Hace poco, Cristina, del blog Kanela y limón publicó en su blog la receta del Bizcocho de anís de la Señora Orlanda. Le quedó fantástico, pero además, junto a la receta publicó las fotos de todos los que participaron en el reto que lanzó en Facebook. Con todas estas "pruebas", me quedó claro que es una receta estupenda, de esas que nunca fallan.
Es por eso por lo que yo me he atrevido, respetando las proporciones, a hacerle una serie de cambios que han dado como resultado un queque de un sabor y una textura espectacular. Tanto así, que la siguiente frase que dijeron todos los que lo probaron fue: "¿Puedo repetir?".
Además conté con un "ayudante de cocina" que contribuyó a que estuviera aún más lustroso.
Los ingredientes que usé fueron:
Empezamos por cascar los huevos en un bol.
Los batimos hasta que tripliquen su volumen.
Añadimos el licor, el aceite, el zumo de naranja y el azúcar y seguimos batiendo.
Tamizamos el harina y el cacao y los dejamos caer en el bol de la mezcla.
Seguimos batiendo con cuidado hasta que la mezcla esté homogénea.
Vertemos la mezcla sobre el molde. (Si no fuera de silicona, tendríamos que untarlo de mantequilla y ponerle harina para que no se nos pegue.)
Como, en mi caso, usé un molde de silicona y no me fío mucho de ellos, porque tienden a deformarse, coloqué el molde dentro de un aro metálico para que no pudiera ceder.
Horneamos unos 50 minutos o hasta que al pincharlo con una brocheta ésta nos salga limpia.
Cuando esté tibio, lo desmoldamos y lo dejamos enfriar del todo.
Ahora preparamos la cobertura. Les pongo una foto del chocolate que usé por si no lo conocen.
Troceamos el chocolate en un calentador, mejor con asa para que sea más cómodo verterlo sobre el queque.
En otro calentador echamos la nata y la llevamos al fuego.
En cuanto la nata rompa a hervir, la retiramos del fuego y la vertemos sobre el chocolate. Dejamos reposar un minutito.
Removemos con las varillas y, cuando esté disuelto, echamos la mantequilla y el licor y seguimos batiendo. (Saldrán trocitos de almendra que trae el chocolate).
(Aquí yo cometí un error. Tenía que haber dejado enfriar la mezcla un poco para que no esté tan líquida para luego verterla.)
Echamos el chocolate sobre el queque.
Por no haber dejado enfriar el chocolate, todo se me fue al fondo del plato. Pero entonces...
Escuchando mis quejas y lamentos en la cocina (por no citar lo que dije realmente que si no pensarían que soy una ordinaria), apareció "mi ayudante" y según sus palabras textuales "Llegó el bombero al rescate".
Así, que espátula en mano, fue "pintando" el queque con el chocolate y dejándolo bien lustroso. Ya ven, para que digan que los bomberos lo único que manejan bien es la manguera, jeje.
Miren lo bonito que lo dejó.
Y miren el corte tan espectacular que tiene.
Es por eso por lo que yo me he atrevido, respetando las proporciones, a hacerle una serie de cambios que han dado como resultado un queque de un sabor y una textura espectacular. Tanto así, que la siguiente frase que dijeron todos los que lo probaron fue: "¿Puedo repetir?".
Además conté con un "ayudante de cocina" que contribuyó a que estuviera aún más lustroso.
Los ingredientes que usé fueron:
- 4 huevos.
- 100 ml. de Licor 43.
- 50 ml. de aceite de girasol.
- 250 ml. de zumo de naranja.
- 300 gr. de azúcar.
- 325 gr. de harina de repostería.
- 75 gr. de cacao puro Valor.
- 1 sobre de levadura Royal.
- Una tableta de chocolate a la naranja Lindt.
- 100 ml. de nata.
- 1 cucharadita de las de postre de mantequilla.
- Una cucharada sopera de licor 43.
Empezamos por cascar los huevos en un bol.
Los batimos hasta que tripliquen su volumen.
Añadimos el licor, el aceite, el zumo de naranja y el azúcar y seguimos batiendo.
Tamizamos el harina y el cacao y los dejamos caer en el bol de la mezcla.
Seguimos batiendo con cuidado hasta que la mezcla esté homogénea.
Vertemos la mezcla sobre el molde. (Si no fuera de silicona, tendríamos que untarlo de mantequilla y ponerle harina para que no se nos pegue.)
Como, en mi caso, usé un molde de silicona y no me fío mucho de ellos, porque tienden a deformarse, coloqué el molde dentro de un aro metálico para que no pudiera ceder.
Horneamos unos 50 minutos o hasta que al pincharlo con una brocheta ésta nos salga limpia.
Cuando esté tibio, lo desmoldamos y lo dejamos enfriar del todo.
Ahora preparamos la cobertura. Les pongo una foto del chocolate que usé por si no lo conocen.
Troceamos el chocolate en un calentador, mejor con asa para que sea más cómodo verterlo sobre el queque.
En otro calentador echamos la nata y la llevamos al fuego.
En cuanto la nata rompa a hervir, la retiramos del fuego y la vertemos sobre el chocolate. Dejamos reposar un minutito.
Removemos con las varillas y, cuando esté disuelto, echamos la mantequilla y el licor y seguimos batiendo. (Saldrán trocitos de almendra que trae el chocolate).
(Aquí yo cometí un error. Tenía que haber dejado enfriar la mezcla un poco para que no esté tan líquida para luego verterla.)
Echamos el chocolate sobre el queque.
Por no haber dejado enfriar el chocolate, todo se me fue al fondo del plato. Pero entonces...
Así, que espátula en mano, fue "pintando" el queque con el chocolate y dejándolo bien lustroso. Ya ven, para que digan que los bomberos lo único que manejan bien es la manguera, jeje.
Miren lo bonito que lo dejó.
Y miren el corte tan espectacular que tiene.
Ya saben, si quieren pueden repetir.