En esta ocasión se puede dar por válida la frase de "la tercera va la vencida".
Hace tiempo que les conté que, en dos ocasiones, había intentado hacer una tarta como esta pero que no conseguía que cuajara la gelatina por un compuesto que tiene la propia papaya que no lo permite.
Pues bien, como en aquella ocasión nos gustó tanto el sabor de la mousse, aunque no se sostuviera, la he vuelto hacer, con algunos cambios y por fin lo logré.
Lo que he hecho ha sido cambiar la gelatina por agar agar y ésta si que cuaja a pesar de la "dichosa" bromelina.
Como es la primera vez que la usaba, le pregunté a mis compis del Desafío por si alguna la había usado y me ayudaron muchísimo los consejos que me dieron tanto Isabel, del blog Las delicias de Isabel, como Pilar, del blog Per sucar- hi pa, así que aprovecho la entrada para agradecérselo a ambas.
Los ingredientes que usé fueron:
Para la base:
Ponemos las galletas en la picadora y las trituramos hasta reducirlas a polvo.
En un bol mezclamos las galletas con la mantequilla hasta obtener una pasta.
La ponemos en el aro y la aplastamos para que quede bien sellada.
La reservamos en la nevera mientras preparamos la mousse.
Pelamos la papaya y le retiramos todas las semillas.
Cortamos en trozos los 300 gr. de la mousse.
Los trituramos con la batidora y lo reservamos.
En un bol bien amplio, donde iremos mezclando todos los ingredientes, ponemos lo yogures, el queso y el azúcar.
Lo batimos con el brazo de la batidora. Reservamos.
Ponemos la nata en otro bol y la montamos hasta que esté bien firme. También la reservamos.
Hechos los pasos anteriores, vamos ahora con el agar agar.
Ponemos en un caldero el zumo de naranja y lo llevamos al fuego.
Cuando esté bien caliente, echamos el agar agar en forma de lluvia.
Removemos bien para que no se nos vaya al fondo.
Ahora tenemos que dejarlo hervir. Aunque en mucho de los sitios en los que consulté ponía que debía hervir por espacio de dos minutos, yo seguí las recomendaciones de Pilar y seguí las instrucciones del fabricante. En mi caso concreto, el agar agar ponía que había que hervirlo durante ocho minutos y así lo hice. (A fuego medio y removiendo todo el rato).
Cuando lo tengamos listo, le echamos el puré de papaya para que se temple. Removemos rápidamente para que se mezcle.
Es importante, como he hecho, tener todo preparado porque es una mezcla que cuaja con bastante rapidez.
Vertemos la mezcla sobre el bol donde tenemos los yogures, el queso y el azúcar y mezclamos rápidamente con las varillas.
Luego añadimos la nata montada y la mezclamos con movimientos envolventes.
Yo empiezo primero con las varillas manuales y al final sigo con una espátula de silicona para que quede bien homogénea.
Echamos la mezcla sobre la base de galletas reservada y dejamos en la nevera un par de horas.
Para la cobertura, ponemos la papaya y el azúcar en el vaso de la batidora.
Lo molemos hasta tener un puré.
Ponemos a calentar el zumo de naranja.
Igual que antes, cuando esté bien caliente, añadimos el agar agar en forma de lluvia.
Removemos y dejamos hervir el tiempo indicado (en mi caso ocho minutos).
Añadimos el puré de papaya y mezclamos bien.
Lo vertemos sobre la mousse ya cuajada y lo metemos en la nevera ( en mi caso, hasta el día siguiente).
A la hora de servir, retiramos el aro y el papel con cuidado y ya la tenemos lista.
Miren que bien que se sostiene ahora.
Además miren la textura, es una auténtica mousse.
Y lo más importante, es una tarta con un sabor impresionante.
Habrán notado, sobre todo los compañeros blogueros a los que suelo visitar con cierta frecuencia, que en las últimas semanas no he aparecido mucho por sus blogs. Es lo que tiene los finales de curso, que hay mucho trabajo que hacer y apenas me queda tiempo ni ganas de andar por aquí, por lo que me quería disculpar.
Además, justo hoy empezarán mis vacaciones y, aunque no cierre el blog por vacaciones, si que apareceré de manera esporádica al igual que mis publicaciones serán también ocasionales.
Hay que disfrutar de las vacaciones para empezar el curso en septiembre con fuerzas renovadas.
Hace tiempo que les conté que, en dos ocasiones, había intentado hacer una tarta como esta pero que no conseguía que cuajara la gelatina por un compuesto que tiene la propia papaya que no lo permite.
Pues bien, como en aquella ocasión nos gustó tanto el sabor de la mousse, aunque no se sostuviera, la he vuelto hacer, con algunos cambios y por fin lo logré.
Lo que he hecho ha sido cambiar la gelatina por agar agar y ésta si que cuaja a pesar de la "dichosa" bromelina.
Como es la primera vez que la usaba, le pregunté a mis compis del Desafío por si alguna la había usado y me ayudaron muchísimo los consejos que me dieron tanto Isabel, del blog Las delicias de Isabel, como Pilar, del blog Per sucar- hi pa, así que aprovecho la entrada para agradecérselo a ambas.
Los ingredientes que usé fueron:
Para la base:
- 200 gr. de galletas tipo digestive.
- 100 gr. de mantequilla.
- 300 gr. de queso fresco batido.
- 2 yogures cremosos de naranja-papaya (de mercadona, ver foto).
- 500 ml. de nata para montar muy fría.
- 200 gr. de azúcar.
- 300 gr. de papaya pelada y sin pepitas.
- Un vaso de zumo de naranja.
- 10 gr. de agar agar en polvo.
- Un vaso de zumo de naranja.
- 300 gr. de papaya pelada y sin pepitas.
- 75 gr. de azúcar.
- 5 gr. de agar agar en polvo.
Empezamos preparando el aro de la tarta. Lo engrasamos, lo forramos con papel de horno y lo colocamos sobre una bandeja de servir.
Derretimos la mantequilla a fuego bajo.Ponemos las galletas en la picadora y las trituramos hasta reducirlas a polvo.
En un bol mezclamos las galletas con la mantequilla hasta obtener una pasta.
La ponemos en el aro y la aplastamos para que quede bien sellada.
La reservamos en la nevera mientras preparamos la mousse.
Pelamos la papaya y le retiramos todas las semillas.
Cortamos en trozos los 300 gr. de la mousse.
Los trituramos con la batidora y lo reservamos.
En un bol bien amplio, donde iremos mezclando todos los ingredientes, ponemos lo yogures, el queso y el azúcar.
Lo batimos con el brazo de la batidora. Reservamos.
Ponemos la nata en otro bol y la montamos hasta que esté bien firme. También la reservamos.
Hechos los pasos anteriores, vamos ahora con el agar agar.
Ponemos en un caldero el zumo de naranja y lo llevamos al fuego.
Cuando esté bien caliente, echamos el agar agar en forma de lluvia.
Removemos bien para que no se nos vaya al fondo.
Ahora tenemos que dejarlo hervir. Aunque en mucho de los sitios en los que consulté ponía que debía hervir por espacio de dos minutos, yo seguí las recomendaciones de Pilar y seguí las instrucciones del fabricante. En mi caso concreto, el agar agar ponía que había que hervirlo durante ocho minutos y así lo hice. (A fuego medio y removiendo todo el rato).
Cuando lo tengamos listo, le echamos el puré de papaya para que se temple. Removemos rápidamente para que se mezcle.
Es importante, como he hecho, tener todo preparado porque es una mezcla que cuaja con bastante rapidez.
Vertemos la mezcla sobre el bol donde tenemos los yogures, el queso y el azúcar y mezclamos rápidamente con las varillas.
Luego añadimos la nata montada y la mezclamos con movimientos envolventes.
Yo empiezo primero con las varillas manuales y al final sigo con una espátula de silicona para que quede bien homogénea.
Echamos la mezcla sobre la base de galletas reservada y dejamos en la nevera un par de horas.
Para la cobertura, ponemos la papaya y el azúcar en el vaso de la batidora.
Lo molemos hasta tener un puré.
Ponemos a calentar el zumo de naranja.
Igual que antes, cuando esté bien caliente, añadimos el agar agar en forma de lluvia.
Removemos y dejamos hervir el tiempo indicado (en mi caso ocho minutos).
Añadimos el puré de papaya y mezclamos bien.
Lo vertemos sobre la mousse ya cuajada y lo metemos en la nevera ( en mi caso, hasta el día siguiente).
A la hora de servir, retiramos el aro y el papel con cuidado y ya la tenemos lista.
Miren que bien que se sostiene ahora.
Además miren la textura, es una auténtica mousse.
Y lo más importante, es una tarta con un sabor impresionante.
Habrán notado, sobre todo los compañeros blogueros a los que suelo visitar con cierta frecuencia, que en las últimas semanas no he aparecido mucho por sus blogs. Es lo que tiene los finales de curso, que hay mucho trabajo que hacer y apenas me queda tiempo ni ganas de andar por aquí, por lo que me quería disculpar.
Además, justo hoy empezarán mis vacaciones y, aunque no cierre el blog por vacaciones, si que apareceré de manera esporádica al igual que mis publicaciones serán también ocasionales.
Hay que disfrutar de las vacaciones para empezar el curso en septiembre con fuerzas renovadas.
¡FELIZ VERANO A TOD@S!