Las salsas preparadas o de sobres están bien para hacer un apaño o, como digo yo, para un rapidito. Puedes alegrar una carne en un momento.
Pero no nos engañemos. Como una salsita casera no hay nada. Además no son nada complicadas de hacer.
Yo preparo esta salsita de champiñones que está para chuparse los dedos. Aquí la he utilizado para acompañar un solomillo de cerdo, pero para unas pechuguitas también está ideal.
Los ingredientes que usé fueron:
Limpiamos los champiñones y, si están enteros, los laminamos.
Pelamos y cortamos el ajo en trocitos pequeños.
Pelamos las zanahorias y las cortamos en bastones.
Ponemos las zanahorias en un caldero con sal y un poquito de azúcar y dejamos cocer durante 8 minutos desde el momento que empiece a hervir.
En una sartén, con una gotita de aceite, vamos haciendo los filetes de solomillo por los dos lados.
Los vamos colocando en un caldero.
Limpiamos un poco la sartén, le ponemos un poquito de aceite y doramos un poco el ajo.
Añadimos la cebolla y dejamos pochar.
Incorporamos a la sartén los champiñones y les ponemos sal y pimienta al gusto.
Cuando se haya evaporado el agua de los champiñones, echamos el coñac y dejamos a fuego fuerte para que se evapore el alcohol.
Vertemos la nata y ponemos a fuego medio. Dejamos hacer unos cinco minutos, hasta que reduzca un poco.
Volcamos la salsa sobre el caldero donde tenemos la carne, espolvoreamos con el perejil picado, removemos un poco el caldero y dejamos reposar unos minutos.
Servimos en el plato con la guarnición de zanahorias (Escurridas del agua de cocción). También se puede acompañar con arroz, pasta, puré de papas,... pero les aseguro que la guarnición de zanahorias le viene ideal (además de que así resulta un plato mucho más ligero).
Simplemente delicioso.
Pero no nos engañemos. Como una salsita casera no hay nada. Además no son nada complicadas de hacer.
Yo preparo esta salsita de champiñones que está para chuparse los dedos. Aquí la he utilizado para acompañar un solomillo de cerdo, pero para unas pechuguitas también está ideal.
Los ingredientes que usé fueron:
- Un solomillo de cerdo.
- Una bandeja de champiñones de 250 gr.
- Dos dientes de ajo.
- Una cebolla pequeña (Yo usé congelada, así que puse cinco cucharadas soperas.)
- Una botellita de nata ligera para cocinar (250 ml).
- Medio vasito de coñac (medido con un vasito de café).
- Sal.
- Pimienta.
- Aceite de oliva virgen.
- Un poco de perejil picado.
- Dos zanahorias granditas.
- Sal.
- Un poquito de azúcar.
Limpiamos los champiñones y, si están enteros, los laminamos.
Pelamos y cortamos el ajo en trocitos pequeños.
Pelamos las zanahorias y las cortamos en bastones.
Ponemos las zanahorias en un caldero con sal y un poquito de azúcar y dejamos cocer durante 8 minutos desde el momento que empiece a hervir.
En una sartén, con una gotita de aceite, vamos haciendo los filetes de solomillo por los dos lados.
Los vamos colocando en un caldero.
Limpiamos un poco la sartén, le ponemos un poquito de aceite y doramos un poco el ajo.
Añadimos la cebolla y dejamos pochar.
Incorporamos a la sartén los champiñones y les ponemos sal y pimienta al gusto.
Cuando se haya evaporado el agua de los champiñones, echamos el coñac y dejamos a fuego fuerte para que se evapore el alcohol.
Vertemos la nata y ponemos a fuego medio. Dejamos hacer unos cinco minutos, hasta que reduzca un poco.
Volcamos la salsa sobre el caldero donde tenemos la carne, espolvoreamos con el perejil picado, removemos un poco el caldero y dejamos reposar unos minutos.
Servimos en el plato con la guarnición de zanahorias (Escurridas del agua de cocción). También se puede acompañar con arroz, pasta, puré de papas,... pero les aseguro que la guarnición de zanahorias le viene ideal (además de que así resulta un plato mucho más ligero).
Simplemente delicioso.