GALLETAS CORAZÓN BLANCO Y NEGRO

sábado, diciembre 14, 2013

No soy yo lo que se dice muy galletera. No es una de las cosas que suelo hacer con frecuencia. Pero en estas fechas sí que me gusta preparar algunas, sobre todo para compartir con las distintas personas que han contribuido a que el año que ser termina haya sido más agradable, cada una a su manera.
En este caso, he preparado estos corazones de chocolate para llevárselos a mis chicas de la pelu, por su trabajo, su dedicación y sobre todo por su simpatía y que, además, me hacen la tarde de los viernes muy agradable con ese estupendo masaje que me dan en la cabeza.
Son unas galletas de mantequilla, pero he sustituido una parte del harina por cacao y las he decorado con un poco de chocolate blanco para que tengan contraste de color.
Los ingredientes que usé fueron:

300 gr. de harina de repostería.
200 gr. de mantequilla bien fría.
100 gr. de azúcar.
Un huevo talla L.
Una cucharadita de vainilla líquida.
Diez cuadritos de chocolate Nestlé blanco ( Eso era lo que tenía en casa pero sería mejor usar algunos más que me quedé muy justa).

Ponemos todos los ingredientes en un bol y vamos mezclando.

Primero empezaremos con una cuchara de palo y luego continuamos con las manos hasta que podamos formar una bola.
La envolvemos en papel film y la dejamos en la nevera una horita.

Precalentamos el horno a 170-180º.
Vamos cogiendo trozos de masa y la colocamos entre dos papeles de horno. La estiramos con el rodillo.
Yo coloco dos tiras de madera a los lados, sobre las que apoyo el rodillo para que queden todas del mismo grosor.

Vamos cortando las formas de las galletas con el cortador.
Con los recortes que nos vayan quedando formamos nuevamente otra bola y volvemos estirar hasta acabar con toda la masa. Nos salen unas 50 galletas.

Colocamos los corazones sobre una bandeja de horno a la que pondremos un tapete de silicona o papel de horno.

Las horneamos durante 12 minutos y las dejamos enfriar.
Al sacarlas del horno estarán blanditas pero a medida que se vayan enfriando se irán endureciendo.

Cuando las galletas estén frías las colocamos sobre una rejilla.

Colocamos el chocolate blanco dentro de una bolsita y lo atamos. Calentamos un vaso de agua en el microondas y metemos el chocolate hasta que se derrita. De vez en cuando lo sacamos y lo movemos para ayudarle a que se derrita del todo y no se queden trozos.

Cortamos una puntita de la bolsa y trazamos unas líneas sobre las galletas. Dejamos que se enfríe y se endurezca el chocolate y las guardamos en una caja metálica que es donde mejor se conservan.

Se quedan muy ricas, crujientes por fuera pero blanditas por dentro.

El acompañamiento perfecto para el cafelito que me preparan mis chicas.

Carolina López Rodríguez

Las recetas que he ido seleccionando para este blog han sido las que he considerado más sencillitas y rápidas, aunque de vez en cuando me atrevo con alguna un poco más elaborada.
Espero que les gusten y si a alguien les son útiles me alegraré mucho.