendo en cuenta que yo no soy nada golosa, ya se auguraba mi futuro de "proporcionadora de dulces".
Cuando salíamos a vender, mi madre nos dejaba que eligiéramos uno de los dulces del surtido y que nos lo comiéramos. Uno de los que solía elegir era precisamente éste, el "pitisú". Así lo llamaba la gente cuando lo pedían y así recuerdo su nombre, aunque no se llame exactamente así. Adoraba el crujiente del hojaldre y esa cremita tan rica del interior. Ese momento de comerlo era lo mejor de la "dura jornada de trabajo".
Y ustedes dirán que por qué les cuento todo esto. Pues porque con esta receta voy a participar en el concurso tan chulo que han puesto en marcha las chicas de La cocina de Camilni, Mila y Nina, en el
que nos proponen que hagamos el dulce de nuestra niñez y ésta es una cita a la que yo no podía faltar.
Los ingredientes que usé fueron:
- Una lámina de hojaldre (del Lidl en mi caso).
- Crema pastelera. (Pincha aquí para ver la receta).
- Un huevo para pintar.
- Azúcar glass.
Les explico cómo los hice.
Necesitaremos tartaletas de aluminio desechable grandes, de unos 26 cm. de diámetro.
Con unas tijeras de cocina le cortamos el borde.
Aprovechando el dibujo del fondo, marcado en octavos, vamos recortando hasta sacar las ocho partes. Luego lo enrollamos en forma de cono.
Yo utilicé dos tartaletas y me salieron 16 canutillos.
Ahora que ya tenemos los canutillos, vamos a empezar a preparar los pitisús.
Lo primero que haremos será preparar la crema pastelera para que se nos enfríe. Pincha aquí para ver cómo hacerla. (Eso sí les sobrara bastante crema que pueden utilizar para otras preparaciones).
Una vez que la tengamos preparada la podemos dejar enfriar en el caldero o meterla directamente en una manga con una boquilla pequeña y dejarla enfriar, primero a temperatura ambiente y luego en la nevera.
Para los cucuruchos de hojaldre, ponemos a precalentar el horno a 190º.
Engrasamos todos los canutillos. (Yo uso un spray que facilita el desmoldado. Para los de mi zona decir que lo compré en Party Fiesta).
Extendemos la lámina de hojaldre y cortamos tiras como de un centímetro y medio con el cortador de pizzas. En mi caso, utilicé una guía para que quedaran todos iguales.
Vamos enrollando cada tira en los canutillos, empezando de abajo hacia arriba y superponiendo un poco el hojaldre a medida que vayamos subiendo.
Una vez que los tengamos todos los ponemos en una bandeja de horno con papel vegetal y los pintamos con huevo batido.
Los horneamos durante 15 ó 20 minutos, hasta que veamos que el hojaldre esté doradito.
Cuando estén un poco tibios, les retiramos el canutillo con cuidado y los dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.
Estos canutillos, además de para los "pitisús" los podemos rellenar de otras cremas dulces o mezclas saladas para un picoteo.
Rellenamos los canutillos con la crema ayudados de la manga pastelera.
Por último, sólo nos queda poner un poco de azúcar glass en un colador y espolvorear nuestros "pitisús".
Geniales para disfrutarlos en una merienda o acompañando un cafelito.
¿A que dan ganas de meter el dedo en esa crema eh?
Simplemente riquísimos.
30 No te cortes y deja tu comentario.
Jefa, te confieso que me he emocionado leyendo tu historia. Que de recuerdos bonitos y a la vez que duro para tus padres, pero que bien lo hicieron para que en tu recuerdo solo quedaran cosas bonitas y positivas.
ResponderEliminarY el dulce, pues maravilloso!
Voy ahora mismo a ver lo del dulce de tu infancia, que me ha llamado mucho la atención. Un beso!
laurilla fondant
Tengo que decirte que te entiendo perfectamente!! Nosotros somos 6 y mi madre, como la tuya, hacía malabarismos, pero he sido tan feliz!!! Necesitabamos bien poco para estar contentos. Yo no quiero olvidar esa etapa, admiro mucho a nuestras madres. Por cierto esos canutillos ricos, ricos, además la idea de cómo hacer los conos es una pasada, mil gracias. Besos.
ResponderEliminarTengo que decirte que te entiendo perfectamente!! Nosotros somos 6 y mi madre, como la tuya, hacía malabarismos, pero he sido tan feliz!!! Necesitabamos bien poco para estar contentos. Yo no quiero olvidar esa etapa, admiro mucho a nuestras madres. Por cierto esos canutillos ricos, ricos, además la idea de cómo hacer los conos es una pasada, mil gracias. Besos.
ResponderEliminaren mi pueblo se le llama petit suisses a la pasta choux rellena de crema pastelera, son pequeñas bolitas
ResponderEliminarhttp://senoritamandarina.blogspot.com.es/
Lo cierto es que antes nos contentábamos con cualquier cosa y ahora les damos todo y piden aun más. Qué bonitos recuerdos Carol.
ResponderEliminarAhora entiendo para que eran los conos,jejeje. Te han quedado perfectos, dan unas ganas de comer uno. Besos
Sin duda tuvisteis unos padres maravillosos que os dieron el mejor ejemplo y os dejaron la mejor herencia, el trabajo honrado hecho con alegría. Este postre merece doble premio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Blanca de JUEGO DE SABORES
Antes sí que sabíamos divertirnos con poco , ni teníamos necesidades creadas, lo que nos regalaban estaba bien, no importaba , asi hoy en dia, sabemos valorar las cosas e inculcar a nuestros hijos también dicho valor. Ojalá que ellos también recuerden su infancia con cariño y sepan transmitirle a sus hijos la verdadera esencia de la vida.
ResponderEliminarMe has emocionado Caro.
Los pasteles son divinos , de qué buena gana me comía uno ahora mismo.
Besinos , feliz finde.
Comparto una infancia muy parecida a la tuya y mi objetivo en esta vida es que mis peques la recuerden con el mismo cariño... A ver si lo consigo! Mi madre también preparaba estos cucuruchos así los llamamos nosotras y te han quedado genial! Bs y buen finde
ResponderEliminarQue historia mas linda y real. No sabes el tiempo que llevo buscando los "canutillos" y mira por donde me has dado la idea. Muchas gracias
ResponderEliminar¡Pero que historia tan bonita tienen estos "pitisus"! que yo también les llamo así. Te han quedado geniales. Y que buena idea lo de los canutillos.
ResponderEliminarY es verdad que de pequeños no nos damos cuenta de muchas cosas... Un beso y buen fin de semana
Ains mi amol me has emocionado, que de recuerdos verdad? y que de alegrías. Necesitábamos tan poco para ser felices ;)
ResponderEliminarRiquisimos que se ven me llevo la receta de la crema :D Besazo gordote
Me ha gustado mucho leerte, bueno siempre me gusta, pero me ha encantado leer parte de tu niñez,los petisús geniales, que buenos, me ha gustado mucho la forma en la que hiciste los canutillos, me parece una idea excelente besos
ResponderEliminarHola mi niña, siempre vengo a tu cocina sabiendo que lo que hagas, seguro que me gusta. Pero además hoy me encuentro con un relato precioso.
ResponderEliminarNo sólo por ser parte de tu vida, sino por la cantidad de reflexiones que podemos hacer tras leerlo.
Tuvistes unos padres admirables, no lo dudo. Espero que tengas muchos Domingos por delante para poder llevarles todas las cosas tan ricas que preparas.
Hoy me voy de tu blog, queriéndote un poquito más.
Besotes gordos, guapa !!!!!
Mira para que eran los canutillos jeje.
ResponderEliminarQue entrañable lo que has contado de tu niñez,muy bonito.
Y muy buena esta forma de hacer los canutillos. Me llevo la idea pues tienen que estar de muerte. Qué ricos!!!!!
Besos
A mi me dan ganas de meter la lengua jajaja, es que eso me parece pecado de lo bueno que es, me encantan, aqui le llamamos cornetes o conos, pero el nombre es lo de menos, estan riquisimos, me vas a hacer pecar, que lo sepas, besitos
ResponderEliminarUna historia preciosa y un gran ejemplo por parte de tu madre por como podemos adaptarnos a cualquier situación, es de gran admiración y felicítala de mi parte por hacer ese gran trabajo.
ResponderEliminarUn dulce delicioso para tomar durante la merienda, con un colacao fresquito como acompañante se ve ideal.
Un besazo y buen fin de semana.
Ainsss Carolina, gracias por contarnos esos recuerdos de tu niñez, madre mía me has emocionado.
ResponderEliminarTu mami ha sido una mujer muy luchadora, ahora sabemos de dónde sacastes esos valores que tienes.
Preciosa y entrañable entrada, anotada queda, y los canutillos nos chiflan
Carolina,llevo mucho tiempo desconectada, veo muchos cambios por aquí, por cierto, me encantan.
ResponderEliminarIgual que tu historia, me ha parecido preciosa y entrañable y esos petisus, ricos y deliciosos, tienen una pinta estupenda y si además la receta es de tu mami, no puede fallar, nunca.
Me ha encantado pasar por aquí, espero pronto volver, es un placer guapetona.
Besitos.
Uau!!Me ha encantado el truco de la bandeja cortada para hacer la forma de los canutillos porque habia visto la receta antes pero como no tengo los moldes no sabia como podia hacerlos!!Ahora ya si!!Mil gracias!!Los hare prnto que ademas quedaran ricos rellenos de cualquier cosa, verdad?? ;) Un beso
ResponderEliminarMuchísimas gracias Carolina, por darnos a conocer un poquito de tu vida y ser tan buena hija.Me alegro de ser tu amiga.Por otra parte tu receta es una maravilla.Me quedo con tu receta con tu permiso.Besoss
ResponderEliminarQue historia tan bonita Carolina, si es que tienen que hasta que no maduramos y somos adultos no valoramos realmente los sacrificios que nuestros padres hicieron por nosotros. Me ha encantado que compartas un trocito de tu vida y por supuesto estos petisus (también son mis preferidos). Suerte en el concurso. Un saludo.
ResponderEliminarMe siento muy identificada con tu historia, Carol, nosotros también éramos muchos y pasaba un poco lo mismo, aunque mi madre en vez de vender dulces iba mariscar. Ahora se valoran las cosas como antes, es una pena. Bonita historia y bonitos petisús. Besiños.
ResponderEliminarMi preciosa Carolina, que historia mas hermosa, y digna de contar, hoy las dos traemos al blog nuestra niñez, y creo que tanto tu como yo hemos disfrutado de nuestros hermosos recuerdos, ya veo que tu madre ha sido una luchadora de categoria,un orgullo para ti que te ha servido de tener un hermoso corazon, Bueno cielo que esos canutillos estan para volverse loca, cuanto daria por tomarme uno,junto a ti, y ofrcerte una teta de vaca jejejeje. Mil besicos y mucha sierte en el concurso
ResponderEliminarQué bonitos te quedaron.
ResponderEliminarSaludos.
Yo te confieso que te entiendo perfectamente, porque mis padres se tuvieron que ir a francia y para sacarnos adelante y tener lo que hoy dia tienen trabajaban mucho y ya no solo para poder comer sino tambien para que nostras el dia de mañana tuvieramos una vida un poco menos sacrficada que ellos. Los petisu yo me pillo uno porque encima tengo un hambre.Un beso
ResponderEliminarGracias por compartir tus vivencias de cuando eras pequeña, dice mucho de cada persona
ResponderEliminarEl canutillo, pitisús o como se llame, me parece una delicia (yo es que por la crema pastelera mato, jajaja). Y genial la idea para hacer los moldes.
ResponderEliminarPero lo que más me ha gustado es la historia de tu infancia, me ha emocionado. Qué gran luchadora y qué gran persona tiene que ser tu madre.
Un besote.
Hola Carolina! Qué emociones me has hecho sentir leyendo tus recuerdos. Has sido muy afortunada, tienes unos padres admirables, que supieron darte lo más importante que hay, que es el amor y la preocupación por todos sus hijos, a los que como dices, nunca les faltó nada a pesar de las apreturas que tuvieron, una lástima que esos valores se estén perdiendo y los niños sólo quieran ahora ropa de marca y juguetes caros. Estos dulces saben a gloria en tu recuerdo y fíjate que también en el mío, mi madre los hacía para vender, que todas tenemos historias! La manera en que hiciste los moldecitos me hizo pensar que tu madre sí que te enseñó a hacer las cosas a partir de lo que hay en casa, nada de ir a comprar los chiches caros, que estos están igual de buenos!:Te mando un beso y espero volver muy pronto a seguir leyéndote.
ResponderEliminarPues comienzo... Es mi primera visita a Tu blog vengo leyendo Las entradas del desafio (ji) y esta maravillosa y Pamela me ha ganado a comentarte q realmente se nota la influencia de tu mami al no hacer gastos innecesarios con estos moldecitos no gastas tanto y el resultado es el mismo, tu historia es encantadora... como los padres desde cierto momento te enseñan a trabajar desde niño sin q te des cuenta y a valorar la Vida... Gracias por el relato y felicidades.
ResponderEliminarMe encantó la entrada de principio a fin. Y sí, bien que haces de sentirte orgullosa de tu vida y de tu familia. ¡Qué gran Madre! Te felicito!
ResponderEliminarY tb te felicito por este postre que me encantaba tb de niña!!! Era adictivo.
Mil gracias por la receta!!
Un besazo!!
Muchísimas gracias por dejar tu comentario.