Hoy voy a "despertar" de mi pequeño letargo veraniego para traerles este pastelito que me parece ideal para estos calorcitos tan ricos que estamos teniendo.
Es un plato que no es nada complicado de hacer y que podemos tener preparado para comer a la vuelta de la playa o de la piscina. También lo podemos preparar por la mañana y así podemos estar hasta la hora de comer tranquilitas tirados en la terracita tomando el sol y disfrutando de nuestro tiempo.
Además, nos puede servir como plato de reciclaje si para hacerlo usamos unos restos de pollo asado.
Los ingredientes que usé fueron:
Les ponemos sal y piminta y las regamos con dos cucharadas de aceite. Removemos para que se impregnen bien, cubrimos con film y reservamos en la nevera mientras preparamos el resto.
Ahora preparamos un puré de papas. Para eso ponemos el agua, la leche, la mantequilla y una cucharilla pequeña de sal al fuego en un calentador.
Cuando esté bien caliente, retiramos del fuego y echamos los copos de puré.
Removemos con varillas hasta que tengamos un puré sin grumos. Dejamos enfriar.
Lavamos la lechuga y secamos bien las hojas. ( Yo lo hice en la centrifugadora de verduras que hace años que la tengo y parece que por fin este verano le estoy dando uso, jeje).
Hacemos la pechuga en una sartén sin nada de aceite, sólo la que le hemos puesto para macerar. Dejamos enfriar.
Picamos en trozos pequeños la piña. Las aceitunas las cortamos en tres.
Picamos bien menuda la lechuga.
En un bol amplio ponemos el pollo, las aceitunas, el pollo y la lechuga junto con dos o tres cucharadas de mayonesa, dependiendo si nos gusta más o menos.
Removemos hasta que esté bien mezclado.
Cubrimos otro bol con papel film, dejando que nos sobre por los extremos para después poder cubrirlo.
Extendemos la mitad del puré de papas en el fondo del bol, extendiéndolo bien con una lengua de silicona o una cuchara.
Ponemos ahora la mezcla de pollo encima del puré y presionamos bien.
Cubrimos con el resto del puré.
Cerramos con el excedente de papel que habíamos dejado y presionamos. Dejamos reposar en la nevera al menos un par de horas.
Cuando lo vayamos a servir, lo desmoldamos dándole la vuelta, le retiramos el papel y le ponemos un poco de mayonesa encima.
Extendemos la mayonesa hasta cubrirlo (yo sólo le puse por arriba pero se puede cubrir completamente).
Lo decoramos al gusto, en este caso, con unas aceitunitas, unas tiras de pimiento rojo y unas hojas de albahaca recién cortada.
Es una buena manera de hacer de una ensalada un plato bien completito.
Y aquí les dejo una pequeña porción para que vean como queda al cortarlo.
Un almuerzo riquísimo y bien fresquito. Esto y una frutita de las tantas y tan ricas que tenemos ahora en verano y nos quedamos bien alimentados y con fuerzas para pasar la tarde en la playa. ¿Se vienen?
Es un plato que no es nada complicado de hacer y que podemos tener preparado para comer a la vuelta de la playa o de la piscina. También lo podemos preparar por la mañana y así podemos estar hasta la hora de comer tranquilitas tirados en la terracita tomando el sol y disfrutando de nuestro tiempo.
Además, nos puede servir como plato de reciclaje si para hacerlo usamos unos restos de pollo asado.
Los ingredientes que usé fueron:
- Dos pechugas de pollo ( O restos de pollo asado).
- Media lechuga iceberg.
- Una lata de piña en su jugo.
- 100 gr. de aceitunas rellenas de pimiento.
- Un sobre de copos de puré de papas (uso Maggi).
- 250 ml. de leche (usé desnatada).
- 250 ml. de agua.
- Una cucharada de postre de mantequilla.
- Mayonesa (usé Ligeresa).
- Sal.
- Pimienta.
- Aceite de oliva.
- Aceitunas, tiras de pimiento rojo y unas hojitas de albahaca para la decoración.
Les ponemos sal y piminta y las regamos con dos cucharadas de aceite. Removemos para que se impregnen bien, cubrimos con film y reservamos en la nevera mientras preparamos el resto.
Ahora preparamos un puré de papas. Para eso ponemos el agua, la leche, la mantequilla y una cucharilla pequeña de sal al fuego en un calentador.
Cuando esté bien caliente, retiramos del fuego y echamos los copos de puré.
Removemos con varillas hasta que tengamos un puré sin grumos. Dejamos enfriar.
Lavamos la lechuga y secamos bien las hojas. ( Yo lo hice en la centrifugadora de verduras que hace años que la tengo y parece que por fin este verano le estoy dando uso, jeje).
Hacemos la pechuga en una sartén sin nada de aceite, sólo la que le hemos puesto para macerar. Dejamos enfriar.
Picamos en trozos pequeños la piña. Las aceitunas las cortamos en tres.
Picamos bien menuda la lechuga.
En un bol amplio ponemos el pollo, las aceitunas, el pollo y la lechuga junto con dos o tres cucharadas de mayonesa, dependiendo si nos gusta más o menos.
Removemos hasta que esté bien mezclado.
Cubrimos otro bol con papel film, dejando que nos sobre por los extremos para después poder cubrirlo.
Extendemos la mitad del puré de papas en el fondo del bol, extendiéndolo bien con una lengua de silicona o una cuchara.
Ponemos ahora la mezcla de pollo encima del puré y presionamos bien.
Cubrimos con el resto del puré.
Cerramos con el excedente de papel que habíamos dejado y presionamos. Dejamos reposar en la nevera al menos un par de horas.
Cuando lo vayamos a servir, lo desmoldamos dándole la vuelta, le retiramos el papel y le ponemos un poco de mayonesa encima.
Extendemos la mayonesa hasta cubrirlo (yo sólo le puse por arriba pero se puede cubrir completamente).
Lo decoramos al gusto, en este caso, con unas aceitunitas, unas tiras de pimiento rojo y unas hojas de albahaca recién cortada.
Es una buena manera de hacer de una ensalada un plato bien completito.
Y aquí les dejo una pequeña porción para que vean como queda al cortarlo.
Un almuerzo riquísimo y bien fresquito. Esto y una frutita de las tantas y tan ricas que tenemos ahora en verano y nos quedamos bien alimentados y con fuerzas para pasar la tarde en la playa. ¿Se vienen?