Están de moda las mermeladas. No hay más que darse una vuelta por los distintos blogs de cocina para encontrar una gran variedad de recetas: de manzana, de peras, de mango, de tomate, de higos, de calabacín, de chirimoyas... Desde luego que hay donde elegir.
Pues bien, a mi me gusta ir a la moda, pero sin llegar a ser una "fashion victim", es decir, adapto la moda a mis gustos y preferencias y así siempre voy divina de la muerte.
Pues, en el caso de "la moda de las mermeladas", he hecho lo mismo. Yo nunca las he preparado y, la verdad, no me atrae la idea de hacerlo (para eso tengo una hermana que las hace riquísimas).
Lo que he hecho es utilizar la mermelada para hacer una de las tartas que tanto me gusta preparar. En este caso es de arándanos, pero podremos obtener distintos sabores de tarta simplemente usando distintos sabores de mermelada.
Los ingredientes que usé fueron:
Pues bien, a mi me gusta ir a la moda, pero sin llegar a ser una "fashion victim", es decir, adapto la moda a mis gustos y preferencias y así siempre voy divina de la muerte.
Pues, en el caso de "la moda de las mermeladas", he hecho lo mismo. Yo nunca las he preparado y, la verdad, no me atrae la idea de hacerlo (para eso tengo una hermana que las hace riquísimas).
Lo que he hecho es utilizar la mermelada para hacer una de las tartas que tanto me gusta preparar. En este caso es de arándanos, pero podremos obtener distintos sabores de tarta simplemente usando distintos sabores de mermelada.
Los ingredientes que usé fueron:
Para la base:
- 200 gr. de galletas digestive.
- 100 gr. de mantequilla.
Para la mousse:
- 300 gr. de queso batido desnatado.
- 2 yogures griegos azucarados.
- 100 gr. de azúcar.
- 500 ml. de nata para montar muy fría.
- 400 gr. de mermelada de arándanos.
- 10 ó 12 hojas de gelatina (20 gr.).
- 1/2 vasito de leche.
Para la cobertura:
- 250 gr. de mermelada de arándanos.
- 100 ml. de agua.
- 5 hojas de gelatina.
Empezamos preparando la base. En un plato, donde vamos a servir la tarta, colocamos un aro engrasado y cubierto con papel de horno.
Colocamos en la picadora las galletas y las trituramos muy bien.
Derretimos la mantequilla en un calentador o en el microondas.
Echamos en un bol las galletas y la mantequilla y mezclamos bien hasta formar una pasta.
La volcamos sobre el molde preparado y la presionamos bien para que quede bien sellada. Metemos en la nevera mientras preparamos la mousse.
Para hacer la mousse, lo primero que haremos será poner a hidratar las hojas de gelatina.
Calentamos la leche en un calentador, las echamos y removemos bien para que se disuelvan. Dejamos enfriar.
En un bol amplio ponemos el queso, los yogures, el azúcar y la mermelada.
Batimos bien con el brazo de la batidora (con las cuchillas).
Añadimos la mezcla de leche y gelatina y seguimos batiendo.
En otro bol montamos la nata con las varillas eléctricas.
La volcamos sobre la mezcla anterior.
Removemos con movimientos suaves, de abajo hacia arriba hasta que quede todo integrado.
Vertemos la mousse sobre la base que teníamos preparada y dejamos cuajar en la nevera (unas tres o cuatro horas).
Para la cobertura, ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua fría.
En un calentador echamos la mermelada y el agua.
Disolvemos removiendo al fuego y cuando esté caliente añadimos las hojas de gelatina y seguimos removiendo con energía.
Ponemos la mezcla en el vaso de la batidora y trituramos bien. Dejamos enfriar.
Echamos con cuidado la cobertura sobre la mousse cuajada. Queda como veteado por el batido. Dejamos en la nevera hasta el día siguiente.
Desmoldamos con cuidado y decoramos al gusto; yo sólo le puse unas florecitas blancas porque ya tiene un color muy bonito.
El corte se ve precioso con esa capita más oscura.
Y de sabor es muy suave; está riquísima.